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Grand Seiko Godzilla 65th Anniversary Limited Edition

Dos mitos de la cultura japonesa -Godzila y Seiko-, unidos desde 1954, celebran ahora esa unión con el nuevo Grand Seiko Godzilla 65th Anniversary Limited Edition. Tan importante son las dos figuras que no es un Seiko el que lo conmemora, sino un Grand Seiko. ¡Y menudo es!

UN POCO DE HISTORIA

La fábrica de Seikosha en Ginza, 1895

Seiko comenzó su historia en 1881, año en que Kintaro Hattori abrió una tienda en el centro de Tokio para vender y reparar relojes. Aunque comenzó importando relojes de pared y de bolsillo, su idea fue siempre la de crear sus propios relojes. En 1892 levantó una manufactura para fabricar relojes de pared. Seiko viene del japonés «precisión», y Kintaro nombró a su fábrica «casa de la precisión». Seiko-sha. Según crecía el negocio, Kintaro invirtió los beneficios en desarrollar una industria relojera avanzada. Para ello mejoró las condiciones de trabajo de los operarios, abrió una escuela de relojería que se centrara en modernizar y enriquecer las técnicas de los artesanos, y modernizar la tecnología usada en Seiko-sha.

En 1895 la compañía se trasladó a una nueva localización en el centro de Ginza. El reloj del edificio acabó por ser conocido como el Reloj de la Torre Hattori, y se convirtió en un punto de referencia para el barrio de Ginza, que hoy día sigue siendo el más conocido de Tokio por ser la zona donde se encuentran las grandes marcas de lujo. Pero el 1 de septiembre de 1923 el conocido como el Gran Terremoto de Kantō devastó la ciudad. El terremoto tuvo una intensidad de 7,9 en la escala Richter y duró entre 4 y 10 minutos. Causó unos 143.000 muertos, de los cuales aproximadamente 38.000 fallecieron a causa del fuego. Como el terremoto se produjo a la hora de la comida, muchos fuegos de las casas de madera estaban encendidos y prendieron las paredes y techos. Los incendios fueron tan violentos que incluso causaron tormentas de fuego. Es decir, el propio fuego crea corrientes de aire que ayudan a que se propague. Y como el terremoto había destruido los sistemas antiincendios, se tardó dos días en empezar a controlarlo. Muchos murieron cuando, tratando de huir, se hundieron en el asfalto fundido de las calles.

Relojes destruidos en el Terremoto de Kanto en 1923. Museo de Seiko

Tanto el edificio de Seiko como la fábrica quedaron destruidos. Unos meses después del terremoto, Kintaro publicó un anuncio en el periódico que decía: «Como los relojes de bolsillo y de pared de nuestros clientes fueron destruidos por el terremoto, los sustituiremos por otros nuevos sin coste alguno». Este gesto hizo que Seiko se ganara la confianza y el reconocimiento de muchos japoneses. En 1932 se reconstruyó el edificio y la tienda en el mismo sitio que el anterior, pero con una forma distinta que ha permanecido hasta ahora, salvo la sustitución del reloj mecánico por uno electrónico. Lo que sí mantuvo fue su calidad de punto de referencia reconocible para todo el mundo.

El edificio Wako en Ginza, sede histórica de Seiko

Por su parte, Godzilla ( ゴジラ ) apareció en 1954 en una película que significó el inicio del género Kaiju (怪獣) que es aquel en el que grandes monstruos muy enfadados surgen y se dedican a destruir ciudades porque oye, con ese tamaño es lo que te apetece hacer. Al fin y al cabo no cabes en ningún sitio, así que hay que hacer hueco para poder echarse un rato. El bicho es el resultado de la radiación atómica. Tengamos en cuenta que en 1954 el recuerdo de las bombas de Hiroshima y Nagasaki estaba absolutamente vivo en la conciencia colectiva de Japón, así que Godzilla fue una forma de exorcizar esos demonios.

Pero las referencias metaculturales por sí mismas no hacen triunfar nada artístico si la obra no es atractiva de por sí. Godzilla lo fue.

Godzilla destruye la torre Wako

Pues bien, en la película de 1954 una de las imágenes que se muestran es al lagarto mutante destruyendo con delectación la torre con el reloj del edificio Wako. Es como si un occidental ve destruir la Torre Eiffel o la Estatua de la Libertad (también diseñada por Eiffel, por cierto). Es destruir un símbolo reconocido por todos, que te hace sentirte parte de algo. Eso crea un especial sentimiento de desazón, mucho mayor que ver destrozar 100 edificios anónimos.

Pero este desastre (que para la empresa de seguros que tuviera que pagar el arreglo debía ser su peor pesadilla) fue en realidad una alegría para Seiko, porque queda universalmente establecida como enseña reconocible de Japón, no sólo como marca de relojes. De ahí que la manufactura haya querido lanzar el reloj.

GRAND SEIKO GODZILLA 65TH ANNIVERSARY LIMITED EDITION

Y la verdad es que el Grand Seiko Godzilla 65th Anniversary Limited Edition es el más excitante de todos los Grand Seiko Sport que ha lanzado la casa. Y si no el que más, por ahí andará. Tiene una caja de titanio endurecido -con un tratamiento propio de la casa que ya vimos en el vídeo de los Prospex LX– de 44,5 mm de diámetro y 14,3 mm de altura. Las asas, satinadas y cortas, tienen formas muy angulares que recuerdan a unas garras (o a mí por lo menos). El conjunto tiene una hermeticidad garantizada hasta 200 metros, y por tanto una corona roscada.

El bisel es de zafiro como lo es el cristal de la caja, que es curvado, de alta definición y tratamiento antirreflejos. También es de zafiro el cristal posterior, que llevaba grabado a Godzilla y la torre Wako.

Por debajo del cristal se mueve el calibre Spring Drive 9R15 especialmente ajustado para la ocasión, con una desviación de ±0,5 segundos diarios (aunque ya sabemos que de por sí los Spring Drive son como mínimo así de exactos). Tiene además 72 horas de reserva de marcha.

La esfera, en rojo vibrante, está inspirada en el fuego que lanza por su boca el poderoso lagarto. Está decorada en guilloché rayos de sol, y por encima se asientan los índices y manecillas -recubiertas de LumiBrite- habituales en la versión sport de los Grand Seiko.

Este potente Grand Seiko Godzilla 65th Anniversary Limited Edition se complementa con una correa de tiburón, que con su forma y color recuerda a la piel de Godzilla. Es una edición limitada a 650 unidades, que llegará a las boutiques en noviembre con un precio unitario de 12.700 euros y que se va a vender como golosinas a la puerta de un colegio. Más información en GrandSeiko.es. +

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