Se cumple el centenario de Bauhaus, el movimiento creado por la Academia del mismo nombre y que definió, con su lema “la forma sigue a la función”, unos criterios estéticos que marcaron cuando menos el primer cuarto del siglo pasado y cuya influencia ha llegado hasta nuestros días. Si hay una marca ligada a la Bauhaus es sin duda Nomos Glashütte, que desde el principio afirmó su adhesión a la Academia (aunque más aún al movimiento que fue el germen de la Academia, el Deutscher Werkbund). Por eso tiene todo el sentido que se presente la nueva colección Nomos Glashütte Tangente – a Century of Bauhaus Edición Limitada.
Recordemos que la Bauhaus es en realidad la Staatliche Bauhaus (Casa de la Construcción Estatal), una escuela de artesanía, diseño, arte y arquitectura fundada en 1919 por Walter Gropius en Weimar (Alemania). Su labor se desarrolló entre 1919 y 1933. Se fundó con la idea de crear una obra de arte total, que en alemán se define con una sola palabra: Gesamtkunstwerk (está permitido intentar pronunciarlo 5 veces hasta que salga seguido), que define una obra en la que se echa mano de todas las disciplinas artísticas -o de muchas-, o al menos lo intenta.
Más tarde se convirtió en una de las corrientes más influyentes del diseño moderno, de la arquitectura y el arte modernista y de la educación para estas materias. Tuvo una profunda influencia en el desarrollo posterior del arte, la arquitectura, el diseño gráfico, el diseño de interiores, el industrial y en la tipografía. De hecho, lo que conocemos como «moderno» en estas ramas del conocmiento parte de la Bauhaus.
Por su parte el Tangente de Nomos es el reloj más conocido de los surgidos de Glashütte. Fue el primer reloj alemán producido tras la caída del muro de Berlín. La capital alemana fue la sede de la Bauhaus en su última fase (1932-1933) hasta que fue clausurada por el partido Nazi, así que se entiende el por qué de la importancia del movimiento en la ciudad. Pues bien, Berlinerblau es la sede de diseño de los relojes de Nomos, y está, como indica su nombre, en Berlín. Así que los Nomos se construyen en Glashütte pero se diseñan en Berlín. En consecuencia es normal que la influencia Bauhaus se haga notar. El Tangente es un heredero directo de un reloj creado por Lange en 1937, y es conocido por muchos como el reloj Bauhaus. Además, es el reloj construido en Glashütte que lleva más tiempo en producción. Es por tanto lógico que la colección que homenajea a la Academia sea la Nomos Glashütte Tangente – a Century of Bauhaus. Forzosamente tenía que ser el modelo elegido.
La colecciónse compone de tres relojes con tres diámetros que, aunque ahora nos resultan llamativas por su limitado tamaño, son perfectamente coherentes tanto con la Bauhaus como con la propia Nomos: 33, 35 y 38 mm. Son medidas que han estado siempre en la colección de Nomos, y desde luego en la de Tangente. También cuadra con la época que homenajea, ya que los relojes entonces tenían como máximo 35 mm de diámetro. Un reloj de 38 mm era excepcional.
La altura de los Nomos Glashütte Tangente – a Century of Bauhaus llega como máximo a los 6,6 mm así que son perfectos como relojes de vestir. Además, el singular diseño de las manecillas («el reloj redondo con muchos ángulos rectos», lo define la casa) hace que se lleve muy bien y parezca mayor de lo que es.
La esfera tiene un diseño único en la casa, basado en colores simples. Por primera vez se abandona la esfera plateada para elegir un color de papel de dibujo, perfecto para el espíritu del reloj. Es una especie de color crema o cáscara de huevo sobre el que se ha pintado un círculo rojo, amarillo o azul. Sobre ambos destacan los numerales y las manecillas, ambos en negro. Como se ve son colores primarios que pasarían sin problemas el examen de la Bauhaus. La única licencia que se ha permitido Nomos ha sido el guilloché circular del pequeño segundero.
Si no estoy equivocado es la primera vez que se utiliza una esfera bicolor en Nomos (salvo en los recientes Autobahn, que vimos en vídeo). El tono del borde imita perfectamente los usados en el período de entreguerras, y de hecho dice la propia Nomos que están inspirados en los bocetos de Paul Klee, y en efecto, es fácil encontrarlos. Por ejemplo aquí.
Como no podía ser de otro modo, el movimiento que empuja a los Nomos Glashütte Tangente – a Century of Bauhaus es manual. En concreto es el calibre Alpha, el primero que produjo Nomos. Absoluta coherencia. Tiene un diámetro de 23,3 mm y una altura de sólo 2,6 mm. Tiene parada de segundero y sólo 43 horas de reserva de marcha, pero está calibrado en 6 posiciones para convertirlo, de facto, en un cronómetro como los mejores. En este caso no se ve porque está cubierto con una tapa conmemorativa.
Es evidente que los relojes caen del lado pequeño del espectro de medidas. Sin duda el de 33 mm, pero también el de 35 (aunque parece algo mayor) y el de 38 -que también pasa por más grande-. Pero también es verdad que los relojes tienen un encanto muy especial y sobresalen por encima de la oferta estándar del Tangente. Y como además son una edición limitada a 100 unidades por cada modelo entiendo que van a volar de las estanterías de la manufactura.
Los Nomos Glashütte Tangente – a Century of Bauhaus tienen un precio de aproximadamente 1.430 euros para la medida de 33 mm y de 1.550 euros para los tres de 35 mm. Por último, el precio de los de 38 mm es de 1.660 euros (precios por confirmar). Estarán a la venta a finales de agosto, y mientras tanto hay más información en Nomos-Glashütte.es.