Aunque ya lo había visto fugazmente en Baselworld 2018, he podido disfrutar del Glashütte Original Senator Chronograph Panorama Date durante una semana, lo que me ha servido para reafirmarme en la idea de que es uno de los modelos más interesantes que hemos visto últimamente de la ilustre vecina de Glashütte, la cuna de la relojería sajona. Por cierto que hace tiempo que no sabemos nada de Glashütte Original. No es que la manufactura alemana sea como algunas de sus compañeras en el Grupo Swatch, que tienen lanzamientos casi todos los meses (y sin casi), pero es verdad que está inusualmente callada; o al menos me lo parece a mí.
Quizá sea porque desde julio el CEO de la empresa, Thomas Meier, ya no ocupa la gerencia, sustituido por el anterior vicepresidente de Breguet Roland Von Keith. Ciertamente el paso de Meier por GO ha sido más bien gris: en dos años no hemos visto nada particularmente reseñable, ni a nivel directivo ni creativo. Quizá por eso su salida ha sido tan discreta. De hecho la única referencia oficial del Grupo Swatch hacia él aparece en un comunicado en el que se dice que, una vez completada la transmisión de poderes en GO, Meier también abandona el Comité de Gerencia del Grupo Swatch y se dedicará a «labores específicas dentro del Grupo». Es decir, una degradación en toda regla.
Los retos a los que se enfrenta Von Keith son considerables porque tiene que volver a encauzar el camino de una excelente marca que ahora mismo está en tierra de nadie. Y lo que les ocurría a los soldados que se quedaban en tierra de nadie es que, de un lado o de otro, alguien les pegaba un tiro. Así que es normal que no haya grandes anuncios porque lo que tenía que hacer el nuevo gerente nada más llegar (y Frank Kittel, que también está en los mandos) era ponerse a trabajar duro. Y en eso estarán, seguro. Así que, en ausencia de otras noticias, vamos a repasar la nueva versión del Glashütte Original Senator Chronograph Panorama Date.
Recordemos que el Glashütte Original Senator Chronograph Panorama Date se lanzó en 2017 en la feria de Baselworld y fue muy celebrado por su propuesta de reloj deportivo pero con aspecto formal (está aquí con fotos en vivo). Cuando quieres hacer algo así te arriesgas porque puedes dejar insatisfecho a todo el mundo, pero este reloj acierta de pleno. Por no hablar de la edición limitada que lanzó con motivo de la Berlinale.
En primer lugar, los básicos: la caja del reloj está fabricada en acero y tiene un diámetro de 42 mm y una altura de 14,6 mm, lo que quiere decir que no va a pasar desapercibido en la muñeca. A pesar de su tamaño la redondez es muy clásica, con un bisel estrecho y vertical que cede el protagonismo a la esfera. Como es habitual en los relojes de vestir (de GO y de muchas otras), el pulido del acero se interrumpe en el lateral por una franja satinada.
En la primera versión del Glashütte Original Senator Chronograph Panorama Date la esfera era negra, lo que combinado con las manecillas de lanza le revestía de un perfil vibrante y deportivo. Ahora la esfera es blanca y las cosas cambian, aunque no tanto como a uno le cabría pensar.
Una esfera blanca de manera innata suaviza el perfil y lo acerca más a un reloj formal, o por lo menos reduce el aspecto deportivo. Sin embargo, para esta versión se han reforzado los índices, numerales y manecillas con un reborde negro que los hace destacar más, y de hecho las manecillas se presentan aún más poderosas de lo que sus formas cortantes de por sí parecen.
El efecto de contraste es muy notable, hasta el punto de que los numerales romanos, que deberían aportar mesura, se muestran aquí desafiantes. Incluso la indicación de reserva de marcha, resuelta de manera muy inteligente y visualmente atractiva, resulta apremiante. Y para afianzar la idea de deportividad la Super-LumiNova, de factura intachable, es verde en vez de azul.
A la batuta de este reloj tan completo está el calibre 37-01, un excelente movimiento cronógrafo (¡y flyback también!) desarrollado por la casa y que presenta todo lo que se le puede pedir a un motor de estas prestaciones: rueda de pilares, embrague vertical, 50 horas de reserva de marcha y carga automática. Y de paso GO añade un ajuste por cuello de cisne para que recordemos su origen alemán, y una decoración impecable basada en las nervaduras Glashütte.
El rotor sigue manteniendo la doble G en espejo tradicional en la marca, que en mi opinión le perjudica más que favorece porque interrumpe la visión del calibre, aunque se le perdona porque está igual de bien decorado. El que el logotipo de la marca tenga un tipo de letra tan elegante pero que luego la doble G del segundero y el rotor sean tan crudas es algo que se escapa a mi comprensión.
Hay un detalle del Glashütte Original Senator Chronograph Panorama Date que puede pasar desapercibido, pero que es una muestra de cómo la casa busca hacerlo siempre lo mejor posible: el reloj es estanco hasta los 100 metros. ¿A alguien se le ocurriría meterse en el agua con un reloj con correa de piel y de este nivel de precios? Lo dudo. Pero aún así GO quiere que esté disponible. Muy bien hecho.
Dejo para lo último lo bien que queda en la muñeca. Ciertamente que por su tamaño no lo puede llevar cualquiera, pero el que lo haga lo va a disfrutar cada minuto. Sólido, bello y muy útil. No se puede pedir más. El precio del Glashütte Original Senator Chronograph Panorama Date es de 13.400 euros y, aunque de forma silenciosa, ha llegado ya a las boutiques de la marca. Más información en GlashütteOriginal.com.