En Horas y Minutos he hablado a menudo de los relojes de buceo de Seiko. No porque me gusten mucho, que también, sino porque sencillamente no hay en el mercado una gama tan competente y a la vez asequible. Esto es algo que agradecemos todos los que nos gustan los relojes pero no tenemos grandes presupuestos, porque nos ofrecen todo lo que se busca en relojes mucho más caros: calidad de fabricación, calibre de manufactura y variedad para elegir. Esto es algo que lleva ocurriendo desde 1963 con los Seiko 5 que vimos en vivo. Pero si a estos les añadimos el cumplimiento de la exigente normativa ISO 6425, que es la que determina que un reloj se pueda llamar «Diver», resulta que se puede tener una colección competente en cualquier momento de nuestro día a día.
El Seiko SKX 007 apareció en 1996, heredero de una larga tradición de relojes que ya eran universalmente apreciados, como el Seiko 6105 (famoso también por su aparición en Apocalypse Now) o el 6309 que mencioné en este vídeo. Su antecesor directo es el 7002, que vemos aquí arriba y que ya anticipaba las características del 007. Este diver tiene una caja de 42 mm de diámetro y 13 de altura. No es en absoluto un reloj pequeño, pero lo cierto es que está tan bien equilibrado que en la muñeca no se nota cuando lo llevas. De hecho parece más pequeño, sobre todo porque la posición de la corona, a las 4 horas, no hace que visualmente se prolongue el reloj.
La corona es roscada y está flanqueada por unos protectores que evitan cualquier peligro de desenrosacarla accidentalmente (tiene muy poquita rosca antes de quedar cerrada del todo). El cristal es de Hardlex, que es un cristal creado por Seiko mucho más resistente que el cristal mineral. No es tan resistente a las rayaduras como el zafiro, pero sí aguanta mucho. Además como es plano está más resguardado, una labor de protección que también ejerce el bisel unidireccional. Éste es de 120 clics, y es un placer accionarlo, por el tránsito suave pero a la vez firme. A las 12 tiene una inserción luminiscente.
Y es que hay que recordar que el Seiko SKX 007 es un Diver con todas las de la ley que cumple la normativa 6425, que es la que establece las pruebas que debe superar un reloj para llamarse como tal y de paso poder escribir la palabra Diver o Diver’s en la esfera. Las exigencias son:
– PRUEBA DE MAGNETISMO:
3 exposiciones a un campo magnético de 4.800 A/m. El reloj debe mantenerse en +/-30 seg/día sobre la precisión inicial.
– PRUEBA DE GOLPES:
Dos golpes con un martillo de plástico duro de 3 kg montado en un péndulo con una velocidad de impacto de 4,43 m/seg (equivale a una caída de 1 m — mgh=mv2/2). La primera de canto a las 9, y la segunda plano sobre el cristal. El reloj debe mantenerse en +-60 seg/día sobre la precisión inicial.
– PRUEBA QUÍMICA 1:
El reloj se sumerge en una solución de cloruro sódico (agua salada) de 30 gr/l durante 24 horas. El reloj debe mantener sus cualidades de resistencia a la corrosión.
– PRUEBA QUÍMICA 2:
El reloj se sumerge en agua a 30 cm de profundidad (0,3 bares) entre 18 – 25º C durante 50 horas. El reloj debe mantener su mecanismo en correcto funcionamiento.
– PRUEBA DE GOLPE TÉRMICO:
El reloj se sumerge en agua a 30 cm de profundidad (0,3 bares) a 40ºC durante 10 minutos. A continuación pasa a agua a 5º C durante 10 minutos, y de nuevo a 40º C otros 10 minutos. (Las transiciones serán menores de 1 minuto). El reloj no debe tener filtraciones de agua.
– PRUEBA DE LA CORONA:
El reloj es sometido a una presión un 25% mayor que la máxima indicada (nominal). Se aplica sobre la corona una fuerza de 5 Newton en sentido perpendicular al giro. (Se entiende aplicado a todas las coronas y pulsadores). El reloj no debe tener filtraciones de agua.
– PRUEBA DE PRESIÓN:
El reloj se somete a una presión de P=(L+1/4L)/10 bares, siendo L la máxima indicada (nominal) (es decir, un 25% superior pero en agua estática). Dicha presión se consigue en menos de 1 minuto y se mantiene durante 2 horas. Luego se reduce a 0,3 bares en menos de 1 minuto y se mantiene durante 1 hora más. El reloj no debe tener filtraciones de agua.
