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Maurice Lacroix Aikon Venturer. Los divers de la casa, en vídeo

Los Maurice Lacroix Aikon Venturer

Qué bien lo está haciendo Maurice Lacroix con el Aikon. Ha sabido introducirse dentro del cada vez mayor segmento de los relojes deportivos de lujo en acero. Pero dar el salto a un reloj de buceo siempre es más complicado, porque la estética es muy distinta. Y no me cabe duda de que lo ha hecho muy bien: los nuevos Aikon Venturer son un reloj deportivo pero que se siente perfectamente a gusto cada día en la ciudad porque no ha perdido la elegancia del modelo original.

UN POCO DE HISTORIA

Los relojes de inspiración Genta (por así decir) no son de ahora. En los años 90 también hubo modelos con esa inspiración (aunque con la estética de entonces, claro). Por ejemplo vimos Chopard Alpine Eagle, que tiene el mismo origen (el Chopard St. Moritz). Maurice Lacroix lanzó su propio modelo, al que llamó Calypso. Y fue un éxito espectacular, lo que permitió a la marca desarrollar una enorme cantidad de modelos.

Foto de Chrono24.com

Los Calypso eran fundamentalmente relojes de cuarzo, como era habitual en la época. En 2016 la casa lanzó una nueva colección llamada Aikon, que no era sino un Calypso afortunadamente actualizado a los criterios actuales. Fiel a sus orígenes, los Aikon se presentaron en cuarzo. Pero en 2018 ML lanzó la versión mecánica, y fue todo un éxito. Merecido, además, porque el Aikon ofrece mucho por un precio muy bueno. Una caja satinada con los bordes pulidos y un brazalete también de acero satinado (o un correa de cuero), una esfera muy cuidada con tapicería, índices aplicados y un bisel con unos segmentos pulidos que rememoran los boceles que tenía el Calypso.

Por dentro se mueve un Sellita SW-200 que garantiza su durabilidad. Todo en una caja de 42 mm de diámetro y 11 mm de altura, que la hace perfecta para el segmento que quiere cubrir. Además apareció una versión cronógrafo, muy potente y con un Valjoux 7750, otro Goliath de la relojería que garantiza un funcionamiento exacto y duradero. Y los precios son inmejorables: 1.590 para el Automatic con correa de piel (cien euros más para la versión con brazalete) y 2.750 para el cronógrafo (2.690 si es con correa de piel).

MAURICE LACROIX AIKON VENTURER

En 2019 Maurice Lacroix alumbró su reloj de inmersión y, una vez más, el modelo sorprendió a todos. El Aikon Venturer mantenía su carácter urbano y elegante, pero añadiendo los elementos necesarios para presentarse en escenarios más desafiantes sin perder un ápice de confianza.

La caja mantiene su forma forma angulosa, pero como la hermeticidad pasa a ser de 300 metros, se ha reforzado y ha crecido un milímetro hasta los 43. Sin embargo la altura es de sólo 11,60 mm, lo que permite que el reloj siga siendo un compañero que no estorba en la muñeca cuando estamos en ambientes más formales.

El bisel de cerámica ha sustituido los cuadrados pulidos por numerales (además de añadir índices hasta el minuto 20). Esto tiene dos objetivos. El primero, ayudar al buzo a controlar los tiempos de descompresión. El segundo, facilitar el giro unidireccional del bisel. Y de paso reforzar la idea de dureza del reloj. Y, como es un reloj de buceo, hay una inserción luminiscente a las 12 horas. La corona está acompañada por protectores, pero se han diseñado de tal manera que no desentonan con el perfil elegante de la caja.

La esfera tiene ahora colores lisos, sin la tapicería de las versiones ya existentes, ambas con decoración rayos de sol azul o negra. Los índices se han rediseñado para darles más presencia y los índices ahora tienen forma de círculo, pero con un rectángulo interior relleno de Super-LumiNova (al igual que las manecillas). El conjunto tiene una legibilidad perfecta, también en la oscuridad.

El Maurice Lacroix Aikon Venturer se mueve, como sus hermanos automáticos, gracias a un Sellita, responsable también de la delgadez de la caja, y cuyas bondades de fiabilidad ya conocemos. Queda escondido tras una tapa decorada con «Vagues du Jura» (olas del Jura).

AIKON VENTURER EDICIÓN LIMITADA

Este año Maurice Lacroix ha incorporado una edición limitada a la familia Aikon Venturer, y la verdad es que es amor a primera vista. Toda la estructura es la misma, pero el uso del color le da una presencia distinta y muy, muy atractiva. La combinación azul y naranja no es por supuesto nueva, pero en este reloj, debido a la forma de los índices, la combinación resulta especialmente bonita.

Además el reloj se presenta con el brazalete ya conocido y con una correa tipo tela, en azul con los pespuntes en naranja. El conjunto resulta impecable, la verdad.

SISTEMA EASYCHANGE

Otra de las características favoritas del Aikon Venturer -y de los demás relojes de la colección- es el sistema de cambio de correas, que es muy sencillo. Son dos pulsadores que se desplazan hacia dentro para liberar la pieza y, para volver a ponerlo, simplemente basta con colocarlo en su sitio de manera intuitiva, y el brazalete o la correa se encajan. La imagen que da es de solidez y buen acabado, y contribuye a que el reloj se lleve muy bien en la muñeca.

CAJA DE LUJO

Por último, los Maurice Lacroix Aikon Venturer (al igual que los demás modelos de la colección) se entregan en unas cajas excelentes, con un brillo y un acabado que te hace pensar por qué proporcionalmente marcas mucho más caras utilizan cajas tan pobres. Y la edición limitada utiliza los mismos colores que el reloj, así que resulta aún más bonita.

Los precios de los Maurice Lacroix Aikon Venturer son de 1850 euros la versión con correa de piel y de 1990 euros la de brazalete, que es muy poca diferencia para lo bueno que es. La edición limitada, por su parte, tiene un precio de 2.290 euros. Es, en resumen, una excelente apuesta. Más información en MauriceLacroix.es.

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