El Roger Dubuis Excalibur Aventador S fue el primero de los relojes anunciados como fruto de la alianza con Lamborghini, de la que ya hablé aquí. Yo creo que para hacernos una idea de lo que significa este reloj hay que ver -o mejor aún, escuchar- de qué hablamos cuando se nombra al Lamborghini Aventador S:
Es brutal, ¿verdad? Da hasta miedo oír cómo ruge ese motor. Aunque por dentro está construido a todo lujo el motor es áspero, rudo, violento, sin concesiones de ningún tipo. Y ese era el reto de Roger Dubuis, trasladar esa misma sensación al Roger Dubuis Excalibur Aventador S. Y lo ha conseguido.
No es que la estética de Roger Dubuis estuviera muy alejada de Lamborghini ni mucho menos. Ya conocemos cómo son sus relojes, siempre buscando el atrevimiento, si no formal porque todos los relojes son redondos, si constructivo, porque siempre ha apostado por la innovación en materiales y en la arquitectura de los calibres. Lo vimos por ejemplo en la edición limitada Excalibur Spider Pirelli, que a su vez se basaba en el Excalibur Automatic Skeleton que vimos con fotos en vivo en 2015.
Pero para hacer el Roger Dubuis Excalibur Aventador S no bastaba con darle un color que fuera con la casa automovilística y ponerle un nombre (cosas que también tiene el modelo). Había que significarlo más, y para ello RD ha creado un calibre completamente nuevo al que ha llamado RD103SQ o Duotor con 312 componentes, entre los que brillan con luz propia el doble volante.
En efecto el motor manual del Roger Dubuis Excalibur Aventador S tiene un doble volante que se mueven cada uno a 4 hercios, y están regulados por un diferencial. Tiene una reserva de marcha de 40 horas, que está sutilmente indicada por una flecha que señala una franja amarilla entre la 1 y las 2 horas, en lo que parece la tapa del motor del vehículo.
Además el calibre integra la complicación de segundos muertos, una de las menos habituales en la relojería pero que mejor expresa la precisión del calibre, ya que el segundero se mueve en saltos de un segundo en vez de los 8 saltos que daría con las 28.800 alternancias a la hora.
Las piezas del calibre tienen un tratamiento NAC (o recubrimiento de nanocarbono) en gris antracita. Las platinas y puentes están granallados y perlados y, como siempre en Roger Dubuis, está acreditado por el Punzón de Ginebra. Por último, en el zafiro posterior se ha grabado el nombre del bólido.
La caja está realizada en multicapas de fibra de carbono y tiene 45 mm de diámetro y 14,05 mm de altura, y además está flanqueada por una moldura de caucho amarillo, así que no es para los débiles de muñeca. Pero no en cuanto a su peso, ya que el reloj sorprende por su ligereza (cortesía de la fibra de carbono). La pena es que sólo esté garantizada su hermeticidad hasta 50 metros.
La esfera está esqueletada y chapada en rodio, con un realce negro y amarillo. Los índices están chapados en rodio y rellenos de Super-LumiNova blanca. La agujas son de oro de 18 ct con revestimiento PVD negro, con las puntas amarillas rellenas de Super-LumiNova.
Como suele ocurrir en estos modelos, las legibilidad se ve comprometida por tantos estímulos visuales, porque a plena luz a veces cuestan encontrar las manecillas. En la oscuridad, sin embargo, el problema desaparece.
El Roger Dubuis Excalibur Aventador S es una edición limitada a 88 unidades y tiene un precio de 185.000 dólares (aproximadamente 158.000 euros), y ya se puede encargar en los distribuidores. No es, como digo siempre, un reloj para todo el mundo, pero sí para aquel que quiere un reloj deportivo distinto e impecablemente construido. Más información en RogerDubuis.es.