Este año es el 50 aniversario del lanzamiento del MarineMaster Diver 300 metros uno -otro- de los hitos de Seiko en su larga y prolífica historia de creación de relojes de buceo. Seiko lo ha celebrado, como suele ser habitual, con una reinterpretación del modelo original que ha tenido un éxito arrollador: el Seiko Prospex SLA019 MM 300 Limited Edition es un relojazo que se vende no porque sea un homenaje, sino porque en sí mismo es un reloj de buceo perfecto y con una capacidad de seducción de la que no te puedes esconder (lo vimos aquí con fotos en vivo). Pero el emperador japonés no podía limitar el homenaje sólo a ese reloj, por bueno que fuera, así que nos ha traído también el Seiko Prospex Diver 300m Hi-Beat SLA025, que es una perfecta recreación del modelo original.
El MarineMaster 300m supuso un salto notable con respecto a las prestaciones del primer reloj de buceo de Seiko, que se había lanzado en 1965. El reloj presentaba una hermeticidad de 300 metros, por lo que el reloj puede ser usado para el buceo de saturación. Pero era una característica ya presente en el segundo de los divers lanzados, en 1967. Sin embargo en 1968 el reloj utiliza lo que la casa llama un calibre Hi-Beat, que es un calibre de alta frecuencia: 5 hercios (36.000 alternancias a la hora). Nadie esperaba un calibre así en un reloj instrumental, pero fue sin duda una excelente manera de afirmar la posición de la manufactura en un nicho tan exigente.
La representación del modelo original de 1968 en el nuevo Seiko Prospex Diver 300m Hi-Beat SLA025 es, sencillamente, perfecta. Todo se ha mantenido estética y constructivamente tal como era el reloj. Así, la caja monocasco tiene unas medidas imponentes; no tanto por los 44,8 mm de diámetro -que también- sino sobre todo por los 15,7 mm de altura. Estamos hablando de una herramienta que es para lo que es: para inmersión profunda y por tanto con enormes exigencias de presión y nula visibilidad, de manera que el reloj tiene que aguantar bien y verse mejor.
No es por tanto el reloj que eliges para pasar desapercibido, porque este caballero se va a hacer ver siempre. No hay forma de meterlo bajo la manga, salvo que lleves puesto un kimono. Tampoco conviene llevarlo si se está de mal humor, porque usado como arma para golpear cabezas los daños que puede causar son significativos. Quiere decirse que, aunque el reloj guarda perfecto equilibrio en la muñeca, es grande y relativamente pesado. A cambio el bisel se maneja perfectamente, dada su altura y estriado.
Debajo del cristal de zafiro de doble curvatura del Seiko Prospex Diver 300m Hi-Beat SLA025 la esfera conserva las mismas formas e incluso el color dorado de la escritura del modelo original. Seiko se ha abstenido incluso de llamar a este reloj «Prospex», aunque en puridad el reloj pertenece a esa familia tras la desaparición del ahora añorado nombre de MarineMaster. Destaca singularmente la manecilla del segundero, con ese punta «de semáforo» (a falta de un mejor término para definirla) que por si sola singulariza el reloj. Por supuesto el recubrimiento con Lumibrite de las superficies que lo exigen es impecable.
Por dentro el reloj lleva el calibre de alta frecuencia 8L55, como también lo llevaba su hermano MarineMaster 1000 que vimos con fotos en vivo y el Prospex 300 que he citado arriba. El calibre se mueve a 5 hercios y tiene 55 horas de reserva de marcha. Es como el de los Grand Seiko, pero sin decorar a mano y sin ajustar a las posiciones de cronómetro. Oficialmente, porque ya sabemos que los calibres 8L van de maravilla. El movimiento está tapado por la caja, que es plana para hacerla más cómoda.
Como decía el Seiko Prospex Diver 300m Hi-Beat SLA025 es grande pero se lleva bien, ayudado por una correa de silicona de tacto muy agradable y sujeción perfecta. Es una serie limitada a 1.500 unidades con un precio unitario de 5.700 euros, y ya está disponible en la boutique de Seiko en Madrid. Pero no sé cuántas quedan disponibles, así que es mejor animarse pronto. Más información en Seiko.es.