Bvlgari es como ese jugador pillo que en cuanto el contrario se despista roba el balón y se va disparado al área y mete gol. Pero cuando los defensas se ponen en serio a defenderle se dan cuenta que ese jugador pillo es en realidad todo un jugadorazo, con la técnica y habilidad de los mejores, y siempre se les escapa. Los récords mundiales en relojería siempre han sido alcanzados por las marcas tradicionales. En cuanto a la delgadez el trono siempre lo tenía Piaget, aunque también hemos visto por ejemplo a Jaeger-LeCoultre.
Pero hace tiempo que ya no es así y el Bvlgari Octo Finissimo Tourbillon Chronograph Skeleton Automatic es el sexto reloj de la casa que alcanza una marca mundial. A récord por año desde 2014. Y encima son de formas originales y los relojes no son logros puramente técnicos, sino que son muy llevables. Lo que se dice un auténtico descaro dentro de una industria tan tradicional.
En 2014 lanzó el Octo Finissimo Tourbillon, el tourbillon más delgado del mundo. En 2016 apareció el repetidor de minutos más delgado y el reloj automático más delgado (aunque por poco tiempo porque Piaget volvió a reconquistar ese trono). En la feria de Basilea de 2018 presentó el Octo Finissimo Automatic Tourbillon, el automático con tourbillon más delgado del mundo. Por último, en 2019, lanzó el cronógrafo más delgado.
Ahora lanza este Bvlgari Octo Finissimo Tourbillon Chronograph Skeleton Automatic, que como su nombre indica es un crono con tourbillon, y además esqueletado.
Y oiga, una cosa es hacer un ultrafino de tres agujas, pero incluir un tourbillon y un cronógrafo, con la cantidad de piezas que requiere, es un verdadero logro.
La caja tiene 42 mm de diámetro y 7,40 mm de altura. Hay calibres de tres agujas que son más altos, y eso sin meterlos en la caja. Esta fabricada en titanio grado 5, toda arenada para darle un aspecto más de instrumento. La altura del calibre es de sólo 3,50 mm.
Además, lo bueno que tiene el Octo, que obviamente también le ocurre al Bvlgari Octo Finissimo Tourbillon Chronograph Skeleton Automatic, es que con sus formas, sus escalones, sus aristas y su bisel central da un aspecto muy fornido, sin dejar de ser una pluma en la muñeca.
El barrilete, visible a las 12 horas, se carga gracias a un rotor periférico, una decisión lógica para ahorrar espacio, pero que a la vez obliga a transmitir ese movimiento hasta el muelle real. Lo que ha hecho Bvlgari es unir el calibre del Ultra-Thin Tourbillon con el del Finissimo Chronograph, pero modificando la estructura. El tourbillon ya no es volante y el uso de rodamientos se ha limitado a dos, ya que el relojero ha preferido rubíes tradiconales.
El cronógrafo se mueve gracias a una rueda de pilares y un piñón oscilante para acoplar y desacoplar. La palanca que mueve este piñón oscilante es coaxial con el tourbillon. Por último, un martillo de puesta a cero -de una sola pieza- se desliza a lo largo del mecanismo para resetear simultáneamente las levas.
El resultado es un reverso del Bvlgari Octo Finissimo Tourbillon Chronograph Skeleton Automatic realmente atractivo, con un aspecto de auténtica máquinaria de precisión. Casi más atractivo que el frontal, que también es, por supuesto impactante.
La estructura de la esfera es, en realidad, un borde exterior con los minutos y segundos marcados y dos registros en espejo, uno para el pequeño segundero y otro para el contador de 30 minutos. También aparecen en espejo el barrilete y el tourbillon. Todo ello armado con puentes de titanio con recubrimiento DLC.
Los dos pulsadores no son para el cronógrafo. El que aparece a las 2 en punto hace todas la funciones de manera sucesiva: arranca, para y resetea el crono. El pulsador a las 4 sirve para elegir qué función debe realizar la corona: ajuste horario o cuerda manual.
El Bvlgari Octo Finissimo Tourbillon Chronograph Skeleton Automatic se presenta con un brazalete del mismo material que la caja y un cierre plegable. Va a ser una serie limitada de 50 unidades, con un precio de 155.000 euros. Más información en Bvlgari.es, a la que sólo nos queda aplaudir por su genialidad.