Este año de 2018 está siendo el muy importante para IWC porque celebra sus 150 años. Estamos tan acostumbrados a oír celebraciones centenarias en las casas relojeras que lo damos por descontado y no damos a la efeméride tanto rango como se merece. Pero si en cualquier otro segmento industrial buscamos empresas que lleven 150 años ininterrumpidos de funcionamiento seguro que no encontramos muchas.
Y por ser una fecha tan importante la casa de Schaffhausen presentó en el SIHH 2018 nada menos que 27 modelos nuevos en edición limitada, tal como reseñamos en este artículo. Vamos a ver los modelos más clásicos y que además suponen el precio de acceso a la colección aniversario: los IWC Portofino Automatic Edition 150 Years.
El Portofino apareció en 1984 y fue una apuesta de la casa por un reloj de bolsillo pero para la muñeca, algo muy lejos de lo que se hacía en esos tiempos del cuarzo. Fue un camino que había salvado a Blancpain y que al final fue lo que sacó del atolladero a muchas marcas (otras no sobrevivieron). El caso es que los Portofinos traían a la muñeca numerales romanos, manecillas con forma de hoja y grandes esferas para aportar esa innata elegancia que siempre habían tenido los relojes de bolsillo. Y la aceptación por parte del mercado ha sido siempre positiva, y por eso lo tenemos aquí, 34 años después, en este lanzamiento limitado IWC Portofino Automatic Edition 150 Years.
La caja tiene la redondez de los clásicos, con un diámetro de 40 mm y menos de 10 mm de altura. Esta familia del IWC nunca ha escondido su preferencia por los ambientes serios, y los IWC Portofino Automatic Edition 150 Years no son una excepción. Así que adoptando esas medidas pueden estar cómodamente entreverados entre la ropa de vestir de sus propietarios.
Pero es la esfera la que les da un toque muy distinto y atractivo. Aunque parece esmalte, en realidad se ha realizado mediante un lacado que se repite varias veces, lo que la acerca al esmalte e incluso a la porcelana. El resultado es una superficie con un sabor añejo que no te deja indiferente. Personalmente a mí los azules de IWC me parecen que no tienen competencia (en la propia casa y contra otras muchas), pero en este caso la batalla entre el blanco y el azul está tan igualada que resulta muy difícil saber cuál de las dos esferas es la ganadora. Eso ocurre en toda la colección aniversario.
La versión de esfera blanca lleva manecillas azuladas, mientras que en la cara azul las agujas están rodiadas. Otra gran diferencia con las versiones habituales del Portofino es que los índices están pintados, no aplicados. Y la verdad es que quedan maravillosamente. Son aún más vintage y más elegantes.
Por dentro los IWC Portofino Automatic Edition 150 Years llevan el que IWC llama «calibre 35111», que no es sino un seudónimo del Sellita SW300, un movimiento automático más que conocido que se mueve a 4 hercios y tiene 42 horas de reserva de marcha. El motor no es visible porque lo tapa un fondo conmemorativo.
Las dos versiones del IWC Portofino Automatic Edition 150 Years se atan a la muñeca con una correa de aligátor negra, y son una edición limitada a 2.000 unidades por cada esfera que ya están disponibles en las boutiques de la marca. Su precio es de 4.700 euros en cualquiera de las versiones. Más información en IWC.es.