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Swatch X Hackett Muffin: el British Style de Swatch, en vivo

Swatch X Hackett Muffin

Se acaba de presentar el Swatch X Hackett Muffin, el que se quiere que sea la primera colaboración de la marca suiza con la casa Hackett, que es el epítome de la moda y la elegancia asequible, entendida al modo británico. A mí personalmente me gusta mucho su ropa, y como también también me gusta Swatch me parece una excusa perfecta para probarlo. Pero creo que lo primero que hay que hacer es descifrar el nombre del reloj, ¿verdad?

 

UN POCO DE HISTORIA

A primeros de los años 80 Jeremy Hackett conoció a un vendedor de ropa en el mercadillo de Clignancourt, que viajaba a Londres cada semana para buscar ropa de segunda mano con espíritu inequívocamente británico: Burberry, trajes de Savile Row y chaquetas de tweed. El vendedor le encargó a Jeremy que fuera él el que le buscara la ropa, y así lo hizo durante un año.

Después decidió hacer eso mismo pero por su cuenta y, asociándose con Ashley Lloyd-Jennings, abrió en 1983 la primera tienda Hackett en Kings Road, en la que también vendía ropa de segunda mano. Pero como el suministro de ropa de segunda mano no era muy abundante decidió producirlos directamente.

En 1989 abrieron su primera tienda en el extranjero, y la ubicación elegida fue Madrid. En 1994 llegaron a Rive Gauche en París y en el 95 apareció la primera colección de ropa infantil. Después vendrían las asociaciones con jugadores de Rugby y de Polo, con equipos de remo y con Aston Martin. Todo súper British, como se puede ver.

Pero la expansión vino de la mano de las tensiones financieras, que al final llevaron a los propietarios a vender la empresa a Vendôme Luxury Group, controlado por el Grupo Richemont. Como ya sabemos, Richemont privatizó el Grupo Vendôme en 1998, y en 2006 vendió Hackett a Pepe Jeans. Esto significa que la muy británica Hackett es en realidad española, porque así lo es Pepe Jeans. Qué cosas.

Hay que señalar sin embargo que Jeremy Hackett ha sido siempre o Director o consultor en la empresa. Él no sólo definió el estilo de la marca -cuyos signos principales están reflejados en el  Swatch X Hackett Muffin- sino que a menudo es su mejor embajador.

¿POR QUÉ UN PERRO?

Jeremy Hackett ha tenido desde hace años perros de la raza Sussex Spaniel, una rama de Spaniels muy rara hasta el punto de estar casi desaparecida (en Gran Bretaña, en Estados Unidos hay más). Comenzó con Charley, una hembra ya fallecida, que sirvió de inspiración para múltiples artículos de la casa. Se podría decir que la figura del perro es casi tan importante como el logotipo del bombín y los dos paraguas. Jeremy también tenía -y tiene- a Brownie, que debe tener ya unos 15 años, y a Muffin, que es quien da nombre al reloj y quien además es usado a menudo para las campañas publicitarias, como lo fue Chareley y Brownie. Tiene por tanto toda la lógica que esté en la esfera (aunque a mí me recuerda más a un labrador que al Spaniel, pero en fin).

SWATCH X HACKETT MUFFIN

Lo que más me gusta del reloj es que es un Sistem51. Como ya sabemos, en 2014 Swatch lanzó los Sistem51, una rama de los Swatch pero que incluían en su interior un movimiento mecánico, fabricado de manera automática y que estaba compuesto por 51 piezas, unidas por un tornillo central. En agosto de 2016 lanzó los Sistem51 Irony que vimos con fotos en vivo en su momento. Con ellos Swatch introducía el acero en las cajas e incluso brazaletes, ampliando así su mercado hacia gente no tan joven que no quiere llevar plástico en la muñeca porque no va con su edad.

Y es el Irony el modelo que se ha utilizado, con buena lógica. La caja tiene por tanto 42 mm de diámetro y 13,80 de altura, además de 50 mm de largo (es decir, de una asa a otra). Todo el reloj está concebido en tres colores: marrón (por el perro), rojo (porque es un color icónico de Hackett desde que lanzó unos pantalones de ese color) y verde, porque es el color británico. Es una combinación que también se da a menudo en el tejido Tweed, que es de lana y por tanto perfecto para el otoño e invierno. De hecho el propio Jeremy Hackett siempre ha admitido que el prefiere el invierno.

El bisel es verde y tiene grabados los minutos pares, un detalle que da alegría a una caja que siempre ha sido bastante sobria. El rehaut de la esfera (es decir, el borde exterior) es rojo, a juego con la manecilla del segundero. La base de la esfera es de un verde graneado muy conseguido. Y por supuesto, la gran presencia del perro. Todo ello contribuye a dar al reloj un aspecto más adulto de lo habitual, pero sin perder el espíritu alegre que forma parte de la genética de Swatch. La ventana de la fecha está enmarcada por el bombín del logotipo de Hackett, una ingeniosa manera de darle vida. Las manecillas de bastón y los índices están tratados con Super-LumiNova, lo que es todo un detalle.

Como siempre en los Irony, por detrás se puede ver el movimiento, en este caso con la inscripción «born in 1983». Ese es el año de fundación de Hackett, pero también el de Swatch. Y recordemos que el calibre tiene una reserva de marcha de nada menos que 90 horas, que debería dar que pensar a muchos fabricantes (incluida la propia ETA de Swatch). Además el rotor es periférico, que es de por sí un avance sobre los normales porque ocupan menos espacio y además no obstruyen la vista del movimiento.

El reloj se ata con una correa de piel marrón, cuya hebilla tiene forma de la H utilizada a menudo por Hackett. El Swatch X Hackett Muffin se lanza en una edición limitada y numerada de 1983 unidades, con un precio de 200 euros, que al parecer se están vendiendo rápidamente. Para completar el conjunto el reloj se entrega en una caja roja de pana, lo que también es un cambio sustancial en la presentación de los Swatch. Todo el conjunto está francamente logrado, y no me extrañaría que en efecto hubiera futuras colaboraciones. Más información en Swatch.es.

 

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