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La belleza del A. Lange & Söhne Langematik Perpetual Honeygold, en vivo

A. Lange & Söhne Langematik Perpetual Honeygold

El Langematik Perpetual de A. Lange & Söhne es una rara avis dentro de la colección de la manufactura, en tanto en cuanto no está en la colección permanente. Es más, si usas el motor de búsqueda de su página web verás que no hay un reloj «Langematik». Cuando se ha utilizado el calibre automático ha sido para ediciones limitadas y, además, en la forma de un calendario perpetuo. Primero fue en platino con esfera gris, después de oro blanco y esfera negra y, por último, nos llega ahora este Langematik Perpetual Honeygold. Es decir, con una caja de un oro con una aleación especial creada por la propia Lange.

Éste es el maravilloso Zeitwerk Decimal Strike que llevaba Wilhelm Schmid, CEO de Lange (y a quien entrevisté aquí), el año pasado cuando se presentó el reloj, que fue también la primera vez que se veía este material. Tanto el Zeitwerk como el Langematik Perpetual Honeygold están fabricados en el mismo material, que la casa ha llamado Honeygold. Es una aleación creada por la propia Lange que no es desde luego oro rosa, pero tampoco es oro rojo. Es un espacio intermedio que dulcifica su presencia, así que el nombre de miel le viene de perlas.

Lange no ha dicho nada al respecto, pero dudo que el Honeygold vaya a pasar a formar parte de los metales habituales de la casa. Yo creo que se quedará sólo para ediciones limitadas como esta. A mí personalmente es una aleación que me encanta. Si no es la que más me gusta, estará cerca.

Además según dice Lange es más resistente que otras aleaciones de oro. Lo sea o no (nadie va a exponer un reloj así a muchos riesgos, creo yo) el caso es que es un metal particularmente bonito que conforma una caja de medidas excelentes para ser un grandísimo reloj de vestir: 38,5 milímetros de diámetro y tan sólo 10,2 milímetros de altura.

Sobre el fondo de la esfera de plata maciza plateada resaltan las agujas fotoluminiscentes y los apliques sobrepuestos de las cifras romanas de oro miel, colocados sobre un carril que los hace sobresalir. El Langematik Perpetual Honeygold es el único reloj con calendario de la familia Saxonia que tiene numerales romanos, lo que lo hace más formal, más solemne, por así decir.

El calendario perpetuo del Langematik Perpetual Honeygold tiene en cuenta las diferentes duraciones de cada mes, incluidos todos los años bisiestos, y sólo se tiene que corregir una vez en el año 2100. Y ello es así (en todos los perpetuos) porque el 2100 es un año secular, por lo que, según la excepción del calendario gregoriano, no tiene un 29 de febrero.

En una primera esfera auxiliar a las 9 horas se encuentran las indicación del día de la semana y la indicación día/noche, en una segunda, a las 3 horas, la indicación del mes y, ligeramente desplazada hacia abajo, la indicación del año bisiesto. Una tercera esfera auxiliar a las 6 en punto deja espacio para el pequeño segundero y la indicación de las fases de la luna, que sólo se tiene que ajustar de un día cada 122,6 años. Todas las indicaciones del calendario se pueden avanzar por separado o, mediante un pulsador principal hundido a las 10 horas, todas a la vez.

Cuando se presentó el primer Langematik Perpetual Honeygold, en el año 2001, fue el primer reloj de pulsera automático del mundo con una combinación de indicación de gran fecha y calendario perpetuo. Su calibre automático L922.1 SAX-0-MAT está dotado del mecanismo zero-reset. Al sacar la corona, esta para el volante y deja que la aguja del segundero salte a la posición cero para facilitar el ajuste de la hora.

El rotor de cuerda bidireccional es de oro de 21 quilates y tiene además un borde externo de platino, y está a cargo de tensar el muelle real lo suficiente como para poder disfrutar de una reserva de marcha de 46 horas. Está integrado en la arquitectura típica de Lange de platina tres cuartos. Así se consigue un modo de construcción plana y una vista sin obstáculos del escape y órgano regulador con el puente del volante grabado a mano y regulado en cinco posiciones, así como la clásica regulación de precisión en forma de cuello de cisne.

Decir que el Langematik Perpetual Honeygold queda bien en la muñeca y, aparte de una obviedad, es una grosera subestimación del reloj. En la muñeca queda sencillamente espectacular, con una belleza que tiene difícil parangón en los relojes de su clase.

Es una edición limitada a 100 ejemplares con un precio unitario de 85.000 euros y que desaparecerá de manera inmediata porque su escasez y la falta de un modelo automático estable en la colección de la casa le hace ser particularmente buscados. Más información en Lange.com.

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