Rado fue la primera marca que empezó a estudiar -y aplicar- en serio nuevos materiales en la construcción de relojes. Sobre todo eran distintas aleaciones de metal (como conté cuando vimos fotos en vivo del Rado Tradition 1965). Pero su gran salto adelante fue el uso de la cerámica, algo que al principio parecía sólo un experimento más, pero que sin embargo ha sido el material más importante y utilizado de todos los nuevos. Hace más de 30 años que Rado empezó a experimentar con el óxido de zirconio.
Desafortunadamente para Rado la cerámica no es conocida por la marca, sino que fue gracias al J12 de Chanel, que supo conjuntar el material con un diseño logrado y con el marketing de la marca, que hizo lo demás. Mientras Rado ponía a punto la cerámica, el Grupo Swatch vio las posibilidades de usarlo en marcas de mayor tirón comercial (Omega, en primer lugar) y comenzó a incorporarlo. Pero fue Rado la que lo ha usado desde hace tiempo para hacer no sólo el bisel, o la caja, o la esfera: ha hecho relojes completos en cerámica, incluyendo el brazalete. Vimos con fotos en vivo los True Thinline hace tiempo, pero ahora Rado ha seguido jugando con los colores de la cerámica (lo más difícil de conseguir) y, para presentar los resultados ha recurrido al arquitecto de los colores. Estos son los Rado True Thinline Couleurs Le Corbusier.
LE CORBUSIER
Charles-Édouard Jeanneret-Gris, más conocido como Le Corbusier (La Chaux-de-Fonds, Cantón de Neuchâtel, Suiza; 6 de octubre de 1887-Roquebrune-Cap-Martin, Provenza-Alpes-Costa Azul, Francia; 27 de agosto de 1965) fue un arquitecto y teórico de la arquitectura, urbanista, diseñador de espacios, pintor, escultor y hombre de letras suizo, aunque se nacionalizó francés en 1930. Es uno de los referentes de la arquitectura moderna, y su obra es tan importante y de tanta repercusión posterior que parte de ella ha sido considerada como Patrimonio de la Humanidad.
Le Corbusier creía que el objetivo de la arquitectura es generar belleza (es muy conocida su frase: «la Arquitectura es el juego sabio, correcto y magnífico de los volúmenes reunidos bajo la luz»), y que ésta debía repercutir en la forma de vida de los ocupantes de los propios edificios. Para él la arquitectura se basaba en 5 puntos, que presentó en un documento en 1927:
- La planta baja sobre pilotis: para Le Corbusier, la planta baja de la vivienda, al igual que la calle, pertenecía al automóvil, ya sea para circulación o aparcamiento, por este motivo la vivienda se elevaba sobre pilotes para permitir el movimiento de los vehículos.
- La planta libre: a partir de la estructura independiente, aprovechando la tecnología del hormigón armado genera una estructura de pilares en la que apoyan losas, de esta forma el arquitecto decide dónde poner los cerramientos, siendo independientes de un nivel al otro.
- La fachada libre: el corolario del plano libre en el plano vertical. La estructura se retrasa respecto de la fachada, liberando a ésta de su función estructural y permitiendo libertad en su composición independientemente de la estructura.
- La ventana alargada: por el mismo motivo del punto anterior, también los muros exteriores se liberan, y las ventanas pueden abarcar todo el ancho de la construcción, mejorando la relación con el exterior y permitiendo un mejor asoleamiento de los espacios interiores.
- La terraza-jardín: para Le Corbusier la superficie ocupada a la naturaleza por la vivienda debía ser devuelta en forma de jardín en la cubierta del edificio, convirtiendo el espacio sobre la vivienda en un ámbito aprovechable para el esparcimiento, que además permitía mantener condiciones de aislamiento térmico sobre las nuevas losas de hormigón.
LA POLICROMÍA ARQUITECTÓNICA
La “Polychromie Architecturale”, creada en 1931 y 1959 y sobre la que se han creado los Rado True Thinline Les Couleurs Le Corbusier, fue una obra adelantada a su tiempo que recoge 63 colores con importancia arquitectónica que contribuyen a generar una sensación de espacio y profundidad, y, además, producen un profundo impacto fisiológico y psicológico en el espectador. Los colores están clasificados en nueve grupos de diferentes matices y tonos. Hoy en día, arquitectos y diseñadores de todo el mundo siguen recurriendo habitualmente a estas paletas de colores, lo que demuestra su atractivo y relevancia atemporales, así como el indiscutible carácter de auténtico visionario de Le Corbusier.