– PRUEBA DE FILTRACIONES:
Se realiza antes y después de cada prueba de filtración. El reloj se calienta sobre una placa metálica a 40-45º C durante 10 minutos y se coloca una gota de agua entre 18-25º C durante 1 minuto sobre el cristal. El reloj no debe mostrar trazas de condensación.
– PRUEBA DE PRECISIÓN:
Después de las pruebas anteriores, el reloj debe de mantenerse en +/-30 seg/día sobre la precisión inicial.
– PRUEBA DE LA CORREA:
El reloj se somete a una fuerza aplicada en direcciones opuestas sobre los pasadores de la correa de 200 Newton. (Unos 20 Kg)
El reloj no debe sufrir ningún daño aparente en los puntos de fijación.
– PRESELECCIÓN DE TIEMPO:
Presencia de dispositivo de preselección de tiempo protegido contra la manipulación accidental o incorrecta. En caso de ser un bisel giratorio debe tener una escala ascendente de 60 minutos alineada con las marcas del dial y los índices de 5 minutos deben estar claramente destacados.
– VISIBILIDAD:
A una distancia de 25 cm en la oscuridad, deben de ser plenamente apreciables:
– Las agujas de horas y minutos claramente diferenciadas.
– El tiempo transcurrido del dispositivo de preselección.
– Indicador de funcionamiento (normalmente el segundero).
– MARCAS:
Deben de distinguirse de los relojes que no han pasado las pruebas, teniendo marcadas las palabras DIVER´S WATCH L M, o DIVER´S L M, siendo L la profundidad máxima garantizada por el fabricante. La marca puede estar en la esfera, parte trasera, o en cualquier otra parte visible.
Bajo el cristal arranca un bisel interior inclinado que lleva hasta la esfera, de un negro mate sobre el que se asientan los índices aplicados, grandes y rellenos de LumiBrite, lo mismo que las manecillas y el contrapeso del segundero. Poco hay que añadir de la legibilidad nocturna de los relojes de Seiko, y desde luego este Seiko SKX 007 no es una excepción. Se ve a distancia, y dura toda la noche y más.
Lo que mueve al reloj es el calibre 7S26. El que aparezca un siete significa tres cosas: se mueve a 21.600 alternancias a la hora, no tiene parada de segundero y tampoco se le puede dar cuerda manualmente. Esto para cualquier reloj «normal» sería casi inaceptable, pero para éste resulta incluso encantador porque es parte de su personalidad. A nadie le molesta, y menos aún sabiendo lo exacto que es. Por supuesto no se ve porque tiene el fondo ciego, con una inscripción de la ola de Kanagawa.
Otra de las características más conocidas del Seiko SKX 007 es su brazalete Jubilee. Llama mucho la atención su aspecto casi kitsch, sus eslabones que dejan huecos y a veces hasta suenan. Parecería que se va a desarmar a la semana de usarlo, pero nada más lejos de la realidad. El caso es que dura toda una vida, y además resulta extraordinariamente cómodo de llevar. Y si te gusta el estilo Jubilee la mezcla de los eslabones exteriores satinados y los 3 centrales pulidos la verdad es que queda muy bien. E incluye diversas posiciones para el cierre plegable.
¿Y por qué digo que hay que comprarlo ahora? Pues porque el Seiko SKX 007 se ha dejado de fabricar, o se fabrica en lotes muy pequeños y por tanto cada vez van escaseando más. Por eso es que, aunque el reloj sea barato -porque siempre lo ha sido-, ya no se suelen encontrar las ofertas tan abundantes que había antes. De hecho es muy difícil encontrar un reloj con la J en el número de serie, que significa que el reloj ha sido fabricado, ensamblado y terminado en Japón. Los que se encuentran son los de la serie K, que están fabricados en Singapur.
Sobre dónde están fabricados hay también un mito, y es que es mejor comprarlo con la J porque supuestamente es mejor. No es así. Los de Singapur están fabricados con el estándar de Japón, y no hay ninguna diferencia con los de la J. En cualquier caso yo lo que creo es que Seiko quiere retirar todos estos relojes que se venden en todas partes pero que ni siquiera listan en su web porque quieren unificarlo todo bajo la marca Prospex, de manera que tengan una colección coherente y no tan dispersa como está ahora. Y de paso cobrar más por los relojes, algo que a los usuarios nos fastidia pero que tiene todo el sentido.
El precio oficial del reloj es de 380 euros, que puede variar mucho dependiendo de dónde se mire y la suerte que se tenga. En cualquier caso es un precio irrisorio para un reloj tan bueno, que dura para toda la vida y que siempre queda bien en la muñeca. Y por supuesto con su abolengo, que es lo que queremos los aficionados a la relojería. Más información en Seiko.es.