El vintage era esto. El lanzamiento del First OMEGA Wrist-Chronograph Limited Edition supone un salto cualitativo increíble. No hay marca que no lance versiones de sus relojes antiguos, y cuando digo antiguos puede ser de los años 30 -por ejemplo- o de los años 70, dependiendo de qué marca sea. Ahora mismo todo lo vintage está de moda y los diseños de antaño nos parecen mucho más inspirados que los modernos. Pero esto de Omega es algo especial, distinto y nunca visto.
Lo que ha hecho Omega con estos First OMEGA Wrist-Chronograph Limited Edition es literalmente recuperar 18 calibres originales de su primer movimiento cronógrafo aparecido en 1913 -llamados 18»’ CHRO- y actualizarlos completamente. Es decir, no ha construido nuevos calibres copiando los anteriores, sino que ha tomado los originales y los ha pasado por las manos de sus relojeros para sustituir piezas gastadas, cambiar rubíes y redecorarlas.
Según Omega, «se han necesitado varios cientos de horas de trabajo manual para transformar cada uno de los calibres 18»’ CHRO. Fue un proceso llevado a cabo en el Atelier Tourbillon de Omega (donde se hacen los Omega Tourbillon, la única alta complicación que hace la casa -descontando, claro, los cronógrafos, que son una de las altas complicaciones-), y toda la maquinaria utilizada fue original, asegurándonos así que el trabajo era fiel al original».
El problema principal estribó en que en movimientos tan antiguos ninguno de ellos es exactamente igual entre sí, y las piezas pueden tener dimensiones distintas. Por eso cada movimiento ha sido reconstruido con elementos específicamente realizados para ellos. Después se decoró las platinas, puentes y elementos de acero.
Por supuesto esto no es un calibre coaxial ni antimagnético ni nada de esos privilegios que disfrutamos hoy en día (y que hacen que cualquier calibre actual tenga mucho más futuro que los antiguos). El espiral es Breguet, el volante es bimetálico y oscila a 2,5 hercios (18.000 alternancias a la hora), así que con un tamaño tan grande debe ser una gozada verlo funcionar. La reserva de marcha es de 40 horas.
Una de las cosas que más me ha llamado la atención es que, por la foto del calibre, no parece haber un sistema de amortiguación en el volante (Incablock o similar), por lo que el reloj sería extraordinariamente sensible a las sacudidas y golpes. Pero es algo que hay que confirmar.
Lo que sí está fuera de toda duda es la belleza del calibre, que se puede admirar gracias al zafiro posterior (una concesión a la modernidad) y que queda oculto por la tapa trasera, un recuerdo de los relojes de bolsillo originales. Es ese origen el que explica el pulsador a las 6 horas.
Toda la estructura del First OMEGA Wrist-Chronograph Limited Edition es también un recuerdo de los relojes de bolsillo originales. Hay que recordar que los primeros cronógrafos de bolsillo de Omega aparecieron en 1885 de la mano de los hermanos Brandt. En 1898 aparece el primer cronógrafo también de bolsillo, pero ya con el nombre y el símbolo de Omega en la esfera. En el año 1900 Omega presentó su primer reloj de muñeca, y en 1913 presentó uno de los primeros cronógrafos de muñeca del mundo.
La mayoría de estos relojes de muñeca se vendían -y promocionaban- como relojes militares, y de hecho muchos de ellos se entregaron a la Royal Flying Corps. El First OMEGA Wrist-Chronograph Limited Edition presenta, con toda la lógica, unas asas finas idénticas a las que se usaban para convertir los relojes de bolsillo en relojes de pulsera.
No extraña por tanto que la caja tenga 47,5 mm de diámetro y 16 mm de altura, lo que lo hace no apto para cualquier muñeca. Esta fabricada en oro blanco pulido a espejo e integra una corona y un pulsador de oro Sedna (el oro propio de Omega). Es también un guiño a los relojes de entonces, que con el tiempo perdían el cromado y empezaba a asomar el latón original.
La esfera es exquisitamente retro. Está realizada en esmalte «grand feu», sobre el que se han pintado unos numerales góticos. Las manecillas son Breguet en acero azulado y el logo es el antiguo. No hay pintura luminiscente ni tampoco se usado la falsa pátina beis, lo que es de agradecer porque estropearía una faz impecable.
A las 9 horas se ubica el pequeño segundero y a las 3 un registro de 15 minutos. La trotadora central está realizada en oro Sedna.
El precio de cada uno de los 18 First OMEGA Wrist-Chronograph Limited Edition es de nada menos que 120.000 francos suizos. Es obvio que el precio está fuera de toda escala, pero es que el reloj también lo está. Es, sencillamente, algo distinto y único. Lo que se paga, además de los cientos de horas empleados en su realización, es el destilado de puro arte relojero y la oportunidad de formar parte de una experiencia única.
El reloj se presenta en un caja forrada en piel, todo hecho a mano. Dentro se incluyen dos correas extra de novonappa y las herramientas para el cambio de las correas, hechas expresamente para esta edición. Además hay una lupa de relojero y un estuche de viaje. Más información en Omega.es.