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Richard Mille RM 27-04: Diez años de colaboración con Rafa Nadal

Rafa Nadal con su Richard Mille RM 27-04

Hace ya diez años que Richard Mille comenzó su colaboración con Rafael Nadal. El tenista es uno de esos escasísimos deportistas que no necesitan ser citados con nombre, apellidos y profesión para que todo el mundo sepa de quién se habla. Dices «Nadal» y ya está perfectamente identificado. Lo mismo que le pasa a su gran rival y gran amigo Federer. Además, al igual que éste último, su comportamiento en su profesión y fuera de ella les ha hecho tener una imagen impecable (merecidamente), lo que de paso supone una garantía de éxito para aquellas marcas a las que representa.

El caso más claro, creo yo, es Kia: si una marca viene de Oriente y ese Oriente no es Japón -cuyos productos, al menos en España, siempre han tenido una fama excelente- nos hace levantar una ceja de escepticismo. O así lo era cuando Kia llegó a España. Sin embargo, el acuerdo comercial con Rafa les ha dado un 100% de confianza, según los estudios realizados. Esto es un activo mayor -y más rentable a largo plazo- que si sacaran un modelo mejor que el Porsche 911. Pues lo mismo para Richard Mille. La carrera prodigiosa del tenista mallorquín disparó también a Richard Mille, que ha alcanzado una posición envidiable en la que cualquier reloj que saque a cualquier precio es un éxito instantáneo.

Si abres la imagen de aquí arriba en una ventana nueva podrás ver en detalle los 9 modelos que el francés ha lanzado desde 2010 para lucir en la muñeca de Rafa, cuya culminación -por ahora- es el nuevo RM 27-04. Como curiosidad, el vídeo del modelo de 2015 fue el más visto del canal de YouTube de Horas y Minutos durante tres años.

El nuevo modelo sí que tiene una clara conexión con el tenis, por primera vez. El RM 27-04 combina un diseño ligero —con un peso de 30 g correa incluida, que viene a ser como seis hojas de papel DIN A-4— con una imponente resistencia. Su calibre tourbillon —que está suspendido dentro de la caja— es capaz de resistir aceleraciones de más de 12 000 G, lo que supone todo un récord para Richard Mille y por supuesto para la relojería. En comparación, el circuito de navegación dentro del proyectil de artillería de un obús de 155 mm está construido para soportar 15.500 g.

El movimiento está íntegramente soportado por una red microgranallada de tan solo 855 mm2 de superficie, que consta de un único cable de acero trenzado de 0,27 mm de diámetro, y está sujeta por dos tensores con tratamiento PVD oro 5N.

Inspirándose en el mismo principio que el de las cuerdas de una raqueta de tenis, el RM 27-04 ancla el cable de acero en un tensor situado a las 5 horas y crea una red amarrando cada una de las cuerdas principales antes de agregar las cuerdas cruzadas. El cable pasa 38 veces entrelazándose por encima y por debajo de las cuerdas principales a través del bisel hueco de titanio grado 5 antes de desembocar en un tensor situado a las 10 horas. El movimiento automático se distribuye en diagonal y está conectado a la red por medio de cinco ganchos de titanio grado 5 pulido con tratamiento PVD oro 5N que se extienden desde la parte posterior de la platina.

La caja, de superficies pulidas y arenadas, constituye otra innovación, puesto que está elaborada con un material exclusivo: el TitaCarb®. Esta poliamida de alto rendimiento está reforzada con un 38,5 % de fibra de carbono. La incorporación del carbono confiere al TitaCarb® una resistencia a la tensión excepcional —370 MPa (3700 kg/cm2)—, por lo que se trata de uno de los polímeros más resistentes del mundo.

En el lateral se ha grabado el apodo del tenista, cuyo nombre completo sí aparece en la trasera del reloj.

El conjunto es francamente impresionante, porque la sensación de levedad del calibre, el más esqueletado de Richard Mille, no te da idea de que pueda ser tan resistente. Es una de las pruebas de que Richard Mille no es puro marketing, como muchos piensan, ni un simple agregador de materiales curiosos. Son siempre unos relojazos pensados para situaciones en las que a ninguna mente sensata se le ocurriría meter un reloj. Y menos aún con un tourbillon. No vale decir que es que Nadal golpea con la izquierda y el reloj lo lleva en la derecha. Recordemos que su revés es a dos manos.

El calibre está ajustado en 5 posiciones en calor y en frío, como los buenos cronómetros. Me gustaría saber, una vez que acabe Roland Garros si tienen que volver a calibrar el movimiento.

El RM 27-04 es una edición limitada a 50 unidades, con un precio aproximado de 1.000.000 de dólares (sin impuestos). A ver si vemos a Nadal levando el reloj y la Copa de los Mosqueteros. Más información en RichardMille.es.

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