Este Blancpain Air Command es una rara avis dentro de la manfactura: si uno vista la web de Blancpain verá que tiene nada menos que 300 relojes, una asombrosa cantidad que no creo que exista en ninguna otra marca de lujo. Pues bien, el Air Command no pertenece a ninguna familia de las existentes. Es decir, la casa lo asigna dentro de la referencia «Specialites», pero eso no es una colección como tal, y de hecho el único miembro de esa familia es el reloj que nos ocupa.
Y sin embargo es uno de los Blancpain más atractivos que hemos visto en los últimos tiempos. Y lo veremos poco, porque es una edición limitada a 500 unidades. A veces la belleza tiene un punto de tristeza, y desde luego es una pena que este modelo no sea de la colección estándar.
UN POCO DE HISTORIA
A decir de Blancpain, a principios de los años 50 el Ministerio de Defensa francés buscaba un cronógrafo de alta precisión con unas características muy específicas agrupadas bajo la denominación «Type 20». El reloj debía llevar una esfera negra con índices y agujas luminiscentes que facilitaran la lectura lo máximo posible. El crono debía ser flyback, y tener además un pequeño segundero. Unos años después Blancpain diseñó un cronógrafo inspirado en aquel para las fuerzas aéreas de Estados Unidos.
Según la casa de subastas Phillips Watches «no hay documentación ofcial sobre este modelo y los especialistas son de la opinión de que nunca se comercializó o se produjo en serie. No hubo pedidos y el proyecto Air Command no continuó». Por eso seguramente las pocas unidades que hay son tan apreciadas, y la propia Phillips Watches vendió uno por nada menos que 100.000 francos.
El nuevo Blancpain Air Command trae de nuevo a la vida a este reloj, respetando al máximo la estética pero con la mejor técnica actual. El resultado es intachable.
BLANCPAIN AIR COMMAND
Como se ve en la foto de arriba, la estética no ha cambiado un ápice. De hecho incluso las medidas son como las originales. La caja, fabricada en acero, mide 42,5 mm de diámetro y 13,77 mm de altura, lo que lo hace perfectamente llevadero. Además la forma de caja del cristal de zafiro lo hace parecer más pequeño.
Las asas tienen un biselado muy logrado para realzar el aire vintage y darle un toque elegante. El bisel dentado y bidireccional es de cerámica y recuerda claramente a los de baquelita de los relojes de buceo de la época, y especialmente al del Fifty Fathoms (aquí en vivo uno de los más espectaculares). Añade además marcadores luminosos.
En la esfera todo es como en el original, salvo un detalle: el pequeño segundero se ha sustituido por un contador de 12 horas. Es lo único que no me gusta, porque el contador de horas no se usa nunca y un pequeño segundero daría vida a una esfera que de otro modo es estática.
También es nueva la leyenda «flyback» que aparece a las 6 horas, pero está tan bien integrada que la echas de menos en el reloj original porque da equilibrio a la esfera.
Todos los índices y manecillas están tratados con Super-LumiNova beis que imita el radio original. Tiene un brillo excelente.
El Blancpain Air Command original se movía con un Valjoux 222. Sin embargo la versión actual le supera en todos los aspectos. Utiliza el calibre F388B, que para empezar se mueve a 36.000 alternancias a la hora (5 hercios) lo que garantiza una gran precisión.
Tiene embrague vertical, rueda de pilares, función flyback (obviamente) y un órgano regulador de silicio para hacerlo antimagnético.
Es un movimiento automático, y la masa oscilante toma la forma de una hélice de tres palas, satinadas y doradas. Un buen detalle sin duda, que se puede disfrutar gracias al zafiro posterior.
El Blancpain Air Command se completa con una correa de piel avejentada que le da el toque retro exacto, además de hacer el reloj más cálido.
Su precio es de 18.620 euros y ya está disponible en las boutiques de la marca. Hay más información en Blancpain.es.