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Oris Hölstein Edition 2020. El primer reloj suizo todo de bronce, en vivo

Oris Hölstein Edition 2020

¡Oris está que no para! Lleva un 2020 que, a pesar de la tragedia del Covid-19, consigue superar las dificultades con relojes que son todo un acierto. Primero fue el Oris x Momotaro que vimos en vivo y ahora este Oris Hölstein Edition 2020, que es el primer reloj suizo con caja y brazalete en bronce (salvo en los sitios estrictamente necesarios). Y lo hace para conmemorar su trayectoria.

UN POCO DE HISTORIA

Paul Cattin y Georges Christian

Paul Cattin y Georges Christian fundaron Oris el 1 de junio de 1904 en Hölstein, tras adquirir una fábrica de relojes recién clausurada (llamada Lohner & Co). El nombre que tomaron era el de un arroyo cercano. Poco tiempo después abren una segunda planta de montaje y una segunda fábrica en la cercana de Holderbank. Para 1911 Oris ya era el mayor empleador de Hölstein, con más de 300 trabajadores. 

Incluso construye casas y pisos para su personal, además de proporcionar servicios de autobús para el desplazamiento para los que vivían incluso a 25 kilómetros de la manufactura. El éxito de Oris continúa y se amplía de modo que en 1929 dispone de fábricas en Hölstein (1904), Holderbank (1906), Como (1908), Courgenay (1916), Herbetswil (1925) y Ziefen (1925).

Aquí se ven las fábricas de Oris en 1929, cómo empezó en 1904 y las casas construidas para los empleados

En 1927 fallece George Christian y la compañía fue adquirida por un grupo de inversores. Su presidente fue Jacques-David LeCoultre, nieto de Antoine LeCoultre y posterior socio de Edmond Jaeger en la constitución de Jaeger-LeCoultre en 1937. Un año después de la muerte de Georges Christian, Oscar Herzog, su cuñado, se convierte en director general, posición que ocupará durante 43 años. Desde 1928 hasta 1971, Herzog dirige Oris a través de los muchos altibajos relojeros del siglo veinte. En 1936 abrió su propia fábrica de esferas en Biel y en 1938 comienza a producir sus primeros escapes.

Oscar Herzog

En 1938 Oris presenta su primer reloj para pilotos, que se distinguía por la gran corona. Su tamaño estaba pensado para poder ser manejada con los gruesos guantes de piloto puestos. La «Big Crown» pasaría a ser parte esencial de la colección de la casa.

Cuando estalló la guerra en Europa, Oris era ya uno de los líderes en alta relojería suiza. Durante la guerra, con la red comercial lógicamente fuera de juego, Oris se puso a fabricar relojes despertador para mantener vivo el negocio. Esta reconversión llevó al lanzamiento, en 1949, de un innovador modelo con reserva de marcha de 8 días. Por aquel entonces, la compañía producía más de 200.000 relojes de pulsera y relojes fijos al año.

Al final de la década de 1960, Oris es una de las 10 mayores empresas relojeras del mundo. Tiene 800 empleados en una red de fábricas en Hölstein y más allá, y produce 1,2 millones de relojes anuales. La empresa desarrolla sus propias máquinas y herramientas, y dispone incluso de un programa de aprendizaje, donde se forman 40 ingenieros y relojeros cada año.

En 1970, Oris se integra en ASUAG, que más adelante se convertirá en el Grupo Swatch. No podía ser peor momento, pues la Crisis del Cuarzo estaba pasando a cuchillo (katana sería mejor decir en este caso) a la industria relojera suiza tradicional. La producción se desploma y la fuerza laboral se reduce de 900 a unas escasas docenas.

Ulrich W Herzog y Rolf Portmann

En 1982, el director general de la compañía, el doctor Rolf Portmann, y el Director de Marketing, Ulrich W. Herzog, encabezan una adquisición directiva. Poco después, la recién constituida Oris SA elige valientemente abandonar el cuarzo y producir exclusivamente relojes mecánicos.

Herzog viajó regularmente a Japón, donde descubrió una nueva pasión por los relojes mecánicos. Consciente de la influencia japonesa sobre las tendencias mundiales, introduce una nueva visión del negocio: Oris aspira a convertirse en el líder mundial de los relojes mecánicos, con movimientos especiales a precios competitivos.

En 1984 reintroduce el Calendario de Alidada, visto por primera vez en los relojes Big Crown a finales de los años 30. Con el tiempo esa distintiva función se convertirá en la complicación identificativa de Oris. En 1997 Oris lanza su pionero Worldtimer, reloj que incorpora una función patentada que permite adelantar o retrasar la hora local mediante pulsadores a ambos lados de la caja, en saltos de una hora. Si el adelanto o retraso incluye la medianoche, la fecha se actualiza automáticamente.

En 2002 el Rotor Rojo se convierte en la marca registrada de Oris. Simboliza la filosofía de Oris: producir relojes mecánicos de alta calidad fabricados en Suiza, con funciones del mundo real a precios accesibles.

