Según señala LeTemps, el Grupo Swatch denuncia a Samsung por falsificación de 30 de sus esferas de distintas marcas del grupo, disponibles para descargarse en la tienda de aplicaciones de los smartwatch Samsung Gear S3 Classic, Gear Sport y Gear S3 Frontier.
Al parecer el pasado viernes el Grupo Swatch presentó en Nueva York una denuncia contra Samsung en la que reclama 100.000.000 de dólares por daños y perjuicios contra el fabricante surcoreano. Según la denuncia Samsung ha ofrecido 30 esferas «idénticas o virtualmente idénticas» a relojes fabricados por el Grupo y por tanto protegidos por derechos de copia.
La aparición de esas falsificaciones en la tienda, según Swatch, podría sugerir a los usuarios que hay un acuerdo entre los dos conglomerados industriales para el uso de los diales, cuando no es el caso en absoluto.
Las fotos presentadas por el Grupo Swatch (y recogidas por The Verge) no dejan lugar a dudas: son una copia flagrante. Sin embargo, aunque Samsung es el objeto de la querella, en puridad el gigante coreano no es quien ha copiado las esferas que sustentan la denuncia, sino que han sido copiadas por terceras partes. Pero Samsung autorizó su subida a la página de aplicaciones y cobra una comisión por cada esfera vendida.
Swatch señala que algunas de esas esferas son muy excepcionales. Particularmente la del Tropical Bird Repeater de Jaquet Droz, vendido en edición limitada por 650.000 dólares.
Swatch afirma que se puso en contacto con Samsung por este asunto en diciembre, adjuntando una lista de las esferas copiadas. Samsung las suprimió. Lo que no se ha reconocido oficialmente es que se hayan vendido dichas esferas en la tienda, y tampoco se accedió a «limpiar» toda la tienda de esferas dudosas. Swatch también acusa a Samsung de no tener un mecanismo para prevenir que ninguna esfera -casi mejor llamarlas «esfea»- falsa vuelva a aparecer. Que es justo lo que ha ocurrido: copias de esferas que pertenecen a Swatch han vuelto a aparecer en el entretanto. En un mensaje enviado a Swatch el 15 de febrero Samsung reconoció que no había suprimidos todas las esferas problemáticas.
«Esta copia descarada de marcas registradas sólo pueden tener un objetivo: perjudicar la fama, reputación y fondo de comercio de los productos y marcas de las empresas del Grupo Swatch, construidos cuidadosamente durante décadas», se afirma entre los motivos por los que el Grupo Swatch denuncia a Samsung.
Esto pone de manifiesto, una vez más, uno de los grandes problemas de nuestra época: la impunidad que da el comercio electrónico y todo aquello que existe en la red. Si una web tan pequeña como Horas y Minutos sufre continuamente el uso no autorizado del material publicado para beneficio de otros, cuánto más en los casos de productos de venta masiva. Y si bien cualquier persona puede saltarse la ley desde el ordenador de su casa, no es menos cierto que las grandes empresas que se benefician de tiendas propias (sea Samsung, Apple, o Facebook, por poner algunos ejemplos) deben tener una responsabilidad en todo ello, porque si no el usuario final es el que se ve perjudicado y encima después de pagar. Veremos en qué queda esto.