Cada vez es más difícil decir algo sobre la exportación de relojes suizos, porque cada mes, desafortunadamente, es más de lo mismo. El mes pasado la Federación de la Industria Relojera, viendo que la caída no era tan dramática como en marzo y abril, dijo que las ventas se estaban recuperando. Fue un ejercicio de querer ver el vaso medio lleno, pero así sólo lo veían ellos. Desafortunadamente este mes ya no puede seguir diciendo lo mismo, por las gráficas y los números son obstinados.
Como bien se ve en la gráfica, la realidad es que en agosto las ventas siguieron cayendo -aunque ciertamente de manera más suave- pero en septiembre la curva a vuelto a hincar la rodilla de manera clara. Y no es tanto, creo yo, por la permanencia del Covid-19 (que también, claro); tiene que ver sobre todo con la incertidumbre sobre el futuro. Nadie sabe cuánto va a durar esto, y por tanto nadie sabe cuánto más vamos a caer económicamente. Y no hay nada más miedoso que el dinero, como todos sabemos (y experimentamos, en mayor o menor medida).
Como en meses anteriores, es China la que salva un poco los papeles. Frente a las caídas generalizadas -y de dos dígitos- de los otros cinco principales mercados, China registra un crecimiento espectacular, de nada menos que casi un 79%. Pero ni aún así se ha conseguido frenar una curva que se vuelve a empinar. Por mucho que crezca, si el 60% del mercado -que es lo que acaparan los 6 mercados principales- va mal, nada se puede hacer. Y cómo estará el 40% restante.
Al final, Suiza exportó el equivalente a 1.600 millones de francos, una caída del 12,0% en comparación con septiembre de 2019. Los resultados acumulados después de nueve meses registraron, por tanto, un descenso del 28,3%, a 11.400 millones de francos.
El valor de las exportaciones estuvo influido por la fuerte caída de los relojes bimetálicos. Las exportaciones de relojes fabricados con metales preciosos se situaron en torno a la media, mientras que los productos de acero se comportaron mejor, con un descenso limitado del 3,2%. Aunque ligeramente menos marcada que antes, la caída de los volúmenes siguió siendo significativa, del -25,2% en comparación con septiembre de 2019.
Los relojes con un precio inferior a 500 francos (precio de exportación) registraron las mayores caídas en septiembre, cayendo un 23,9% en valor y un 30,5% en número de artículos. La categoría de 500-3.000 francos experimentó un aumento de valor del 2,7%. Aunque modesta, esta es la primera señal de crecimiento en uno de los principales segmentos de precios desde enero. Al mismo tiempo, los relojes con un precio superior a los 3.000 francos vieron caer su valor en un 13,5% en comparación con septiembre de 2019.
Se acerca la Navidad. Vamos a ver cuánta mejoría se observa gracias al tirón de la fiestas, aunque me temo que eso no lo veremos hasta que el 20 de diciembre salgan las estadísticas de exportación de relojes suizos durante el mes de noviembre. Más información en Fhs.swiss.