Estamos a punto de comenzar el SIHH 2019, en el que con toda seguridad veremos alguna nueva versión del Overseas. Yo apuesto por un tourbillon porque, aunque el Overseas es el reloj deportivo de Vacheron Constantin, no deja de ser un reloj de lujo de una marca tradicional y por tanto lo normal es que vaya incorporando todas las complicaciones que la casa domina (y Vacheron las domina todas). Buena prueba es esta gollería que tenemos aquí: el Vacheron Constantin Ultra Thin Perpetual Calendar. ¿Tiene sentido poner una de las altas complicaciones en un reloj deportivo? Pues a la vista del resultado es obvio que tiene TODO el sentido: ¡es una belleza!
Para saber de dónde viene y el papel que ha jugado el Overseas lo mejor es leer este artículo donde cuento su historia. En 2016 el reloj fue relanzado por la marca en lo que yo pienso que fue un gran acierto porque estilizaba las formas para hacerlas más elegantes, pero sin perder ese vértice deportivo que es obligado en esta colección. Lo hizo con versiones de tres agujas, cronógrafo y por supuesto con un Horas Mundiales, otra obligación en un reloj cuyo nombre hace referencia a los viajes al extranjero. Se pueden ver en la segunda página del reportaje que hice del –añorado- SIAR.
En 2016 el Vacheron Constantin Ultra Thin Perpetual Calendar apareció en oro banco y causó una inmejorable impresión (es decir, que se nos caía la baba), pero es que con esta versión en oro rosa la única excusa para no tenerlo es puramente pecuniaria. Quiere decirse que si alguien me encuentra a algún bicho raro que diga que no le gusta el reloj, me como el sombrero. A mí me parece una belleza. Una estatua dedicada a la relojería. Y estatua es, porque al carecer de segundero hay muy poquito movimiento. Pero es que el reloj tiene una esfera que enamora de arriba abajo.
La caja tiene un diámetro de 41,50 mm, pero una altura de sólo 8,10 mm. Eso hace que la complicación se acomode en la esfera sin ningún agobio pero que, al mismo tiempo no pierda nada de la discreción que se le exige a un reloj de estas características. Los ajustes se hacen gracias a los clásicos pulsadores situados en la carrura, en una banda pulida a espejo. Las partes frontales, sin embargo, son satinadas. Salvo en el bisel, que invierte esa relación para lograr un gran contraste.
La disposición de la esfera es la tradicional de esta complicación: hay una subesfera con la fecha a las tres horas, una preciosa fase lunar a las 6 horas y el día de la semana a las 9 horas.
Donde el reloj tiene su propio toque de diseño es en la señalización de los meses y los años bisiestos, que han tomado para sí el registro a las 12 horas. Y es que tanto los meses como los años se señalan con una única manecilla. Para ello el Vacheron Constantin Ultra Thin Perpetual Calendar muestra en la esfera todos los meses de los cuatro años -aunque sólo nombra uno de cada tres-. Los últimos 4 están marcados en azul, que es el color también usado en los minutos múltiplos de 5.
De esta manera la aguja tarda cuatro años en dar un giro completo, lo que aumenta la idea de perpetuidad. No es que sea la manera más fácil de mostrar la información, pero el mes no es una consulta habitual en un reloj. Y, a pesar de tanta letra, está perfectamente equilibrada.
De mostrar esa información está encargado el calibre automático 1120 QP/1. QP significa quantième perpetuel (calendario perpetuo), y es el resultado de añadir un módulo de calendario al calibre 1120. Y éste es el nombre que VC le dio al calibre 920 de Jaeger-LeCoultre, que en Patek se llama 28-255 y en Audemars Piguet 2120. Es uno de los calibres más conocidos, porque cuando apareció en 1967 era el calibre automático con rotor completo más delgado del mundo. Una marca que todavía conservan sus 2,45 mm.
En esta versión con calendario completo el grosor no llega ni al doble: 4,05 mm. Eso es lo que permite al reloj triunfar en cualquier situación, por formal que sea. Tiene 276 componentes y su volante oscila a 19.800 alternancias a la hora (2,75 hercios). La reserva de marcha es la que más acusa la edad: 40 horas.
A cambio tiene la finura de acabados que siempre presenta Vacheron, avalados por el sello del Punzón de Ginebra.
El Vacheron Constantin Ultra Thin Perpetual Calendar se beneficia del sistema de cambio rápido de correa, que sus propietarios podrán disfrutar en cuanto saquen el reloj de su caja porque viene con dos correas. En este reportaje es una de caucho azul (pero con cierre plegable de oro). No sería, creo yo, la primera opción del cliente medio de este reloj, y sin embargo le queda muy bien.
El reloj tiene un precio de 106.000 euros, que no es lo más barato que hay, pero en este nivel de relojería hablamos de otro tipo de cosas y el reloj defiende sin problemas cada euro de su precio. Más información en VacheronConstantin.es.