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Corum también abandona Baselworld (y Maurice Lacroix le sigue)

Corum

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Esta lluvia parece no tener fin para la dirección de la Feria: Corum ha anunciado que también abandona Baselworld. Y además de manera inmediata, ya que no acudirá a la próxima edición de 2019. El Director General de la casa, Jérôme Biard, ha dicho que «Hoy nuestra absoluta prioridad son los distribuidores, clientes finales y periodistas como influencers de la marca. Por tanto necesitamos cambiar nuestra dirección e invertir el presupuesto de otra manera. Estamos trabajando duro, con resultados positivos, para devolver a Corum a la senda de su edad dorada, cuando Corum estaba a la entrada de Baselworld».

Se pone así fin a una participación continuada de 62 años en la feria de Basilea. Es decir, desde el año siguiente a su fundación en La-Chaux-de-Fonds. En estos últimos años desde luego Corum no estaba a la entrada, sino al fondo del Hall 1. Un retroceso que parece un reflejo de su azarosa vida comercial. Desde que en 2013 el grupo chino Haidian se hizo con la marca (ahora el grupo se llama Citychamp Watch & Jewellery ltd) ha intentado reflotarla, parando la sangría de pérdidas (entre 10 y 20 millones de francos suizos al año) racionalizando las familias de relojes, cerrando boutiques propias, atacando el mercado gris y, sobre todo, dándose cuenta de que sus ventas reales de relojes (las que de verdad se venden a los clientes, no las que salen de la fábrica) deben estar en el entorno de las 6.000 unidades anuales -no las pretendidas 10.000- y con mejor margen comercial.

En febrero Jérôme Biard dijo que Corum alcanzaría el equilibrio financiero en 2019, y que iba a tener venta online propia. Lo primero está por ver, lo segundo aún no ha ocurrido. En ausencia de tiendas propias, Corum -al igual que Raymond Weil, que también ha dejado la feria- depende de Baselworld para hacer contactos con los distribuidores, así que su marcha sólo se puede interpretar de una manera: corro mucho riesgo no yendo a la feria, pero prefiero arriesgarme a gastarme un dinero que no tengo.

Si uno mira la web y las redes sociales de Corum se da uno cuenta de que donde de verdad está haciendo hincapié es en el mercado chino. Me da la sensación de que Citychamp compró la marca para poner un pie en Europa, pero visto lo difícil que está la cosa aquí ha preferido redirigir la marca hacia el mercado que mejor conoce, que es el de su país de origen. Allí seguramente Corum juega la baza del «Swiss Made», que le da el prestigio necesario para luchar en un mercado feroz. Pero al dejar Baselworld también deja un tanto descolgado el mercado occidental, que pierde presencia. Y además se le crea un problema añadido: Citychamp tiene en China la marca Rossini, que genera las mayores ventas y unos beneficios de unos 35 millones de euros. Así que, si Corum no levanta la cabeza en el mercado occidental corre el riesgo de que Citychamp cierre el grifo y la marca siga el destino de otra de las marcas antaño dirigidas por Antonio Calce: JeanRichard. Por no hablar de Eterna, otra compañía de Citychamp que por lo que parece no lo está pasando nada bien.

El propio Jérôme Biard ha dicho que su negocio está en un 60% en Asia, y que tras la marcha de Swatch la información que les llega de sus distribuidores les ha llevado a darse cuenta de que su presencia en Baselworld iba a disminuir un 30%. «Mejor vamos a Hong Kong a verlos» -ha dicho.

Una última cosa: al contrario del portazo que dio el Grupo Swatch cuando se marchó, Corum se ha despedido amablemente publicando unas fotos en Instagram dando las gracias, que son las que aparecen aquí. Un gesto noble.  También ha dicho que no va a desmantelar el stand porque es muy caro, y que intentará alquilarlo a alguna marca por un franco simbólico (pero que esa otra marca pague el alquiler del suelo). Y después de 2019, que lo desmontará para usarlo en sus tiendas. Veremos cómo se desarrolla la historia.

ACTUALIZACIÓN:

Maurice Lacroix también ha anunciado que abandona la feria con efecto inmediato. Es decir, no acudirá al evento de 2019. Los motivos oficiales son los mismos que los apuntados por Corum, pero también hay rumores que sus propietarios, la empresa DKSH, estaría tratando de deshacerse de la compañía, como ya ocurrió cuando le vendió Glycine a Invicta. Habrá que estar atentos.

 

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