Antes de hablar sobre cómo es este nuevo TAG Heuer Monaco Bamford hay que saber también qué es (y quién es) Bamford. El nombre de la casa parte del de su fundador, George Bamford, hijo del dueño de la empresa JCB y por tanto con una situación económica que le ha asegurado crecer rodeado por -y disfrutando de- artículos de lujo. De hecho cuando cumplió 18 años le regalaron un Rolex Daytona, del que pensó -con buen sentido- que era el mejor reloj del mundo. Sin embargo se dio cuenta de que no era un reloj único, que había muchos otros como el suyo y que tenía que hacer algo para que el suyo fuera auténticamente singular. Ese es el origen de Bamford Watch Department.
George, que es de por sí un gran aficionado a los Rolex y a los relojes deportivos históricos, comenzó a modificar los relojes revistiéndoles en primer lugar con PVD negro de alta calidad, para después ir añadiendo diferentes materiales y colores. Como suele ocurrir con lo que es distinto, al principio sus modificaciones recibían una mezcla de desdén y acusaciones de herejía. Pero poco a poco sus relojes comenzaron a ser percibidos como algo distinto, notablemente poderoso a la vista y, sobre todo, único; los clientes no tardaron en llegar, y de su mano vino también la fama. Jean-Claude Biver, que para estas cosas tiene un olfato que ya quisiera para sí Jean-Baptiste Grenouille (el protagonista de El Perfume, Historia de un Asesino), llegó a un acuerdo con George el pasado octubre de manera que TAG reconocía oficialmente a Bamford como «personalizador» autorizado por la marca. Y en Baselworld 2018 anunciaron el TAG Heuer Monaco Bamford, la primera de la que seguro será una colaboración más larga.
Y la verdad es que el primer fruto no ha podido salir más perfecto. El Monaco es un reloj que no necesita presentación porque es un una de las figuras más reconocibles del mundo relojero. Fue por tanto una gran elección porque así el resultado destaca aún más. En este caso se ha tomado la caja prácticamente cuadrada -de 39 x 39 mm- y se ha forjado en carbono, con una apariencia marmórea que le sienta de fábula: no pierde un ápice de su geometría y gana una originalidad y modernidad que hacía mucho que no veíamos en el Monaco.
La corona a las 9 horas y los pulsadores del cronógrafo siguen en el mismo sitio de siempre, respetando así la configuración del Calibre 11 (que es un Sellita SW 300 con un módulo de cronógrafo Dubuis Depraz). En la esfera (y en la corona) se ha utilizado el «Aqua Blue», uno de los sellos de la casa y que obra poco menos que un milagro en el TAG Heuer Monaco Bamford: respeta absolutamente la faz más conocida del reloj y a la vez lo convierte en un objeto rabiosamente moderno y elegante.
Los registros del cronógrafo también se han visto inundados por el Aqua Blue, lo que ocasiona la gran diferencia con el Monaco original: los números han debido ser perfilados en negro para que se puedan distinguir, y eso hace que sean más gruesos que el original (que se puede ver aquí). ¿Importa mucho? A mí en absoluto porque el diseño es coherente y atractivo, y al fin y al cabo si se hubiera querido hacer un Monaco absolutamente tradicional no habría hecho falta llamar a Bamford. De hecho esta interpretación es lo más moderno que le hemos visto al reloj desde el añorado Monaco V4, y le viene bien a los relojes clásicos reivindicar su desenvoltura también con hechuras modernas.
Y qué decir de su aspecto cuando te adentras en zonas oscuras. El tratamiento de Super-LumiNova le queda pintiparado. Me pregunto qué pensará alguien que lleve un Apple Watch y vea esta pieza mecánica brillar por sí sola a oscuras. Supongo que no mucho porque a todos nos gusta lo nuestro y nos parece lo mejor, pero la verdad es que cuánta más vida se ve en esta foto que en todas las pantallas de un smartwatch juntas.
El TAG Heuer Monaco Bamford, como todos los Monaco, parece en la muñeca mayor de lo que es por su forma cuadrada, pero es muy cómodo de llevar, y más aún con un empaque como el que se gasta. El reloj se venderá exclusivamente en la tienda en línea de la marca y en sus boutiques, con un precio de 7.350 euros. Más información en TagHeuer.es.