Ya sabemos que MB&F hace relojes que no dejan nunca indiferentes: o te gustan o no te gustan, pero nunca es un agua templada que no te afecta. Hace una semana presenté la reedición de «la Rana» y las reacciones fueron abundantes (abundantemente negativas, hay que decir). Y es algo que ocurre con todas las piezas que aparecen -aunque, salvo esta última, los comentarios son sobre todo a favor-. En 2010 se presentó el MB&F HM4 Thunderbolt y causó una pequeña revolución. Su diseño, que mezclaba un aire claramente vintage con unas formas nunca vistas en relojería, volvió a sacudir las opiniones del mundo relojero. A mí me encantó, la verdad, y al parecer a más gente también porque el reloj ganó el premio del GPHG al mejor reloj concepto. Ahora se lanza, como pieza única, el que fue el prototipo original del reloj.
El MB&F HM4 Thunderbolt nació del gusto de Maximiliam Büsser por los aviones de la Segunda Guerra Mundial. Si a ti también te gustan, el nombre Kittyhawk no te resultará extraño. El Curtiss P-40 fue uno de los aviones aliados más importantes de la Segunda Guerra Mundial, producido entre 1938 y 1944. Dependiendo de la versión, llevaba apodos como Warhawk, Tomahawk… y Kittyhawk. Criticado por su desempeño no muy destacado sobre el papel, su historial en combate sin embargo fue sorprendentemente bueno; todavía hoy los expertos en aviación discuten sobre los méritos y debilidades del avión. Sea como fuere, sigue siendo uno de los aviones más emblemáticos de esa época, especialmente los que muestran la típica «boca de tiburón» y ojos.
Al igual que el «arte del morro» de esos aviones legendarios de la Segunda Guerra Mundial, este MB&F HM4 Thunderbolt Pièce Unique tiene una boca y ojos de tiburón pintados a mano, junto con las esferas con pátina envejecida que muestran la reserva de marcha en la turbina izquierda y la hora en la derecha. La caja de titanio del prototipo de hace 10 años se preparó primero para dar la bienvenida a la pintura en grabado, quitando cuidadosamente micrones de metal de los lados del fuselaje, siguiendo la forma de las ilustraciones. Luego fue entregado a la pintora miniaturista Isabelle Villa, quien delicadamente pintó los dientes y ojos. Se aplicó una capa final de barniz transparente para proteger la pintura en miniatura, al ras de la caja.
El motor del HM4 fue diseñado y desarrollado íntegramente por MB&F durante tres años de trabajo intensivo con Laurent Besse y Beranger Reynard, de Les Artisans Horlogers. Cada uno de los 311 componentes se desarrolló específicamente para Thunderbolt, no se utilizaron mecanismos o partes estándar debido a la naturaleza extrema de su arquitectura.
Dos barriletes conectados en paralelo proporcionan 72 horas de energía, y transfieren su potencia a la doble turbina a través de trenes de engranajes verticales.
El resultado es, como siempre, llamativo y muy exigente con la muñeca: la dimensiones son de 54 mm de ancho, 52 mm de largo y 24 mm de alto. Pero, si te cabe en la muñeca, no cabe duda de que vas a llevar un reloj como ningún otro, que te va a dar un perfecto servicio, si no volando, si conduciendo. O así me lo imagino yo. El precio de este MB&F HM4 Thunderbolt Pieza Única es de 218.000 francos suizos más IVA (unos 200.000 euros al cambio) y hay más información en MB&F.com.