Mientras Blancpain estaba entretenida creando el primer reloj profesional de buceo, allá por los años 50, los calendarios completos -ya sabes, los que no conocen de longitud de meses y por tanto necesitan un ajuste cuando el mes no tiene 31 días- hacían furor en las muñecas de sus afortunados poseedores. Curiosamente luego ha ocurrido lo contrario: los calendarios completos casi cayeron en el olvido mientras que los relojes de buceo han gozado (y mantenido) una buena salud envidiable. Hasta que el año pasado comenzamos a verlos otra vez (por ejemplo aquí y aquí). Como relaté en el artículo sobre mi visita a la manufactura, la crisis del cuarzo, que hizo desaparecer a tantas empresas, llevó a la venta a la por entonces llamada Rayville-Blancpain a Jean-Claude Biver, que se hizo con ella en 1983. El primer reloj que lanzó la nueva Blancpain fue, precisamente, un calendario completo. Y fue un éxito que puso a la marca en marcha de nuevo. Desde entonces la complicación ha acompañado a la casa en sus colecciones.
En 2002 Blancpain añadió un segundo huso horario al reloj, presentando así su primer Blancpain Villeret Quantième Complet GMT. Ahora, y de cara a Baselworld 2018, la manufactura vuelve a lanzar el modelo pero con unas diferencias sustanciales. En primer lugar en lo que hace al movimiento: el calibre 67A5 integra ahora espiral de silicio, un avance fundamental porque lo hace invulnerable ante los campos magnéticos y las fluctuaciones de temperatura. El motor, automático, se mueve a 4 hercios (28.000 alternancias por hora). Y lo puede hacer durante 72 horas sin necesitar del cariño de su dueño.
El otro cambio sustancial afecta a la corrección de las funciones del reloj: ahora el Blancpain Villeret Quantième Complet GMT incorpora los pulsadores disimulados en las asas del reloj reloj, una solución técnica de la casa muy inteligente. De esta forma las bellas formas de la caja (de 40 x 11,80 mm) no se ven alteradas por los clásicos pulsadores en medio de la carrura. Se podría argüir que el acceso es más complicado, pero de hecho la pulsación se hace con el dedo (no con un instrumento), y al fin y al cabo los cambios no se hacen continuamente. A mi me parece una idea estupenda.
En la esfera no hay cambios: siguen las dos ventanas de día y de mes, mientras que la fecha se sigue marcando con manecilla de serpentina, una herencia del siglo XIX. La fase lunar vuelve a usar esa Luna Art Deco tan personal y atractiva, mientras que las manecillas se han esqueletado para aligerar la imagen de conjunto. El Blancpain Villeret Quantième Complet GMT se ofrece con caja de acero y esfera blanca o caja de oror rojo con esfera opalina. Se pueden atar con una correa de piel de aligátor o con brazalete en su metal correspondiente. No se han anunciado precios, así que habrá que esperar a la inminente Baselworld 2018. Mientras tanto, hay más información en Blancpain.es.
