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Tres cronógrafos del Grupo Swatch por menos de 1.500 euros

Tres cronógrafos mecánicos por menos de 1.500 euros

He dicho a menudo que gracias al cuarzo estamos muy acostumbrados a ver cronógrafos muy baratos. Pero cuando pasamos a los relojes mecánicos la cosa cambia, y es difícil encontrarlos por debajo de 2.000 euros. En realidad 2.500 euros suele ser la media habitual. Sin embargo el grupo Swatch ha aprovechado su poderío en la costrucción de movimientos, para ofrecer al menos tres opciones cuyo precio está por debajo de los 1.500 euros. Curiosamente cada uno de ellos lleva un movimiento distinto. Vamos a verlos de más barato a más caro.

CERTINA DS ACTION DIVER CHRONOGRAPH ref. C032.427.11.051.00

Curiosamente el cronógrafo más barato de los tres es también el más completo, de lejos. Certina hace unos relojes de buceo muy interesantes porque están bien hechos, muchos de ellos están certificados y tienen un precios muy buenos. Se nota en que es un reloj de buceo por las dimensiones: caja de 45,7 mm de diámetro, casi 19 mm de altura y 52 mm de asa a asa. Afortunadamente la medida del asa está bien pensada para equilibrar bien el reloj sobre la muñeca, porque de otra forma sería ingobernable.

El reloj es hermético hasta 300 metros, lo que implica una construcción más sólida y por tanto más pesada. El cristal es de zafiro, con tratamiento antirreflectante por las dos caras. El bisel, claro, no es de cerámica, sino de aluminio. Siendo un reloj de buceo los pulsadores están roscados, y la rosca está recubierta de PVD negro.

El modelo de 2012 y el de 2020

Hay tres esferas: azul, verde sobre negro y rojo sobre negro. La azul y la verde la vimos en este artículo con fotos en vivo. La de rojo sobre negro es obviamente la que más asociamos con un cronógrafo porque son los colores tradicionalmente usados en este tipo de relojes. Esta versión del DS Activon Diver, comparada con la anterior, es mucho menos refinada que la anterior de 2012. Para empezar se ha cambiado de un doble registro a triple, que siempre añade más «ruido» a la esfera. Las manecillas son también más grandes y, donde antes había diferencia de forma entre la de minutos y la de hora, ahora la hay en anchura. Y los índices de la esquinas de la esfera pasan de ser circulares a tener forma de punta de flecha.

Se ha añadido un contador de una hora al cronógrafo y se han sustituido los índices circulares de los ángulos por otros en forma de punta de flecha, como las manecillas. El resultado, como decía es mucho más rudo, con mucha más presencia (aunque yo prefería la versión anterior, debo confesar. Sobre todo con la correa blanca y negra). El tratamiento con Super-LumiNova es intachable.

Dentro se mueve el ETA C01.211 automático. Es una evolución del Lemania 5100, que se dejó de hacer en 2003 pero que el Grupo Swatch -propietario de Lemania y que luego cedió a Breguet- hizo renacer a través de ETA. Lo hizo más simple y robusto, y lo dedicó a la gama baja de la relojería del grupo. Pero eso no quiere decir que no sea fiable. Precisamente es su origen lo que garantiza su durabilidad. Se mueve a 4 hercios tiene una discreta reserva de marcha de 45 horas. No se ve porque está tapado con un fondo en el que se ha grabado la tortuga de Certina.

Por último, el brazalete está integrado en la caja y bien acabado, con un eslabón central satinado y pulido. Además dispone de un extensor para buceo, haciendo así de este cronógrafo un perfecto diver. Su precio es de 1.170 euros, o 30 euros menos si se compra con la correa de caucho. Hay más información en Certina.es.

HAMILTON X-WIND AUTO CHRONO ref. H77616533

El segundo de los cronógrafos es un viejo conocido de Hamilton, porque ya lleva unos ocho años entre nosotros, y no parece dar signos de cansancio. En 2016 la marca le dio un empujón con su aparición en la película Independence 2 Resurgence. La película es tan mala como la primera, pero su tirón entre el público es incuestionable y el reloj se vio (aunque un par de segundos) por centenares de miles de personas en todo el mundo.

