Siempre he pensado que lo que le falta a Bovet para alcanzar el reconocimiento que se merece es una mercadotecnia mejor, o al menos invertir más dinero en ella. Entiendo que cuando lleva tanto tiempo así es porque le va bien y vende todo lo que tiene que vender, pero ahora mismo sus creaciones son en su mayoría desconocidas por los aficionados a la relojería, y en mi opinión se merecen muchas más alabanzas de las que tienen. Sólo hace falta ver el reportaje en vivo del Bovet Récital 18 para darse cuenta de que estamos ante una manufactura con todas las de la ley, que domina las más elevadas técnicas relojeras. Y aún así, como digo, vuela muy por debajo del radar. Eso pasa también, claro, con estos dos Bovet Amadeo Fleurier Virtuoso V.
LA CAJA AMADEO
Uno de los elementos característicos de Bovet es el tener tres relojes en uno, ya que gracias al sistema de anclaje y desanclaje la pieza pasa de ser un reloj de muñeca a uno de bolsillo y a reloj de mesa, además por supuesto de poder disfrutar de dos esferas.
Es un sistema muy inteligente porque es fácil y seguro, ya que al no hacer falta herramienta alguna no hay peligro de que el material noble utilizado en la caja. Además está resuelto de una manera elegante, perfectamente integrada en el estilo Bovet.
EL CALIBRE VIRTUOSO II
Bovet es una de las pocas manufacturas que crean sus propios espirales, un proceso que implica tratar el metal para darle la longitud y grosor adecuado. Tras esa labor hay que volver a darle tensión porque el metal ha quedado «estresado» y ha perdido buena parte de sus cualidades elásticas. A continuación hay que cortarlo y contornearlo según necesite el movimiento para después equilibrarlo de manera que funcione correctamente. Los especialistas en espirales son escasos y muy apreciados, y por eso para considerar a una casa relojera una manufactura 100% se dice que debe hacerse sus propios espirales. El proceso puede verse aquí de manera resumida:
El calibre Virtuoso II fue el primero de la casa sin un Tourbillon y con complicaciones adicionales; hizo su primera aparición el el primer Virtuoso V, en 2015. El lado que la caja que descubre el movimiento permite ver el delicado trabajo de decoración que siempre emplea Bovet. Además el Calibre Virtuoso II à spécialités horlogères DIMIER 1738 13BM11AIHSMR, que es el nombre completo del motor (yo creo que sólo en Bovet el nombre del calibre es más largo que el del reloj), muestra una perfecta simetría que no hace sino contribuir a la elegancia de la pieza.
El Bovet Amadeo Fleurier Virtuoso V no es un reloj pequeño, aunque pueda parecerlo por las fotos: la caja tiene 43,5 mm de diámetro y 15,70 de altura, pero seguramente su efecto en la muñeca sea menor sobre todo por el lado azul, ya que el color oscuro hace las piezas visualmente más pequeñas. Por cierto que es la primera vez que la esfera es completa, y para ello Bovet ha desarrollado una nueva decoración guilloché encantadora. El reloj está disponible en oro rojo con un precio de 78.700 euros o en oro blanco por 82.300 euros. Más información en Bovet.com.