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En la muñeca: Jaeger-LeCoultre Master Control

Todo aquel que siga habitualmente Horas y Minutos no le sorprenderá ver artículos de la colección Jaeger-LeCoultre Master. Esto es, sencillamente, porque me gustan mucho; y de hecho a cualquiera que le guste la relojería le tienen que gustar relojes como éste de aquí, o quizá estas dos joyas. Dentro de los relojes clásicos el Master destaca porque su aspecto tiene un leve toque más informal. Levísimo, si se quiere, pero que hace que en la muñeca el reloj hable más fuerte que un reloj de vestir puro.

Pero no deja de ser cierto que su indudable clasicismo hace que el perfil del comprador de esos relojes no se corresponda con el de la gente joven, profesionales que ganan dinero y tienen una posición que les reclama un reloj formal, pero que a la vez no quieren llevar algo que les recuerde al de su padre. Es por tanto comprensible que Jaeger quisiera lanzar unos relojes que supusieran un aggiornamento de la colección pero sin que perdiera la personalidad de su colección.

Curiosamente esa modernización viene de dar un salto hacia atrás: el usar una esfera de sectores es algo que nació a finales de los años 20 y se extendió hasta los primeros años 50, momento en el que se popularizaron las esferas en las que se inspiran los Master que ya conocemos. Pero, afortunadamente para estos modelos,  últimamente los relojes con esferas de sectores se han vuelto a poner de moda, y por tanto resultan muy modernas.

Como era habitual en este tipo de relojes los Jaeger-LeCoultre Master tienen esferas bicolor, con una mezcla de dos grises: arenado en la parte central, satinado en el sector horario y de nuevo arenado en borde exterior. El negro de las horas contrasta muy bien con el azul de las manecillas y los registros (fecha, cronógrafo o segundo huso horario). Es este un color que últimamente tiene también mucho predicamento, como hemos visto en este Lange o el Vacheron Cornes de Vache.  El conjunto, combinado con las cajas pulidas y satinadas, resulta atractivo, elegante y con un punto informal francamente seductor.

Es sin duda una apuesta que puede sorprender a los seguidores de la marca, pero tampoco es desusada. Me viene a la cabeza la Edición de Boutique del Master Memovox, claramente distinta a la de sus antecesores más próximos y sin embargo más que deseable. Vamos a ver las características de los tres modelos.

JAEGER-LECOULTRE MASTER CONTROL DATE

Una joya, en mi opinión. Aúna la elegancia de un tres agujas con una facilidad de uso que le abre las puertas de cualquier otra situación no formal para seguir siendo el punto de partida de nuevas conversaciones allá donde vaya. Tiene un diámetro de 39 mm y una altura de sólo 8,5 mm, por lo que en ese sentido es un reloj de vestir de manual. Las agujas, al igual que en los otros dos modelos, son con forma de jeringuilla. Clásicas de forma, pero al estar caladas y ser anchas permiten una lectura cómoda de la hora sin apoderarse del escenario. Lo mismo ocurre con la ventana de fecha, que se integra bien en el paisaje y además resulta atractiva porque Jaeger ha tenido el detalle de pintarla en azul.

Por dentro se mueve el calibre de manufactura 899/1 de tan solo 3,3 mm de altura. Tiene 219 piezas y un volante que late a 4 hercios. La reserva de marcha es de sólo 38 horas. Yo creo que a estas alturas de juego Jaeger debería mejorar este aspecto, porque a un calibre de manufactura se le exige mucho más hoy en día. El movimiento está tan bien decorado como se espera de JLC, y el rotor de oro rosa es particularmente atractivo. Es, en definitiva, un excelente reloj.

JAEGER-LECOULTRE MASTER GEOGRAPHIC

El reloj más difícil de la colección porque tiene que lidiar con un montón de información que hace que se desequilibre en su estética: todo limpio en el hemisferio superior pero muchas cosas ocurriendo inmediatamente debajo. Y aún así me gusta más que las otras versiones Master Geographic, que en mi opinión adolecen de un indicador de reserva de marcha demasiado grande que resulta en una esfera innecesariamente ocupada.

El Master Geographic repite medida de 39 mm, pero la altura, lógicamente, es algo mayor: 11,77 mm. Ningún problema para llevarlo, aunque yo hubiera preferido un pulsador en vez de una corona roscada para los cambios horarios. Es, desde luego, una excelente opción que además recuerda a los relojes con hora universal gracias a la ventana con las ciudades de los distintos husos horarios (además del horario de verano).

JAEGER-LECOULTRE MASTER CHRONO

Un seductor nato gracias a una esfera impecablemente equilibrada. Sólo tiene dos registros, que en mi opinión es la forma más elegante para un cronógrafo. Para mí el problema es que los dos registros son de cronógrafo (30 minutos y 12 horas), por lo que no hay segundero. Eso se traduce en que el reloj es más estático que el Master Control Date, salvo cuando se accione el crono. Que por cierto así es como se soluciona el problema, teniendo siempre el marcha el medidor de tiempos cortos. Pero no es la mejor solución, por el desgaste al que somete al conjunto; yo hubiera preferido sólo un contador de 30 minutos y un pequeño segundero.

Las medidas del reloj crecen hasta los 40 mm de diámetro y los 12,1 mm de altura, pero el reloj no pierde su elegancia en ningún momento, acrecentada por el juego de satinados y pulidos en la carrura y los pulsadores del crono. Y es en esta esfera donde más relevancia toman los tonos azules y ese aspecto juvenil que permea las esferas. Aparece tanto en el taquímetro como en las dos subesferas que registran los tiempos que calcula el calibre automático 751G, un movimiento de 4 hercios con rueda de pilares y dos barriletes que proporcionan una reserva de marcha de 65 horas.

En definitiva estos Jaeger-LeCoultre Master son un excelente intento de la casa por modernizar una de sus líneas más populares y de paso rebajar sus precios. El Master Control Date cuesta 5.950 euros. La versión para viajeros tiene un precio de 9.900 euros. Por último, el Master Chronograph cuesta 8.350 euros. Yo me temo que esta edición no tenga más recorrido, lo que francamente me parecería una pena. Pero a su vez hará que aquellos que la compren tengan en el futuro un reloj que seguro será apreciado por su singularidad. Más información en Jaeger-LeCoultre.es

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