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Bell & Ross BR05: los relojes deportivos de lujo de Bell & Ross en vídeo

Bell & Ross BR05 portada

En estos tiempos en los que la industria tiende a apostar sobre seguro, a no correr ningún riesgo, a volver sobre diseños que ya tuvieron éxito comercial para garantizarse las ventas (o para que al menos no sean un fracaso), da verdadero gusto ver que una marca se atreve a lanzar una nueva familia de relojes, como es el caso de estos Bell & Ross BR05. Es así de satisfactorio porque tiene dos significados: uno, el deseo de la marca por no acomodarse en la posición que ya ha alcanzado y de ofrecer algo distinto. Pero sobre todo el coraje de aventurarse en algo nuevo, con los riesgos que eso supone (recordemos el topetazo que se ha dado este año nada menos que Audemars Piguet, como dije en este vídeo). Y más aún cuando quieres salirte de tu mercado tradicional y llegar a uno distinto, además con precios más altos.

Sin duda Bell & Ross es consciente de ese peligro, así como de ese axioma empresarial que dice que «si un negocio no avanza, retrocede». Por eso ahora ha dado un enorme salto adelante para adentrarse en un mundo distinto: el reloj urbano, un término que en sí es arriesgado por escurridizo: estamos hablando de relojes que han de servir para el día a día pero a la vez ser elegantes sin ser «serios», con un toque moderno para atraer al cliente joven pero con una premisa: máxima calidad. Y que preserve las señas de identidad de la marca, porque cuando se aparta demasiado de los genes de la casa el reloj produce extrañeza en el cliente, y al cabo se rechaza porque es el propio cliente el encargado de explicar la ascendencia del modelo, y eso molesta.

EVOLUCIÓN DE LAS FORMAS

Los responsables detrás de Bell & Ross: Bruno Belamich (a la izquierda) es el diseñador de las piezas, mientras que Carlos Rosillo está encargado de la faceta más comercial de la empresa

El director creativo de la marca, Bruno Belamich, hace mucho que ha probado sus conocimientos como diseñador y su intuición para hacer fluir los diseños de la casa por senderos que, sin perder el trazado original, recrean siempre un paisaje nuevo y atractivo. Pero estoy seguro que los nuevos Bell & Ross BR05 han sido uno de sus mayores retos. porque había que conseguir que todos los elementos que constituyen el ADN de la marca siguieran ahí pero a la vez dieran luz a algo nuevo. Y lo ha logrado, en mi opinión.

Hasta ahora los relojes de Bell & Ross eran cuadrados o redondos. Eran BR (el reloj cuadrado original, como éste) o eran BR V (el estilo vintage y, por tanto, redondo, como estos de aquí). Los BR05 fusionan ambas formas para que el reloj no sea radicalmente deportivo ni excesivamente clásico. El resultado, salta a la vista, es distinto, pero a la vez retiene un aire de familia. La formas además se hacen más complejas: las superficies frontales y verticales están perfectamente satinadas, mientras que las inclinadas se han pulido para dotar de luz y elegancia al conjunto.

UNA CAJA NUEVA, UN NUEVO BRAZALETE

La caja de los Bell & Ross BR05 tiene 40 mm de diámetro, pero sólo 11 mm de altura. Esto la hace muy versátil y apta para prácticamente cualquier muñeca, incluyendo la de mujer . Además el bisel inclinado hacia dentro hace que la sensación de tamaño sea inferior. La corona es roscada y además está protegida, un buen detalle porque el reloj es hermético hasta 100 metros y habrá quien quiera llevárselo al mar o a la piscina.

Otra de las características de la caja es que está integrada: el primer eslabón del brazalete forma parte del conjunto, lo que lo conecta con los relojes de los años 70 y además le da una elegancia natural, nada forzada. El tamaño va en disminución para que se adapte mejor a la muñeca y termina en un cierre plegable con dos pulsadores, sobre los que se superpone el logotipo de la casa. Se ha prestado especial atención al arco que forma el brazalete cuando se curva, de manera que todos los elementos se alineen correctamente para que su adaptación a la muñeca sea óptima.

Es verdad que el brazalete tiene un pronunciado aire al del Nautilus de Patek Philippe, pero es que todo el reloj tiene ese aire años 70. ¿Se podría decir que el reloj es una imitación del Nautilus, o del Royal Oak? Sólo lo pregunto porque seguro que va a haber alguien que en seguida va a sacar el dedo acusador -y las mayúsculas para escribirlo en internet- para rechazar el reloj diciendo que es una copia.

