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El IWC Tribute to Pallweber Edición 150 Aniversario, en vídeo

IWC Tribute to Pallweber Edición 150 Aniversario

IWC Tribute to Pallweber Edición 150 Aniversario

En el SIHH 2019 IWC ha presentado una potentísima colección de relojes de aviador que iremos desgranando poco a poco, especialmente a partir del momento que lleguen a las tiendas. El año pasado, sin embargo, la manufactura celebró su 150 cumpleaños con una colección especial que presenté aquí. Después hemos visto con fotos en vivo los Portofino de aniversario y un espectacular reloj de piloto, pero no sé por qué se me pasó reseñar el IWC Tribute to Pallweber Edición 150 Aniversario, que es sin duda ninguna uno de los relojes más bonitos que ha lanzado IWC en su historia reciente.

EL MAESTRO RELOJERO PALLWEBER

Patente norteamericana de sistema Pallweber. 1885

El sistema Pallweber usado por Lange

No he conseguido encontrar ni una foto de Josef Pallweber, ni tan siquiera su año de nacimiento. Qué injusta es a veces la historia. Sólo sabemos que venía de Salzburgo y que en 1883 patentó un movimiento para reloj de bosillo de horas y minutos saltantes. Como tal patente fue utilizada por numerosas casas relojeras,  pero quien más partido le sacó fue sin duda ninguna IWC, que para la década de 1890 había producido 20.000 unidades. Una proeza para esos tiempos, y que ilustra muy bien el deseo del fundador de IWC, Florentine Aoristo Jones, que siempre quiso traer a la relojería suiza los medios de producción en cadena que ya había visto implementarse en la industria de su Norteamérica natal.

Debe hacerse notar, sin embargo, que la propia IWC da otra versión del número de unidades: en este artículo afirma que la producción fue de «unos 16.590 relojes producidos hasta la década de los 1890». Eso son 4.000 menos que el número redondo, pero no quita mérito al fabricante; sólo un poco del relumbrón.

Tres relojes IWC Pallweber originales

Sin embargo el reloj dejó de tener tirón comercial, y acabó por abandonarse. Afortunadamente para el aniversario de la manufactura alguien lo recordó y la casa se puso como objetivo traerlo a la vida de nuevo. Pero no sólo como un reloj de bolsillo (que también), sino como un reloj de muñeca. Y el resultado no pudo ser más agraciado. El IWC Tribute to Pallweber Edición 150 Aniversario es un reloj grande, como corresponde a su herencia: la caja tiene 45mm de diámetro y 12 mm de altura, pero dudo que alguien piense que no vale como reloj de vestir, porque no puede tener un aspecto más clásico y elegante.

Buena parte de la culpa se la lleva la forma de la caja y de las asas, rotundamente clásicas. IWC ha lanzado tres versiones: acero, oro y platino. La corona es grande, como las de los relojes de bolsillo, y permite manejar la cuerda y el cambio de hora con comodidad. Pero lo que destaca sin duda alguna es la esfera. En toda la colección del 150 aniversario IWC ha utilizado un lacado especial que aplica en varias capas. De esta manera el resultado parece esmalte y dota a la esfera de un lustre que recuerda al de los relojes de bolsillo antiguos. Es así en la versión azul, y en la de oro aún más.

La esfera es particularmente gruesa para rememorar perfectamente el reloj original. Las cifras y letras tienen una fuente Art Déco que encaja perfectamente con el espíritu del reloj, aunque el reloj se dejara de producir antes de esa época. Ya sabemos que es casi infantil que te digan dónde están las horas y los minutos, pero así era el original y así es el sucesor, y le añade delicadeza y calidez.

Si me dieran a elegir yo habría prescindido del Swiss Made y el logotipo actual -ambos con tipografía moderna- y habría usado el logotipo original, como ya ha ocurrido en otra ocasión. Pero no es desde luego un problema que me impidiera aceptar este IWC Tribute to Pallweber Edición 150 Aniversario como regalo. El salto tanto de los minutos como de las horas es un placer porque recuerda a los relojes antiguos, con esa pequeña caída cuando pasan.

UN NUEVO CALIBRE

Esto es muy bonito de ver, pero difícil de ejecutar. El movimiento original de Pallweber fue sucesivamente mejorado por IWC, pero tenía un problema: el salto de los discos consume mucha energía, que tiraba de la única reserva de marcha disponible, lo que afectaba al correcto funcionamiento del volante. Para la versión de aniversario IWC desarrolló un calibre manual nuevo, el 94200, que dispone de un doble barrilete, uno de los cuales está reservado únicamente para suministrar energía al movimiento de los discos. Así la cronometría permanece inalterada. El volante ha sido ajustado en 5 posiciones, como los cronómetros certificados. El calibre añade además un medallón de oro conmemorativo de los 150 años.

El IWC Tribute to Pallweber Edición 150 Aniversario no tienen unos precios asequibles, pero son sin duda uno de los relojes más tentadores que hay -y que habrá, cuando empiecen a aparecer de segunda mano-. La versión de acero tiene un precio de 23.400 euros, mientras que la de oro cuesta 37.100 euros. Por último, hay una versión en platino que cuesta 58.600 euros. Y para los realmente nostálgicos y los coleccionistas, la versión en reloj de bolsillo tiene un precio de 67.400 euros. Hay más información en IWC.es.

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