Ulysse Nardin está en un momento dulce. Tiene un nuevo CEO, Patrick Pruniaux, que está continuando la labor de aggiornamento comenzada por Patrik Hoffmann (puedes leer sobre los dos aquí) con menos modelos -lo que hacía mucha falta- pero más cerca de lo que el cliente demanda, por lo que por ahora no hace sino dar en el clavo. Y todo ello sin abandonar la vanguardia tecnológica que les distingue desde hace casi un par de décadas ya. Vamos a ver la colección Ulysse Nardin 2018 que vimos en Ginebra, empezando por la joya de la casa.
ULYSSE NARDIN 2018: FREAK
El Freak es, desde su aparición en 2001, el puntal técnico de Ulysse Nardin. Entonces introdujo el silicio en la relojería, un avance que hoy ya es casi estándar. Este año presenta por primera vez un movimiento automático, pero siendo el Freak no podía ser cualquier cosa sino algo muy especial: el llamado «Grinder». UN afirma que este sistema es dos veces más eficaz que el rotor normal. El “Grinder” aprovecha mejor el más mínimo movimiento de la muñeca, y como la masa oscilante está conectada a un marco con cuatro brazo tiene el doble de fuerza. Por último un mecanismo de guiado flexible limita la fricción.
El Escape Constante Ulysse Nardin es otro de los avances de este Freak. Se basa en el principio de mecanismos flexibles, aprovechando la elasticidad de los muelles lámina. Presenta un escape de fuerza constante fabricado completamente en silicio, y un marco circular con una horquilla que se mueve sin fricción. La horquilla está fijada en el centro y se apoya sobre dos pequeñas micropaletas. Montadas perpendicularmente entre sí, están sujetas a una fuerza de flexión que las curva y las mantiene en un estado biestable. El resultado es un balance de energía positivo que mantiene las oscilaciones de la rueda de volante a una velocidad constante sin la influencia de la variación de par del espiral. Lo expliqué más extensamente en este artículo.
A pesar de lo singular que es el Freak (nadie lo va a confundir nunca con ningún otro reloj) y de los avances que integra, el precio no es ninguna locura -comparado con lo que estamos acostumbrados a ver, me refiero-. Cuesta 95.800 euros.
ULYSSE NARDIN 2018: DIVER DEEP DIVE
El más poderoso representante de la colección Diver de Ulysse Nardin es este Hammerhead, plasmado en la trasera del reloj. La caja de titanio de 46 mm de diámetro integra un protector basculante en titanio para la corona situada a las 2 y una válvula en helio situada a las 9 para el buceo de saturación. El calibre de manufactura integra, claro, áncora, escape y espiral de silicio. La correa de caucho incluye un eslabón extensible que permite ajustar el reloj a la muñeca durante las inmersiones… o en la oficina, que todo vale.
Es una edición limitada a 300 unidades con un precio de 12.100 euros.
ULYSSE NARDIN 2018: MARINE TOURBILLON BLUE GRAND FEU
Este nuevo marinero aúna todo lo clásico y lo moderno que tiene UN: por un lado la preciosa esfera guilloché azul, creada con esmalte Grand Feu del que la casa es experta (como expliqué en mi visita a la manufactura), los numerales romanos y las manecillas de picas -elementos clásicos de los cronómetros marinos- y el tourbillon, que en este caso además es volante. Por otro, el volante, el espiral y el áncora son de silicio. Todo ello en una caja de 43 mm hermética hasta 100 metros. Su precio es de 28.250 euros.
ULYSSE NARDIN 2018: MARINE TORPILLEUR MILITARY
Tras el éxito de los Tourpilleur el pasado año (que vimos con fotos y vídeo en este artículo) UN lanza ahora esta versión Military. La caja crece 2 mm hasta los 44, lo que les da una presencia muy potente -como se verá cuando los presente con fotos en vivo-. La esfera es color cáscara de huevo o negra, muy imponente. En el pequeño segundero aparece el número de fabricación, porque es una serie limitada a 300 unidades. Verás qué rápido se venden. El precio de ambas es de 7.900 euros.
ULYSSE NARDIN 2018: CLASSICO MANUFACTURE
La colección Classic de Ulysse Nardin es en realidad un cajón de sastre donde se alojan una gama de relojes muy diversa: desde tourbillones o repetidores de minutos hasta la gama Classico, los más sencillos de todos. En este caso las formas academicistas se apartan ante la presencia del esmalte Grand Feu, que este año presenta la novedad de un negro profundo, muy difícil de conseguir con esta técnica. Por supuesto el calibre es de manufactura y la tecnología usada es la de silicio. Su precio es de 8.900 euros.
Como es habitual con los relojes del SIHH más adelante iré presentando en vivo los modelos. Dejo como colofón otra de las especialidades de Ulysse Nardin: los relojes eróticos. En este caso es el llamado Classic Voyeur, un repetidor de minutos que en su versión de oro rosa cuesta 295.000 euros. Más información en UlysseNardin.com.