¿Alguien cree que, a estas alturas, la marca a lanzar los Bell & Ross BR05 como una copia, arriesgando a pegarse un tiro en el pie? Más aún: si ponemos el reloj al lado de un Nautilus o un Royal Oak, o incluso un Santos de Cartier ¿alguien de verdad puede confundir el BR05 con alguno de ellos como para gritar «¡PLAGIO!»? Francamente no. Los elementos «de familia» del reloj no sólo se limitan a las formas de la caja. Si miramos la esfera vamos a ver los numerales clásicos de B&R a las 6, 9 y 12, además del irrenunciable logotipo. Difícil de confundir con cualquiera de los potenciales imitados, ¿verdad?

Tanto los índices como los numerales aplicados tienen un perfil pulido para que reflejen la luz y se vean mejor, y de paso hacerlos más elegantes. Y -salvo que esté equivocado- por primera vez se usan manecillas de bastón de este tipo. Todo estos elementos, como siempre en Bell & Ross, están impregnados con Super-LumiNova para tener una perfecta lectura nocturna. La ventana de la fecha también se ha enmarcado y pulido.

El conjunto destila calidad en cada detalle. Se nota que Bell & Ross ha querido dar lo máximo para poder hacerse un hueco en un segmento tan competitivo y en el que las exigencias de calidad de acabados son muy altas.

El tratamiento con Super-LumiNova en las dos esferas disponibles

FAMILIA NUMEROSA

Los Bell & Ross BR05 se lanzan en cinco versiones distintas y dos formas de atarlos a la muñeca. Hay una esfera negra, otra azul y otra gris, como ya hemos visto en las fotos. Hay además una versión esqueletada, sin duda la más atrevida y potente de todas. Es sin duda muy diferente a las otras, pero en absoluto extraña en Bell & Ross: en 2014 lanzó el BR X1 que vimos en vivo y desde entonces las esferas esqueletadas son una presencia constante en la gama de productos de la casa.

Hay, por último, una versión en oro rosa y esfera negra. El oro es una opción, claro, minoritaria, pero que demuestra la confianza de Bell & Ross en su producto. Las ventas de los relojes de oro son a menudo casi anecdóticas en comparación con las de acero u otros metales, pero son modelos que sirven de buque insignia que tira de la imagen de los demás modelos.

Todas las versiones se encuentran con brazalete de acero o con una correa de caucho de extraordinaria suavidad. Es negra salvo para la versión de esfera azul, lógicamente en el mismo color.

Los Bell & Ross BR05 comparten el mismo calibre, el BR-CAL.321 (322 en su versión esqueletada). Aunque no hay datos sobre él, entiendo que es el Sellita SW-300. Pero Bell & Ross ha hecho que se redecore con un graneado en los puentes y, sobre todo, con un rotor que ahora cubre toda la superficie con un dibujo que recuerda a las llantas de los automóviles deportivos. El trabajo de embellecimiento del calibre se agradece. Como la hermeticidad es de 100 metros B&R podría haber optado por tapar el calibre y ahorrarse trabajo, pero -como ya he repetido en varias ocasiones- se nota que le han puesto todo el cariño a esta colección, hasta el punto de querer redecorar completamente un calibre estándar. Bravo por la casa.

PRECIO Y SENSACIONES

Uno de los problemas que suele ocurrir cuando las marcas sacan nuevos modelos que aspiran a un nivel más alto del habitual es que lo primero que hacen para entrar en ese mercado es poner precios como si ya estuvieran consolidados en ese segmento. Afortunadamente ese no es el caso con los Bell & Ross BR05, que tienen un aumento de aproximadamente 1.000 euros sobre su media, que me parecen perfectamente justificados. Así los modelos azul, negro y gris con correa de caucho tienen un precio de 3.990 euros. El precio con brazalete es de 4.500 euros. Si optamos por el modelo Skeleton los precios son de 5.400 y 5.900 euros respectivamente. Por último, las dos versiones de oro valen 19.900 euros con caucho, mientras que la versión completamente de oro tiene un precio de 29.900 euros.

Como digo, cuando te pones el reloj notas lo mucho que se ha pensado en este reloj a la hora de desarrollarlo. El equilibrio sobre la muñeca es perfecto, y la sensación es de calidad desde cualquier ángulo que se le mire. No cabe duda de que los Bell & Ross BR05 vienen a competir en un mercado en el que la preponderancia de los sospechosos habituales es muy grande, pero nunca ha sido Bell & Ross una marca que se eche hacia atrás ante las dificultades, y menos ahora que tiene un prestigio consolidado y el favor de los aficionados. ¡A quién no le gusta Bell & Ross! Yo le deseo toda la suerte a la casa, pero no creo que le haga falta: le irá bien, seguro.

Hay más información -y además se pueden comprar los relojes- en Bell&Ross.es.

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