Ha sido una espera de años, pero por fin ha llegado: El Tissot T-Touch Connect Solar es ya una realidad. Cuando menos, una realidad anunciada, porque en estos tiempos raros y terribles de la pandemia sólo hemos podido verlo digitalmente. Pero es un hito tan importante para el Grupo Swatch que la primera aparición pública no corrió a cargo de la propia Tissot, sino que la hizo el presidente del Grupo, Nick Hayek, durante la presentación de las cuentas anuales a los accionistas (en una sala vacía y por teleconferencia). Así de importante lo considera para el grupo.
Es una historia que viene de largo: en 2015 el Grupo anunciaba su smartwatch. Lo anunció en febrero porque quería adelantarse al lanzamiento del Apple watch (que tuvo lugar en abril), pero ha resultado dolorosamente claro que no lo consiguieron. Sin embargo, sí se estableció la base de lo que buscaba el Grupo: un reloj que no fuera obsoleto en un año, que pudiera hacer pagos y, sobre todo, que no hubiera que recargar cada día, sino que se alimentara de energía solar. Pues todo eso, y sobre todo lo último, es lo que ofrece el Tissot T-Touch Connect Solar.
LA AUTONOMÍA MÁS LARGA. DE LEJOS
Ya sabemos que el talón de Aquiles de los relojes conectados es la autonomía, que obliga a recargarlos prácticamente cada día. No es ese el caso de este Tissot, que se aprovecha de la tecnología del T-Touch clásico. Todos sus componentes son de bajo consumo y su sistema de recarga solar se produce gracias a las células fotovoltaicas de su esfera, desarrolladas en Neuchâtel por el CSEM (Centre Suisse d’Electronique et de Microtechnique). El Tissot T-Touch Connect Solar puede llegar a mantenerse más de seis meses conectado y 10 años sin conexión.
Recordemos que el T-Touch Solar, que se lanzó en 2014, tiene una esfera con células fotovoltaicas que además es táctil, con lo que la usabilidad básica de un smartwatch ya existía. Ahora el reloj añade una pantalla digital con tecnología MIP. Con esta tecnología hay un circuito de memoria de un bit incrustado en cada píxel, por lo que la información se conserva una vez que se escribe. Esto permite el diseño de productos con un consumo de energía ultrabajo y una larga duración de la batería. También ofrece una mayor resolución, amortiguación y tolerancia a la temperatura.
LAS FORMAS DEL T-TOUCH TRADICIONAL
El T-Touch ha sido de siempre el reloj más vendido de Tissot porque ha sabido combinar las hechuras tradicionales de un reloj con una serie de funciones que lo hacían ideal para el ocio y el deporte en particular. Y el Tissot T-Touch Connect Solar conserva todo ese legado: La caja, de 47 mm de diámetro y 15,3 mm de altura, está fabricada en titanio, con versiones con recubrimiento de PVD negro y oro rosa.
Lleva la corona electrónica para acceder a las funciones básicas y los pulsadores grabados. Además integra un bisel de cerámica y un cristal de zafiro táctil. Por último es sumergible hasta 100 metros, que es al menos el doble de la hermeticidad de los smartwatch actuales. Todo ello para expresar -acertadamente- la idea de que en la muñeca se lleva un reloj, no un elemento electrónico.
USO AVANZADO
El Tissot T-Touch Connect Solar se aprovecha de las funciones que ya tenía el T-Touch tradicional, que no son pocas: calendario perpetuo, cuenta atrás, cronometraje, alarma, temperatura, brújula y altímetro. Pero además ha desarrollado un sistema operativo propio que ha llamados SWALPS, que juega con el nombre de Swatch y los Alpes, y cuyas iniciales corresponden con Swiss Autonomous Low Power System. Ofrecerá pronósticos meteorológicos, navegación por GPS e incluso información de los partidos de la NBA, de la que Tissot es patrocinador. Y es compatible con iOS, Android y Harmony (el sistema operativo de Huawei).
Esto abre la puerta a la conectividad y a mantener las estadísticas en el teléfono, a recibir todo tipo de notificaciones (llamadas, mensajes, etc.).
DISPONIBILIDAD Y PRECIO
El Tissot T-Touch Connect Solar cuenta con el certificado del origen de los componentes y la mano de obra, garantía de la calidad de fabricación y seguridad, ya que ningún otro operador puede acceder a los datos, y no se pueden enviar datos a terceros. Para el desarrollo de esta nueva línea se han desarrollado 35 patentes.
Se presentará este verano en Suiza, para después ir extendiendo su venta en todo el mundo. Estará disponible con brazalete de titanio o con correas de caucho de diferentes colores, y su precio será de 950 euros. Esperemos poder probarlo cuando llegue a España. Más información en Tissot.es.