El Grupo Richemont lleva ya más de un año generando noticias relacionadas con la gestión operativa de las diferentes maisons. Si el secreto bancario suizo es legendario, en realidad se queda en nada comparado con el secreto de las casas relojeras (única industria, junto con la de armamento, de la que no se saben cifras de ventas de producto). Por eso contrasta tanto la habitual discreción con tantas noticias que, a buen seguro, por un lado incomodan a los accionistas -de suyo conservadores- y por otro lado les traen cierta tranquilidad al ver que al Grupo no le tiembla la mano cuando hay que meterse en harina.
Todo empezó en noviembre de 2016, mes en el que el Grupo Richemont anunció que desaparecían los Directores Generales de las marcas y colocaba a dos pesos pesados al mando: Jérôme Lambert y Georges Kern. En febrero de 2017 se dan a conocer los nuevos directores de Piaget y Vacheron Constantin. Jaeger-LeCoultre queda sin un director como tal bajo el mando genérico de Georges Kern, y con un director operativo en la figura de Geoffrey Leffebvre.
Pero sorpresivamente en julio se va Georges Kern a Breitling, de la que se ha convertido en accionista. Jérôme pasa a ser, de manera efectiva, el mandamás del Grupo (por debajo del dueño Johann Rupert, claro). Además, junto con el salto hacia arriba del Señor Lambert el Grupo Richemont anuncia un fuerte crecimiento hasta septiembre. Sin embargo este mismo mes el Grupo ha vuelto a dar otra de arena: va a recomprar stock por valor de entre 150 y 180 millones de euros, según JP Morgan o Berenberg respectivamente. Además dentro del plan estratégico del grupo está la reducción de producción en sus casas, para ajustarse mejor a la demanda. Si se ve el informe anual de 2017 -que abarca hasta septiembre y que se puede descargar aquí– se puede ver que las ventas cayeron casi un 4% (de 11.076 a 10.647 millones de euros), pero el beneficio operativo tuvo una caída del 14% (de 2.071 a 1.764 millones de euros). Es cierto que esa caída tiene en cuenta la masiva recompra de inventario -fundamentalmente de Cartier- que se hizo en su momento, pero también es verdad que si no se tiene en cuenta el beneficio obtenido por la fusión de Net-a-Porter y Yoox la caída del beneficio respecto al año anterior habría sido del 24%. Y encima la peor parte se la llevan las casas relojeras, porque mientras que las casas de joyería cayeron un 2% las de relojes lo hicieron en un 10,7%
Es con estos datos ya públicos cuando se anuncian los nuevos cambios en el Grupo Richemont. El más llamativo es sin duda la llegada de Catherine Renier a la cabeza de Jaeger-LeCoultre. Catherine llevaba ubicada en Hong Kong desde hace 10 años. Primero como Directora Comercial de Van Cleef & Arpels y desde hace 5 como presidenta de la zona de Asia/Pacífico. Para mí es uno de los nombramientos más sorprendentes, porque el cambio es espectacular. VC&A tiene una relojería muy específica con un perfil de cliente en principio muy distinto al de Jaeger-LeCoultre, y sobre todo muy femenino (en mi opinión, a menudo rozando -o más que rozando- lo cursi). Es cierto que el mercado femenino es cada vez más importante para Jaeger, pero no deja de ser singular el nombramiento dado el perfil de la manufactura.
De lo que sí hay que alegrarse es que haya otra mujer en puestos directivos.
Alain Zimmermann ha sido el Director de Baume & Mercier desde 2009 (después de pasar por Cartier e IWC). Ha estado al timón de una nave que lo pasado mal, pero ha conseguido sacarla adelante y poco a poco va encontrando su sitio y nuevamente el reconocimiento del mercado. En esto va a ser capital el éxito de la nueva familia de relojes presentados en el SIHH 2018, los Clifton Baumatic. A partir del 1 de junio Alain pasa a ser el Director de E-Commerce de todo el Grupo Richemont. Curiosamente el negocio online es algo en lo que no está aún Baume & Mercier.
El puesto de Alain en B&M pasa a Geoffroy Leffebvre que hasta ahora actuaba como director operativo de Jaeger-LeCoultre. Previamente había estado en Vacheron Constantin (desde 2014 hasta 2017). Veremos a ver por dónde va su idea de negocio.
Por último, Jean-Marc Portrué ha entrado en abril a dirigir Panerai, como ya se había anunciado en diciembre, tras la jubilación de Angelo Bonatti, la persona que puso a la marca donde está ahora. Este nombramiento es también muy llamativo porque hasta ahor Portrué dirigía Roger Dubuis. RB siempre se ha distinguido por sus diseños atrevidos y muy distintos (eso sí, desde unos altísimos e irrenunciables presupuestos técnicos), por lo que va a ser interesante ver qué hace el nuevo director con una marca como Panerai, extraordinariamente fiel a sus diseños históricos.
Esperemos que todos estos cambios sean para bien. Más información en Richemont.com.