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Oris Divers Sixty-Five Chronograph: en negro, en bronce y en vivo

El Oris Divers Sixty-Five Chronograph en la muñeca

Los relojes bitono están de moda. Lo vimos en primer lugar -y como creador de los modelos que mezclan dos metales- en el Rolex Sea-Dweller Rolesor. También lo incorporó la hermana pequeña de Rolex, Tudor, con su Black Bay Chrono SG, seguido muy de cerca por su competidor Bell & Ross Bellytanker Bronze. Podríamos añadir incluso los Tissot Gentleman. Por cierto que todos los enlaces llevan a reportajes en vivo, claro. Pues ahora se une a esta tendencia el Oris Divers Sixty-Five Chronograph, que presenta sus cartas de diver vintage con presencia consolidada y precio atractivo. Otro acierto de Oris.

UN 1965 QUE RENACIÓ EN 2015

En 2015 Oris relanzó su reloj de buceo de 1965. Subido a la ola de la nostalgia por los relojes de inspiración vintage, el Oris Diver Sixty-Five fue y es un éxito absoluto. Con combinaciones de materiales de bonce, acero y bronce y una amplia variedad de colores, los Sixty-Five vinieron a probar que se podía tener un diver de estilo retro sin tener que empeñar la casa.

Tras el éxito de 2016 con el tres agujas de bronce Carl Brashear Limited Edition, se lanzó una versión cronógrafo (que se puede ver en este artículo de Monochrome), y ahora ese cronógrafo se adentra en la colección bitono.

VINTAGE ACENTUADO

Este Oris Divers Sixty-Five Chronograph es todo vintage, salvo quizá su tamaño: 43 mm de diámetro y 16,93 mm de alto puede no ser para todo el mundo, pero como se puede ver en mi muñeca de 18,5 cm de perímetro queda estupendamente. Tiene desde luego un perfil alto, pero ha sido diseñado para dar una apariencia de menor tamaño.

Las muescas del bisel están muy bien pensadas. Ciertamente no favorece su uso con guantes de buceo, pero es que este Oris Divers Sixty-Five Chronograph no está pensado realmente para sumergirse. Al fin y al cabo sólo tiene 100 metros de hermeticidad garantizada.

El bisel de bronce está techado con un anillo de aluminio anodizado, y los marcadores son plateados para hacer juego con la caja.

La coherencia entre la caja y la esfera es sólida, con ecos de la elegante combinación negro/oro replicada en cada rincón. El estilo retro se reafirma con los pulsadores de pistón del crono, así como en el doble registro en la esfera (en vez de las habituales tres subesferas). La esfera curvada y brillante y la decoración dorada son muy atractivas. Se ha conseguido gracias al recubrimiento en PVD dorado de las manecillas y los índices aplicados.

Incluso la minutería que bordea la esfera es dorada, al igual que el nombre de la marca y el resto de los textos. Los dos contadores -de 30 minutos del crono a la derecha y el pequeño segundero a la izquierda- están bien remarcados y son fáciles de leer. Al igual que todo el reloj en cualquier circunstancia, gracias a los grandes marcadores de hora y las manecillas y su tratamiento con Super-LumiNova. Está pintada de beis, pero brilla en verde.

El cristal del Oris Divers Sixty-Five Chronograph es de zafiro, no de hesalite, y sigue el contorno curvado de la esfera (o viceversa). La tapa trasera impide ver el movimiento, que no es sino un Sellita SW-510. Un calibre automático que se mueve a 4 hercios y tiene una discreta reserva de marcha de 48 horas.

CONCLUSIONES

El Oris Divers Sixty-Five Chronograph se puede encontrar con correa de piel y hebilla o con brazalete de acero con remaches y cierre plegable.

Un reloj de buceo con cronógrafo no tiene mucho sentido, pero como ya he dicho el reloj no está pensado para eso. Así que si unimos al tipo de reloj que más gusta -el diver- un cronógrafo -la complicación más buscada- tenemos una combinación ganadora. Los precios del Oris Divers Sixty-Five Chronograph comienzan en 3.800 euros la versión con correa de piel y llega a los 4.000 euros cuando se elige el brazalete. Hay más información en Oris.ch.

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