Es un reloj grande en todos los sentidos porque tiene un diámetro de 44 mm, una altura de casi 16 mm y una distancia entre asas de 54 mm. Así que va a ser difícil esconderlo bajo el puño de la camisa. Es una reinterpretación de un reloj de piloto, con grandes numerales rectos y unas manecillas de jeringuilla aún más retro. La caja es curvada y cepillada para aumentar la sensación de reloj-instrumento, y tiene el cristal de zafiro, aunque el tratamiento antirreflejos podría ser bastante mejor.

Este cronógrafo tiene nada menos que tres coronas y dos pulsadores. Estos últimos corresponden a la función de cronógrafo. Como es un reloj pensado para llevar en la mano derecha, el pulsador de puesta en marcha y paro es el de las 8 horas, mientras que el de reseteo es el de las 10. La corona a las 9 sirve para dar cuerda y para el cambio de día y fecha, además de la hora y minutos. Al otro lado hay dos coronas, que se utilizan para la función que da nombre al reloj: calcular los ángulos de deriva que producen los vientos cruzados.

Yo no tengo idea de cómo se usa (en este vídeo de Hamilton se explica), pero me parece genial el desarrollo porque vuelve a unir la relojería con su esencia como instrumento útil. Y en este caso en reloj de piloto para hacerlo aún más útil. Las coronas están todas roscadas y protegidas, algo necesario porque el reloj es hermético hasta los 100 metros.

Además Hamilton ha decidido marcar todas las manecillas con Super-Lurmiova, incluidos los contadores del cronógrafo. Yo hubiera preferido que los numerales también lo estuvieran, pero aún así la lectura es correcta.

Por dentro el reloj lleva el calibre H-21, que es una actualización del Valjoux 7750 con una muelle real distinto y un juego de engranajes refinado para conseguir 60 horas de reserva de marcha. Es decir, una garantía de robustez y durabilidad.

El cronógrafo se entrega con una gruesa correa de piel con dos remaches para remarcar su estilo vintage, y una poderosa hebilla con la forma de H. El reloj tiene un precio de 1.395 euros, que redondea un reloj de piloto muy completo y con mucha personalidad. Más información en Hamilton.es.

TISSOT HERITAGE 1948 ref. T66.1.782.33

El último de los cronógrafos es el más clásico y elegante de los tres. La caja de acero tiene un diámetro de 39,5 mm y una altura de 11,9 mm, lo que lo hace perfecto para cualquier muñeca. La caja combina superficies satinadas con un bisel pulido para hacer la pieza más elegante, a lo que se unen unas asas que recuerdan las formas del Art Déco.

El cristal es de Hesalite, no de zafiro, lo que lo hace más acorde con la época que homenajea y más peligroso en el día a día porque se raya más fácilmente. Los pulsadores del cronógrafo y, sobre todo, la corona, que es grande y plana, son otro recuerdo del pasado muy bien reproducido.

La esfera está curvada y decorada con un fino graneado en plata. Los minutos están señalados por una minutería de ferrocarril y los índices por pequeñas semiesferas pulidas. Esto, junto con las manecillas en forma de hoja, completan un look vintage muy logrado. El numeral romano es cuestionable y, aunque yo creo que hubiera sido mejor no usarlo, no es llega a ser un argumento como para no comprar el reloj.

Lo mismo ocurre con la ventana de fecha a las 4:30 horas. Es verdad que la estética hubiera quedado mejor sin ella, pero recordemos que esto es un reloj para vender en cantidad, no una minúscula reedición para aficionados.

Si giramos el reloj nos encontramos con una recargada tapa trasera, un tanto rococó. Cierto es que recuerda a relojes de bolsillo, pero es que se supone que esto es un reloj de 1948. La barra horizontal tapa la visión del calibre. Es el ETA 2894-2, una buena opción porque su altura de 6,10 mm permite la delgadez general del reloj y, con su frecuencia de 4 hercios y sus 42 horas de reserva de marcha, es tan eficiente como el Valjoux 7750.

Por último, el reloj se ofrece con una correa de piel (negra o marrón) o una milanesa, que es la que de verdad hace brillar a este cronógrafo. El precio varía tan poco que no supone un problema: 1.400 euros para la versión de piel y 1.460 euros para la versión con milanesa. Es por tanto una excelente opción para tener un cronógrafo muy competente y con un logrado estilo vintage. Más información en Tissot.es.

 

 

 

 

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