El acero… es sorprendente ver cuán ambivalente es este material. Para la mayoría de los relojes el acero es la elección sensata, racional; es mucho más accesible que cualquier otro material, es sólido, resistente a las agresiones externas y es fácil de mecanizar y decorar. En resumen, una elección fácil guiada por el pragmatismo. Pero eso es para las masas…
Cuando hablamos de alta relojería, el acero es la excepción. Cuando no son relojes de corte deportivo, Patek Philippe, Vacheron Constantin o Audemars Piguet, tienden a preferir materiales preciosos (diversas aleaciones de oro o platino). De tal forma que el acero se convierte en una rareza, ¡y ya sabemos cómo la escasez dispara el deseo!
LA HISTORIA DETRÁS DE LOS CUERNOS DE VACA
Como ya contamos en su momento, el Vacheron Constantin Historiques Cornes de Vache 1955 debe su nombre a un reloj muy conocido de los archivos de la marca: la referencia 6087, que apareció en 1955 y cuya vida se extendió sólo diez años; y en esos diez años sólo vieron la luz 36 piezas: 26 en oro amarillo, 8 en oro rosa y 2 en platino. Es de los pocos modelos de cronógrafo de esa época con caja resistente al agua, trasera atornillada y pulsadores de cronógrafo redondos. El reloj añadía unas asas con una forma peculiar que oficialmente se llamaban «de lágrima» pero que no tardaron en llamarse «de cuerno de vaca».
Desde su reaparición en 2015 en platino el reloj está disponible también en oro rosa, y en 2017 se hizo una versión especial para Hodinkee. Pero ahora se ofrece en el metal más humilde, y sin limitación (salvo la del precio).
VACHERON CONSTANTIN HISTORIQUES CORNES DE VACHE 1955
Seamos realistas: Esta nueva versión del reloj puede ser simplemente un cambio de metal (y algún otro detalle de diseño), pero es maravillosa como las anteriores versiones y seguro que va a hacer mucho ruido. Sin duda.
Esta evolución no ha supuesto ningún cambio dramático en el reloj. Las proporciones son idénticas, con un compacto diámetro de 38,5 mm y una razonable altura de 10,9 mm. Lo mismo se aplica al diseño global, que sigue igual que el modelo inicial: un contenedor central pulido con un delgado bisel abovedado, laterales lisos y pulsadores de pistón, además de las asas de cuerno de vaca.
Hay otras pequeñas evoluciones en este Vacheron Constantin Historiques Cornes de Vache 1955 en acero. La más obvia es la elección de una correa de piel en vez de la clásica y mucho más formal de aligátor. La correa está ejecutada con gran belleza, con una pátina marrón que da un encanto particular al reloj, además de un toque más informal y más en línea con el material elegido. Se sujeta a la muñeca gracias a una hebilla decorada con media Cruz de Malta.
La otra evolución está en la esfera. Aunque parece idéntica a las otras ediciones -las mismas manecillas de bastón, los mismos índices aplicados de oro, el mismo uso del acero azulado para las indicaciones de cronógrafo, la misma escala de taquímetro y la misma disposición bi-compax-, la esfera es ahora bitono. La parte central y la escala periférica es opalina con una terminación de terciopelo gris. Pero la minutería es ahora blanca y remarcada con numerales color rojo oscuro. Es un toque discreto, pero añade profundidad a la esfera.
Gracias al cristal de zafiro posterior podemos disfrutar del calibre 1142. Este clásico y relevante movimiento está basado en la arquitectura del Lemania 2310, pero producido y decorado en la manufactura de Vacheron Constatin (los derechos intelectuales del movimiento fueron adquiridos por Roger Dubuis antes de ser absorbido por Richemont).
El movimiento del Vacheron Constantin Historiques Cornes de Vache 1955, con su típica combinación de embrague horizontal y rueda de pilares, está decorado de manera exquisita (tiene la certificación del Punzón de Ginebra), y es un placer verlo funcionar.
EN LA MUÑECA
Una vez puesto, el reloj retiene su elegancia natural y su sorprendente presencia a pesar de su pequeño diámetro. De ello se encargan las asas, que son no sólo llamativas sino también largas.
El Vacheron Constantin Historiques Cornes de Vache 1955 impacta, pero nunca exagera. Es un equilibrio perfecto entre clasicismo, aire vintage y elegancia. No en vano es, como decía, uno de los cronógrafos más deseados.
Es uno de los pocos representantes de los cronógrafos manuales de altísimo nivel y, ya sólo por eso, es importante. Sus proporciones son perfectas, la caja sublime, original y elegante, la esfera es apuesta y elegante, y el calibre es de los que hacen soñar a los entusiastas. Y al ser de acero es aún más deseable.
Ciertamente con un precio de 41.900 euros no es precisamente barato, pero más que las versiones de oro o platino, y más barato que sus competidores (que también existen sólo en metales preciosos).
Aunque el Vacheron Constantin Historiques Cornes de Vache 1955 no es una edición limitada, no hay por ello que suponer que se vayan a fabricar cientos de unidades al año. Y sabiendo cómo se mueve el mercado del acero en la alta relojería, seguro que costará trabajo hacerse con uno. Más información en VacheronConstantin.es.