Uno de los relojes favoritos de los fans de Omega es el reloj con peor suerte a la hora de que lo reconozcan como se debe. Fue bautizado como Omega Seamaster Diver 300M, pero qué poca gente lo llama así. Como mucho SMP (de Seamaster Professional), pero lo normal, como todo el mundo lo conoce cuando se hace referencia a él, es “el reloj de James Bond”. Pues bien, el reloj vuelve ahora y en 14 versiones nada menos. Para ver sus orígenes lo mejor es ver este vídeo sobre los relojes de James Bond:
No es que el reloj hubiera desaparecido de la colección, pero Omega lo había ido actualizando y llegó un momento en que se deshizo de uno sus rasgos más característicos: la decoración con forma de olas. El modelo fue separando poco a poco su destino del de Bond para tomar entidad propia y aumentar así sus posibilidades de venta, porque ya no dependía de los seguidores de la saga. Pero el año pasado Omega presentó el Commander’s Watch como homenaje a la figura del agente británico. Ahora está claro que era el -usando el lenguaje cinematográfico- teaser tráiler de lo que iba a llegar.
El nuevo Omega Seamaster Diver 300 M ha crecido un milímetro en su diámetro, pasando a 42. El bisel es cerámico con inserciones en ceragold o en esmalte blanco, lo que garantiza la permanencia del tono. También son cerámicas las nuevas esferas, con las formas ondulantes grabadas a láser. El reloj se ofrece con esfera azul, negro o gris.
La ventana de fecha se ha trasladado de las 3 horas a las 6; los índices se desmarcan claramente de la esfera y se muestran rebosantes de Super-LumiNova. Las manecillas mantienen la forma que les dio fama. Y, desde fuera, controlándolo todo, la sempiterna válvula de helio, por si acaso hay de verdad alguien que se sumerge tan hondo como permite el reloj. Ahora tiene una forma cónica y se puede manejar incluso bajo el agua.
En la parte de atrás se puede ver, por primera vez, el calibre. Y es, una vez más, un Co-Axial Master Chronometer con el certificado METAS: 25,500 alternancias a la hora (3,5 hercios), 55 horas de reserva de marcha y una resistencia de hasta 15.000 Gauss. Además, por supuesto, del certificado de cronometría.
El Omega Seamaster Diver 300M estará disponible con brazalete de acero o con correa de caucho negra o azul. También hay una versión con oro Sedna y esfera negra -disponible a partir de julio- y otra, en versión limitada a 2.500 unidades, en la que la base del bisel y el brazalete están hechos de tantalio. El precio del reloj dependerá, claro, de la opción elegida, pero comienza en unos razonables 4.400 francos suizos. Más información en Omega.es.