Desde 2004 Frederique Constant patrocina rallies de coches de época en diferentes países, además de ser a menudo el cronometrador oficial. Por eso lanza todos los años una edición limitada de relojes Frederique Constant Vintage Rally Chronograph, como la que vimos aquí. Una de las vinculaciones de la manufactura es con el European Healey Club, con quien lleva colaborando años y a quien ha vuelto a apoyar en 2018, particularmente de cara al V Encuentro Healey que tendrá lugar en la Selva Negra.
El resultado son los nuevos Frederique Constant Vintage Rally Chronograph, inspirados en el diseño de los Austin-Healey de los años 60. Se presentan con una caja de acero o de acero chapado en oro rosa con un diámetro de 42 mm. Es una buena idea la de hacer una caja más grande para adaptarse a las muñecas actuales, pero seguramente será criticada por los puristas que piensan que un reloj de estilo retro debería tener unas medidas no mayores de 38 mm de diámetro.
La caja presenta unas formas redondas clásicas, acentuadas por los pulsadores del cronógrafo tipo pistón. Otro detalle moderno en un reloj de espíritu vintage es la inclusión de un cristal curvado, pero de zafiro. Así resiste los arañazos, el talón de Aquiles de los cristales minerales. Claramente se busca satisfacer a clientes a los que reloj entre por el ojo (los que más) y no tanto a los devotos de lo retro (muchos menos). La caja es hermética hasta 50 metros.
Los Frederique Constant Vintage Rally Chronograph se presentan con tres esferas diferentes y muy atractivas. Imitan a los colores de los vehículos de la época, así que podemos ver una verde (muy británica), una azul y una plateada pero con el reborde en granate. Tienen dos registros simétricos, uno para el pequeño segundero y otro para el contador de 30 minutos.Las manecillas y los números árabes de la esfera poseen un revestimiento luminiscente que permite ver las indicaciones tanto de día como de noche. Completan la esfera el logotipo de Austin-Healey. Frederique Constant ha hecho muy bien en no incluir una ventana de fecha para no romper la estética retro del reloj porque queda mucho mejor así.
El reloj se mueve gracias a lo que FC llama calibre FC-397, que por sus características (25 rubíes, frecuencia de 28.800 alt./h y reserva de marcha de 46 horas) nos permite pensar que es el eterno Valjoux 7750, una garantía de funcionabilidad y durabilidad. El calibre se puede ver gracias al zafiro posterior, en el que se aprecia la personalización del rotor.
Las correas de piel están perforadas y remiten al estilo de los guantes de piloto, aportando un aire deportivo y elegante a la muñeca. Esta edición limitada de tan solo 2.888 unidades del Frederique Constant Vintage Rally Healey Chronograph se entrega en un estuche que incluye una réplica en miniatura del Austin-Healey NOJ 393. Tiene un precio de 2.690 euros para las dos versiones de acero y de 2.990 euros para la versión con chapado en oro. Más información en FrederiqueConstant.com.