Uno de los aspectos que más llama la atención es que los 63 colores pueden ser mezclados entre ellos y siempre encajan. A partir de ellos Le Corbusier creó la La Unité d’Habitation que vemos aquí:
RADO TRUE THINLINE LES COULEURS LE CORBUSIER
Como empresa asociada en exclusiva con Les Couleurs™ Le Corbusier para la creación de relojes, solamente Rado puede reproducir estos colores exactos, y además lo hace en su material distintivo: la cerámica de alta tecnología. El True Thinline es el reloj perfecto para demostrar la capacidad de la marca a la hora de crear colores llamativos y dinámicos, así como para rendir homenaje a Le Corbusier.
Los relojes Rado True Thinline Les Couleurs Le Corbusier se han fabricado como ediciones limitadas a 999 piezas por color. En cada uno de ellos, la tapa trasera de la caja tiene un diseño especial que incluye los 63 colores. Como siempre sucede con Rado, son relojes duraderos, resistentes a los arañazos, ligeros y cómodos de llevar, gracias a que están fabricados íntegramente en cerámica de alta tecnología y a su revolucionaria caja con diseño de monobloque. La delgadez le viene dado del uso de un movimiento de cuarzo.
La caja tiene 39 mm de diámetro y sólo 5 mm de altura, que unidos a la ligereza de la cerámica los hace comodísimos de llevar. Cada modelo tiene un color y su Pantone específico.
De izquiera a derecha y de arriba abajo: gris hierro 32010, blanco crema 32001, azul ultramar 432K, rosa luminoso 4320C, amarillo sol 4320W, verde inglés claro 32041, siena claro 32123, naranja intenso 4320S, marrón grisáceo 32141.
Cada Rado True Thinline Les Couleurs Le Corbusier tiene un precio de 2.050 euros, y también se puede adquirir una caja conmemorativa con las 9 unidades.
RADO STAR PRIZE SPAIN 2020
Rado Star Prize es un concurso ya establecido que se celebra en numerosos países alrededor del mundo, apoyando a jóvenes diseñadores no establecidos profesionalmente y ofreciéndoles una plataforma en la que presentar su trabajo. Rado tiene como objetivo atraer proyectos e ideas de un amplio rango de categorías del diseño, con el fin de crear proyectos que puedan beneficiar las vidas de individuos o comunidades, tanto ahora como en el futuro.
Este año el ganador del Premio del Jurado es Alberto Lázaro Blanco, con su proyecto Paisaje, premiada por su visión del futuro a través de una técnica artesanal y la utilización de materiales también artesanales y reciclados. Paisaje surge como una fantasía de un fragmento de un espacio natural ficticio, alfombra de nudo turco, en diversos colores y materiales. De factura manual, que podría ser producida en serie, como un módulo de una parte de un todo, que puede ser repetido para así formar una gran alfombra o cuadro. Miles de nudos formados con diferentes materias, la mayoría algodón, lana y acrílicos, desechos reciclados de otras obras textiles, algunos de ellos teñidos con tintes naturales, como la cebolla.
Alberto recibió un premio de 5.000€ en metálico, así como un Rado Captain Cook que vimos en vídeo. Además, como novedad de este año, el ganador tendrá la posibilidad colaborar en un futuro próximo con Rado,
El público que asistió a descubrir las piezas de los nueve finalistas expuestas en el Espacio Rado situado en el COAM, así como el que votó online, decidió que la obra Sestrelo, de Manuel González Rodríguez, fuese la premiada con este galardón, consistente en un Rado True Thinline. La idea de Sestrelo viene de la palabra originaria “setestrelo” que en la cultura gallega denomina la constelación de la osa mayor con sus siete estrellas bien marcadas.
A diferencia de esta, el creador juega en todo momento con estrellas de seis puntas, que hacen un juego de palabras para obtener Sestrelo. Al igual que las estrellas están dibujadas en el cielo sobre el infinito negro, la obra se asienta sobre un fondo oscuro que cubre las patas. La pieza consta de cuatro patas de forma triangular que aportan estabilidad y robustez, con un mesado rectangular acorde con las patas. Más información en Rado.es.