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Oris Movember Edition 2018: en vivo y con precio para una buena causa

Oris Movember Edition 2018

Llega Noviembre y llega el Oris Movember Edition 2018, la contribución de Oris a la causa de la Fundación Movember, que cada vez está más presente entre nosotros. Para la ocasión Oris ha elegido un Oris Big Crown Pointer Date, y con razón: en 1938 lanzó un modelo para pilotos que incluía la innovadora forma de marcar la fecha: los días impresos en el borde exterior de la esfera y una aguja larga señalándolos. Por tanto qué mejor forma de celebrar el 80 aniversario que utilizándolo para salvar vidas.

Pero antes de describir el reloj, recordemos qué es la Fundación Movember: nació en 2003 como un proyecto de dos amigos de Melbourne, Australia. En un momento en que los bigotes estaban completamente pasados de moda quisieron ver si conseguían que los hombres de su entorno se lo dejaran crecer en noviembre. Bigote en inglés se dice moustache, y se abrevia en Mo. El primer año consiguieron que 30 colegas (conocidos como Bros, de brothers, y de ahí Mo-Bro) se dejaran bigote, y recaudaron cero dólares. Al año siguiente la broma se convirtió en fundación, con la idea de usarla como forma de llamar la atención sobre algunos de los problemas de salud más graves a los que se enfrentan los hombres, incluyendo cáncer de próstata, cáncer testicular, salud mental y prevención del suicidio. Recaudaron 30.000 dólares co 480 bros. En 2007 se unen a Australia y Nueva Zelanda los primeros países no australes: Canadá, España, Reino Unido y Estados Unidos. Ya hay más de 200.000 Mo Bros y Mo Sistas (de Sisters, hermanas, que se pintan bigotes y apoyan la causa). En 2015 ya había más de 5.200.000 Mo-Bros y Mo-Sistas, y se había recaudado un total de 542 millones de euros desde aquel lejano 2003. Con ese dinero se han apoyado a más de 1.200 proyectos de salud en todo el mundo.

El  Oris Movember Edition 2018 es el modelo que celebra la asociación de la marca con la Fundación Movember. El reloj respira aire añejo por cada milímetro, pero tiene unas medidas modernas: la caja tiene 40 mm de diámetro. Sin embargo, gracias a que sólo tiene 12 mm de altura y a sus formas tan retro, el reloj parece más pequeño. Posa igual de bien en una muñeca de hombre que en una de mujer, lo que tiene mucho mérito.

Hay dos elementos que destacan en la caja: la gran corona, heredera de su nacimiento como reloj para pilotos, y el bisel de nudillos pulidos que nos retrotrae a tiempos muy lejanos ya, pero que resulta encantador y que resalta especialmente porque contrasta con las partes satinadas de la caja

Otro elemento moderno es el cristal, que es de zafiro con tratamiento antireflejos. Sin embargo está perfectamente hecho para que tenga la forma abombada de los cristales de plexiglás. Bajo él nos encontramos con una esfera negra sobre la que se han impreso los numerales de época blancos. También una minutería de ferrocarril, en este caso dorada para hacer juego con las manecillas de catedral, el segundero y la manecilla de fecha. Esta termina en una punta estrellada y lacada en rojo, de manera que se lea bien la fecha y no se confunda con el segundero.

Hay que destacar también el impecable tratamiento con Super-LumiNova que ha aplicado a Oris. No sólo lo ha inyectado en los huecos de las manecillas. También en cada índice horario, a los que ha dado forma trapezoidal -menos al de las 12 que es cuadrado y doble-. Pero ha ido más allá y también ha impregnado los grandes numerales arábigos, de manera que por la noche no cabe duda alguna de qué hora es. Espectacular.

El calibre del Oris Movember Edition 2018 no se ve porque está tapado con un cierre de acero en el que se ha incluido, además del logotipo de Oris, el mostacho símbolo de la Fundación Movember. Es, como de costumbre, un Sellita SW 200 con 4 hercios de frecuencia y sólo 38 horas de reserva de marcha. Esto de la reserva de marcha tiene una importancia relativa porque es un reloj automático, pero es algo que debería mejorar porque ya resulta muy escaso hoy en día. Suena pobre.

Lo que sí ha cuidado mucho Oris es la presentación: dentro de la caja tradicional en la que entrega su producto se ha incluido un estuche de viaje hecho de piel avejentada con un cierre de correa. Es una piel gruesa y de muy buen tacto. Una vez que lo abrimos nos encontramos con el reloj y con dos formas de atarlo a la muñeca: una correa de piel y una NATO de tela (igual que la del año pasado).

La correa de piel es muy fácil de poner y quitar porque tiene unas piezas retráctiles; para la NATO vienen los pasadores. Sin embargo el conjunto viene sin herramienta para quitar estos pasadores, lo que me resulta sorprendente: si no tienes ese instrumento es imposible cambiar de correa a NATO y viceversa. No sé por qué Oris no lo incluye. Sea como fuere, tanto la correa como la NATO están muy bien hechas, hasta el punto que cuesta decidirse por cuál de ellas llevar. Además incluyen el detalle del bigote (como debe ser).

Como ya he dicho antes, el reloj queda muy bien en la muñeca. Se adapta sin problemas y no molesta nunca, pero además se disfruta de su personalidad retro. Desde luego si se es amante de lo vintage, éste es un reloj imprescindible. Tiene un precio de 1.800 euros y por supuesto ya está a la venta. Más información en Oris.es.

 

 

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