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Chopard en Baselworld 2018: el atractivo de la exigencia técnica

Chopard en Baselworld 2018

Ya tenemos aquí las primeras armas con las que se presenta Chopard en Baselworld 2018, y tienen muy buena pinta. Parece un currículum abreviado de lo que puede hacer la manufactura, porque pasa de la alta relojería sancionada con el Punzón de Ginebra a relojes deportivos con una cara muy atractiva y a seducir al público femenino con uno de los modelos para mujer más exitosos del mercado. Vamos a verlos.

L.U.C QUATTRO

Sin duda la estrella de los relojes de Chopard en Baselworld 2018 (al menos por ahora). El L.U.C Quattro no es desde luego un recién llegado, porque lleva presumiendo de 9 días de reserva de marcha desde que apareciera por primera vez en 2011. En ese entonces sorprendió su tecnología (que rápidamente patentó Chopard) que conseguía unir cuatro barriletes de dos en dos. Dentro de cada uno se enrolla un muelle de 47 cm -un muelle para una reserva de 40 horas mide alrededor de los 30 cm-, dando un total de 1 metro y 88 cm. Aunque ya hay numerosos relojes con largas reservas de marcha con menos barriletes, 9 días sigue siendo un duración mucho más que respetable, más aún cuando se consigue en sólo 3,7 mm de altura. Y desde luego ningún otro reloj tiene un nombre tan sexi como «Quattro» (que se lo digan a Audi).

Además el L.U.C Quattro ostenta el Sello del Punzón de Ginebra, lo que significa que el reloj está ensamblado en Ginebra y que sigue una serie de criterios de evaluación muy rigurosos. Por eso es también un cronómetro certificado por COSC, con unos acabados que miran de tú a tú a cualquier otro que presuma de alta relojería.

Pero donde de verdad se aprecia un cambio casi radical es en la esfera. La indicación semicircular de la reserva de marcha sigue apareciendo a las 12 horas, mientras que el registro a las 6 acoge tanto el pequeño segundero como el día del mes. Sin embargo, cuando miramos al resto de componentes nos acordamos instantáneamente del L.U.C XP que vimos con fotos en vivo y precios. Y que se parezca a ese reloj es muy bueno, porque hace de este Quattro la versión más moderna y atractiva. El reloj pierde los gruesos numerales romanos que acompañaban a las versiones anteriores, quitándole un montón de peso de encima. Ahora hay tan solo dos arábigos y el resto son simplemente índices. Además se acuestan sobre un fondo con satinado vertical francamente atractivo. Todos los indicadores son de acero azulado, como lo son las agujas de horas, minutos y segundos. Las principales están también tratadas con Super-LumiNova.

Los numerales arábigos tienen la fuente a la que ya nos tiene acostumbrados Chopard y que es una de las más atractivas y elegantes del mercado (su máxima expresión la encontramos -con fotos en vivo- en el Chopard Regulator). La caja de oro rosa, como los demás Quattro, es de 42 mm de diámetro  y 8,84 mm de altura, así que podrá acompañar a su dueño con cualquier elemento de su armario, sea de traje o informal. El L.U.C Quattro es una edición limitada a 50 unidades cuyo precio no se ha desvelado aún, pero que supongo estará en el entorno de los otros modelos (23.300 euros actualmente).

MILLE MIGLIA RACING COLOURS

El año pasado, como todos los años, Chopard lanzó una edición especial dedicada a la Mille Miglia de 2017, esta de aquí arriba. El reloj venía a unirse a los modelos «no especiales» (por así decir) que vimos con fotos en vivo aquí. Tenía una concepción clásica del cronógrafo; es decir, con registros a las 3-6-9 y con pulsadores aún más clásicos, de pistón. Pues bien, a partir de este reloj la casa ha pensado en lanzar una edición especial.

Y en efecto, para celebrar el 30 aniversario de la asociación entre Chopard y la Mille Migila, la manufactura presenta la Colección Mille Miglia Racing Colours, una reedición de una colección histórica que sin duda va a ser otra de las novedades más buscadas de Chopard en Baselworld 2018. La Colección tiene cinco colores. De izquierda a derecha: Rosso Corsa, Vintage Blue, British Racing Green, Speed Yellow y Speed Silver. Son los colores que, en los inicios de las carreras automovilísticas, se atribuyeron a cada una de las naciones que competían. Rojo italiano, azul Bugatti y Talbot, verde británico, amarillo belga y plateado alemán.

Esos mismos colores  con sus respectivas denominaciones se han grabado en la trasera, en una franja que atraviesa el cristal de zafiro. La franja tapa el calibre, que no es otro que el Valjoux 7750. Si bien, como es habitual en Chopard, es la versión certificada por el laboratorio COSC. Por eso en la esfera, bajo el nombre del fabricante, aparece la leyenda «Chronometer», reservada para los relojes certificados por el laboratorio suizo. Las cinco piezas se lanzan en edición limitada a 300 unidades, y sólo se podrán encontrar en las boutiques propias o en los corners que tiene la marca. Su precio, una vez más, no está definido.

HAPPY SPORT MANUFACTURE

Chopard quiere celebrar el 25 aniversario de los Happy Sport con la incorporación de un movimiento mecánico automático. Y es que fue en 1993 cuando Caroline Scheufele combinó el acero en la caja con unos brillantes que se movían -y se mueven, claro- libremente por la esfera. La idea fue un éxito que perdura hasta ahora en infinidad de combinaciones, hasta el punto de convertirse en uno de los relojes femeninos más reconocibles. Pues bien, ahora de su fábrica Fleurier Ebauches (de la que hablé en mi visita a la manufactura Chopard) surge el calibre 09.01-C para alimentar de manera automática el alma del reloj.

Es una gran idea porque tener un calibre mecánico siempre prestigia una colección y la saca de la alienante definición de «reloj de moda». En este caso estamos hablando de un calibre industrializado, sin decoraciones a mano, pero no importa: el movimiento se sigue viendo muy bien. Como el Happy Sport tiene sólo 30 mm de diámetro de caja el calibre se ha tenido que hacer obligatoriamente pequeño: 20 mm de diámetro y 3,65 de altura. Curiosamente se mueve a 3,5 hercios, es decir, a 25,200 alternancias a la hora. La reserva de marcha es de sólo 42 horas. Las cajas disponibles son de acero, acero y oro rosa o sólo oro rosa, mientras que las esferas son todas de nácar, blanco o rosa, y por supuesto con cinco diamantes moviéndose libremente. Y, de nuevo, hay que esperar para confirmar el precio en la web oficial o consultarlo en los puntos de venta.

Ya no falta nada para que podamos ver qué otras buenas sorpresas nos tiene preparado Chopard en Baselworld 2018. Mientras tanto hay más información en Chopard.es.

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