Por último, en 2014 Oris celebra 110 años fabricando relojes con su primer calibre de la casa en 35 años. El Calibre 110 es un movimiento de remonte manual con un aparejamiento único de complicaciones: 10 días de reserva de marcha y un indicador no lineal de la reserva de marcha. Al 110 siguió en 2015 el 111, que añadía fecha. El 112 introducía la función GMT y 113 lo sustituye por la indicación de semana.

La creación de calibres propios es un gran paso para una empresa pequeña y pone el acento en el deseo de independencia que siempre ha regido a la empresa, siempre con la idea de mantener precios sensatos. De ahí su famoso lema de «relojes reales para gente real».

RETRO Y BRONCE: PAREJA IDEAL

En 2015 Oris trajo de nuevo a la vida a su reloj de buceo vintage y creó la colección Divers Sixty-Five (que vimos aquí con fotos en vivo). La fiel estética retro del modelo ganó el favor inmediato, y más aún con la segunda versión, cuyos códigos estéticos son distintos a los de la versión de 2015 y son los que siguen vigentes.

También fue una revelación para muchos entusiastas de los relojes, que no se podían (ni pueden) resistir a la excelente relación calidad/precio. Aunque algunos argumentaron que su resistencia al agua de 100 metros no era compatible con un reloj de buceo profesional, la colección Sixty-Five combina la nostalgia de los relojes de ayer con una funcionalidad robusta más que suficiente para el uso diario.

El primer reloj de bronce que hizo su debut en Oris fue en 2016, un reloj con una caja y bisel de bronce dedicado al Buzo Maestro de la Marina de los EE. UU., Carl Brashear, con su vivencia personal tan unida al problema de las bombas nucleares caídas en España. A partir de 2016, las cajas de bronce y las de acero y bronce han aparecido con bastante regularidad, como en este cronógrafo. Hoy, la colección Divers Sixty-Five da la bienvenida al Oris Hölstein Edition 2020.

CAJA Y BRAZALETE

La caja mide 43 mm de diámetro y tiene una altura de 16,93 mm de altura. El bisel giratorio unidireccional, los pulsadores del cronógrafo y la corona atornillada están totalmente elaborados en bronce. De hecho, la única parte de la caja que no está hecha de bronce es el fondo de la caja. Teniendo en cuenta la cantidad de bronce utilizada en este modelo, es un reloj relativamente pesado (200 gramos), pero es como uno de acero y desde luego no tan pesado como el oro. Las superficies superiores están cepilladas y los pulsadores, la corona, las marcas en el bisel y los lados de la caja están pulidos.


Sin embargo, la novedad del Oris Hölstein Edition 2020 es el brazalete de bronce macizo. Dada la naturaleza maleable de este metal, el bronce no era lo suficientemente fuerte como para usarse en los pasadores que mantienen unidos los eslabones o para el cierre desplegable. Estas piezas, junto con el fondo de la caja, están hechas de acero inoxidable.

El bronce es una aleación formada principalmente por cobre y se caracteriza por su color dorado mate. Con el tiempo, el bronce se oxida y forma una superficie moteada y verdosa. La pátina de bronce es una reacción completamente orgánica y no hay dos cajas de bronce que envejezcan de la misma manera. Por eso cada reloj termina por ser único.


Sin embargo, para evitar que el reloj parezca algo recuperado del Titanic, Oris ha desarrollado una aleación de bronce especial y la parte del fondo de la caja que entra en contacto con la piel está hecha de acero. Otro detalle es el grabado del sonriente oso de peluche Oris en el fondo de caja atornillado, junto con el número de edición limitada xxx / 250.

ESFERA

Con un fondo dorado, el diseño bicompax la esfera del Oris Hölstein Edition 2020 subraya el aire vintage del reloj. Las dos subesferas, con el pequeño segundero a las 9 en punto y el contador de tiempo transcurrido de 30 minutos a las 3 en punto, tienen un fondo negro y marcas blancas con un toque de luminiscencia en las manecillas. La manecilla de hora estilo catedral y la manecilla de minutos más larga están llenas de Super-LumiNova blanca. Los marcadores de hora están aplicados y también se han rellenado con material luminiscente.

En la oscuridad, la luz se ilumina en azul en la esfera, aunque el punto del bisel emite una luz verde. Protegido por un cristal de zafiro abombado, la esfera dorada con sus contadores negros es extremadamente legible.

MOVIMIVIENTO CRONÓGRAFO AUTOMÁTICO

El Oris Hölstein Edition 2020 está equipado con un movimiento de cronógrafo automático, calibre Oris 771, basado en Sellita SW 510 y con una reserva de marcha de 48 horas. Aunque el fondo de la caja está sellado, incorpora el clásico rotor rojo de Oris.

DISPONIBILIDAD Y PRECIO

A pesar del resquemor que podrían provocar las medidas del reloj, el Oris Hölstein Edition 2020 se lleva tan bien como los demás miembros de la familia y, por supuesto, su aspecto lo aparta de cualquiera de ellos (y sin duda de su competencia). Yo creo que las 250 unidades de la edición limitada se va a vender en un suspiro. El precio del reloj es de 4.600 euros, y está disponible en la tienda electrónica de la marca (donde la haya) y en los puntos de venta autorizados. Más información en Oris.ch.

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