Lanzar relojes que podríamos llamar de caballero en tamaño pequeño es algo que tiene mucho predicamento entre los aficionados a la relojería, pero tiene una perspectiva comercial más difícil porque no van por ahí los gustos de los clientes normales. Por lo menos en Occidente. En Oriente -Medio o Lejano-, en general con muñecas más pequeñas, estas medidas sí son más aceptables.
Afortunadamente Rado no ha limitado estos Rado Golden Horse Automatic a esos mercados y también los ha traído a Europa y América. Ya vimos con fotos en vivo la versión de esfera roja, que es personalmente la que más me gusta. Ese modelo tenía en su nombre la palabra «Tradition» que ahora ha perdido la colección para pasar a llamarse simplemente Golden Horse.
Pero lo de Tradición tenía sentido, porque estos Rado Golden Horse Automatic hacen referencia a la primera colección que se llamó Rado, porque en realidad el nombre original de la empresa era Schlup & Co; seguramente el nombre menos comercial de toda la industria relojera, y de muchas otras también (salvo de sopas, imagino). Rado ha sido fiel al original y ha hecho el reloj en acero y con 37 mm de diámetro, además de sólo 11 de altura y 43 de asa a asa. Por supuesto unas hechuras así hace que sea válido para cualquier muñeca por pequeña que sea.
Lo que no ha sido respetuoso con el original, afortunadamente, es el cristal, que es de zafiro. Mantiene la forma abombada e incluye un tratamiento antirreflejos. La corona no tiene protección y no está roscada, pero aún así el reloj es hermético hasta 50 metros. Todas las superficies, incluidas las del bisel, están pulidas.
La esfera sigue la forma del cristal, y lo aprovecha para utilizar una laca en degradado y con decoración en rayos de sol, de manera que es más azul en el centro y negra en el extremo. El resultado es muy atractivo, porque la esfera juega mucho con la luz. Los índices están aplicados y facetados, y dobles a las 12, a las 6 y a las 9 horas. Las manecillas son dauphine y también facetadas para que se lean mejor. Incluso la fecha es como la original, escrita en rojo.
Por supuesto a las 12 aparece el ancla tradicional de la marca, que gira con el movimiento de la mano y que no tiene otra función que la puramente estética. Al otro lado del eje central se encuentran los dos caballitos de mar dorados que identifican la colección desde su nacimiento. Son los mismos que aparecen en la tapa trasera, porque estos Rado no muestran el calibre. Es todo un Powermatic 80, con tres hercios de frecuencia y 80 horas de reserva de marcha.
El Rado Golden Horse Automatic se entrega con un brazalete de grano de arroz que acentúa aún más su estilo vintage. Tiene un precio de 1840 euros y ya está disponible en los puntos de venta autorizados. Más información en Rado.es.
