Ulysse Nardin sigue con la modernización de su colección, comenzada por Patrick Hoffmann y continuada por el actual CEO Patrick Pruniaux. Ciertamente durante años Ulysse Nardin había sido una empresa conformista, recostada sobre las buenas ventas que tenía en el mercado norteamericano y en algunos países del Este (Rusia de manera significativa). Pero cuando llegó la crisis y el efecto smartwatch de repente se dio cuenta que había envejecido en sus formas y se había hinchado en su almacén: tenía una enorme cantidad de modelos que ya no se vendían tanto (o no se vendían, punto). Por eso comenzó una severa dieta de adelgazamiento y, sobre todo, de rejuvenecimiento. En esa idea podemos enmarcar el nuevo Ulysse Nardin Skeleton X, presentado en el SIHH 2019.
NUEVOS MATERIALES
El Ulysse Nardin Skeleton X es en realidad una evolución del Executive Skeleton Tourbillon presentado en 2016, un reloj que sorprendió con su estética, poco vista en la casa pero tampoco inusual en una manufactura que de vez en cuando lanza modelos extraordinariamente atrevidos. Lo que ha hecho UN ha sido reducir el tamaño de la caja, que ahora tiene un diámetro de 42 mm y una altura de aproximadamente 12 mm. Lo presenta en oro rosa (que no aparece en este artículo), y en titanio recubierto de PVD azul o negro.
Pero también lo fabrica en Carbonium Gold. Es éste un material interesante, no por su composición sino por su origen: son fibras de carbono como las usadas en los fuselajes y alas de las aeronaves. Lo que hace Ulysse Nardin es reciclar los sobrantes de producción aeronaútica, lo que significa que la fabricación tiene un impacto medioambiental un 40% inferior. Ulysse lo mezcla con oro (de ahí el nombre Carbonium Gold) de manera que el carbono adquiere cierta calidez y de paso los dibujos creados por las fibras, además de únicos, son mas llamativos. Esta versión crece hasta los 43 mm, pero la ligereza del conjunto hace que no se note.
ESFERA ESQUELETADA
La esfera se ha desnudado completamente para dejar a la vista el calibre. Para dale solidez y continuidad con el Executive Tourbillon se ha mantenido el rectángulo central, pero se ha añadido un soporte en forma de X y los numerales romanos han pasado a ser mucho más discretos (cuando no desaparecidos, como el XII). El conjunto gana en sobriedad pero sin perder el carácter urbano y avant-garde que caracteriza a la parte más celebrada de las creaciones de Ulysse Nardin.
Aunque en las esferas esqueletadas la legibilidad suele sufrir mucho, en el Ulysse Nardin Skeleton X la ligereza del calibre es tal que las manecillas se ven muy bien, tanto de día como de noche (gracias al tratamiento con Super-LumiNova).
Y los tratamientos de color de cada versión hace que cada una tenga una personalidad muy definida entre ellas. Y mirar el reloj y ver el movimiento funcionando es un placer añadido, especialmente por la frecuencia del volante.
NUEVO CALIBRE UN 371
El nuevo calibre manual UN-371 es una evolución del UN-171. Lo más significativo, claro, es que se ha prescindido del tourbillon, pero el resto de elemenos también ha sido rediseñado. Aloja un tren de engranajes de silicio, material tambien usado en el volante, que tiene una geometría única. Se mueve a 3 hercios, lo que favorece la reserva de marcha: unas más que competentes 96 horas.
La verdad es que da gusto ver el motor, con esa estructura casi industrial, pero a la vez tan etérea. Aunque los relojes de Ulysse Nardin tienen inspiración marina, la hermeticidad de este modelo es de sólo 50 hercios. No para meterse en la piscina, pero suficiente para la vida diaria.
Los Ulysse Nardin Skeleton X tienen un precio de 17.500 euros para las versiones de titanio, mientras que la versión de Carbonium Gold cuesta 21.000 euros. Yo creo que son una opción excelente para aquellos a los que les gusta los relojes modernos, con aspecto avanzado y esferas esqueletadas, pero que a la vez buscan algo más selecto y huyen de la estética Hublot y lo que significa la marca. Yo estaría encantado de tener uno. Más informacion en UlysseNardin.com.
