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Patek Philippe Calatrava Weekly Calendar. Fotos en vivo y precio

Patek Philippe Calatrava Weekly Calendar 5212A

No cabe ninguna duda de que el Patek Philippe Calatrava Weekly Calendar 5212A es una de las joyas mostradas en Baselworld 2019, tal como ya comenté en el vídeo sobre la feria. Es un puro Patek Philippe: mezcla complicación relojera con líneas puras y belleza clásica que, sin embargo (o quizá por eso mismo), resulta plenamente actual.

ESCRITURA MANUAL

A veces las cosas son mucho más sencillas de lo que parece, y por eso nos cuesta verlas. La esfera del Patek Philippe Calatrava Weekly Calendar parece estar escrita a mano, y es que realmente lo está. Thierry Stern, el presidente de la manufactura, vio los diseños para este Calatrava y, a la hora de elegir su aspecto, le pareció que la escritura a mano alzada del diseñador era la mejor tipografía para el reloj. Y no pudo ser una elección más acertada.

El texto, que es mucho, se extiende de manera ordenada y legible por toda la superficie. Se ha tenido cuidado para que al mecanizar la impresión de los caracteres en la esfera no se haya perdido el sabor original, y por eso encontramos una escritura imperfecta, como corresponde a la escritura manual. Así, las letras y números no tienen siempre el mismo tamaño o inclinación, pero es eso lo que lo hace tan empático.

Y lo que nos muestra el texto, desde fuera hasta dentro en una esfera sectorial, es: los meses del año, el número de semana y los días de la semana. Tanto el número de semana como el día están marcados por unas manecillas de martillo rojo, muy en la línea del tiempo con la que asociamos los Calatrava.

Las manecillas dauphine de horas y minutos y los índices de diamante están hechos de un oro ennegrecido que los hace sobresalir por encima de la escritura pero sin alborotarla, de manera que la lectura siga siendo relajada e inmediata.

COMPLICADO CALENDARIO DE NEGOCIOS

Todo aquel que haya trabajado en industria está acostumbrado a marcar sus tiempos por semanas. Las mercancías se fabrican y se entregan en una determinada semana, no en un día de un mes.

Esto puede parecer una forma muy cartesiana y racional de establecer tiempos, pero en realidad no lo es: cuando te dicen que tu material está listo en la semana 27 puede significar el lunes o el viernes. Si además dicho material viene del extranjero la variación en días puede llegar a añadir hasta una semana más en su entrega: si se despacha el martes desde Suiza puede estar en Madrid el viernes. Si se despacha el viernes no saldrá hasta la semana siguiente.

Por eso creo yo que la forma de cuantificar el tiempo en semanas es la que menos se usa en el día a día, salvo en una sola circunstancia: el embarazo (y al que escucha «estoy de 22 semanas» le obliga a hacer cálculos mentales).

Además el número de semanas en un año es variable: 52 ó 53. Es decir, un escenario perfecto para los relojeros de Patek, obligados a diseñar una complicación que tenga en cuenta esta diferencia. Para el calibre automático 26-330 S C J SE se han desarrollado dos mecanismos (pendientes de patente): uno para el mecanismo del día de la semana (con su propio muelle de retorno) y otro para el de la semana, que hace que esta avance puntualmente cada lunes.

Una estrella de siete puntas sobre la rueda horaria en el centro del calibre controla el día de la semana. Mediante una palanca una segunda estrella de 7 puntas mueve la rueda de 53 dientes del mecanismo semanal. Las indicaciones de calendario avanzan de manera semiinstantánea a discretos pasos para evitar picos de consumo de energía.

Las funciones se ajustan mediante la corona y dos correctores. La corona se utiliza para dar cuerda y ajustar la fecha y la hora -con parada de segundero-, mientras que el día de la semana y la semana se ajustan mediante los pulsadores a las 8 y las 10 respectivamente.

Otro avance muy importante: el calibre 324 tiene segundos indirectos, con un muelle de fricción que impide la vibración de la manecilla. Para este nuevo calibre se ha desarrollado una nueva rueda para evitar la contragolpe, dotada de dientes divididos. Un flanco guía el piñón y el otro lo estabiliza durante las posibles sacudidas. Por último, un muelle atrapa la lámina del piñón e impide la vibración del segundero.

Esta tercera rueda, que en la foto inferior se ve por debajo del puente donde va fijada la masa oscilante, está fabricada por el proceso LIGA, utilizado para la creación de microestructuras. Es una tecnología que tradicionalmente ha utilizado Seiko en la fabricación de los Grand Seiko para aumentar la precisión de los componentes, pero que rara vez se nombra en el relojería suiza. Gracias a esta tecnología se consigue que las láminas de cada diente tenga un grosor de dos centésimas de milímetro.

Este calibre es una evolución del 324, aparecido en 1982 y que ha pasado por diversas fases de desarrollo. Entre otras se le añadió el remonte manual y la parada de segundero que también tiene este nuevo calibre. Además trae volante Gyromax, espiral Spiromax -que oscila a 4 hercios- y una excesivamente escasa reserva de marcha de 35-45 horas. El conjunto ostenta el sello Patek Philippe, que garantiza la perfección de sus acabados y decoración.

El módulo añadido para el calendario semanal añade 92 piezas al calibre pero sólo 1,52 mm de altura, lo que es encomiable. El rotor es distinto del habitual en el 324, con una perfil más redondeado y no tan anguloso. Además no está fijado con un tornillo, como hasta ahora, sino con una tuerca.

El calendario se debe corregir cada 5 ó 6 años, que es cuando hay 53 semanas (en 2020, por ejemplo).

CALATRAVA DE ACERO

Salvo que yo esté equivocado, el uso del acero en Patek está reservado para los Nautilus y Aquanaut, mientras que la colección Calatrava -la más clásica de Patek- se alimenta de metales preciosos. Por ello este Patek Philippe Calatrava Weekly Calendar es una novedad que prueba que se puede ser igualmente elegante con acero. Si se trabaja como en Patek, claro.

La caja tiene 40 mm de diámetro y 11,18 mm de altura, lo que lo mantiene dentro de los términos del clásico reloj de vestir, pero con un aire más relajado. A ello también contribuye, desde luego, la correa de piel de becerro, otra novedad en la colección.

La caja, de tres secciones, está pulida a mano, de manera que tiene una presencia más cálida, remarcada por ese escalón que forman las asas con respecto a la carrura.

El Patek Philippe Calatrava Weekly Calendar tiene un precio de 30.600 euros. No es, desde luego, el Calatrava más asequible, pero es sin duda de los más atractivos. Llevarlo en la muñeca es un placer, y te permite ponértelo todos los días sin remordimientos porque el acero es más resistente. Y si es un reloj para los negocios tiene que ser para todos los días. Y si es obligado mezclar negocios y placer, no hay mejor Patek que éste. Más información en PatekPhilippe.es.

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