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Seiko Credor Eichi II, ahora con esfera azul. La delicadeza hecha reloj

Seiko Credor Eichi II

Desde que se creó el primer Seiko Credor Eichi en 2008, la combinación de su diseño maravillosamente simple y la exquisita artesanía de su fabricación ha dejado una huella permanente en el escenario de la relojería mundial. Para comenzar un año de celebración del 140 aniversario de la creación por parte de Kintaro Hattori de la empresa conocida hoy como Seiko Watch Corporation, se ha creado una nueva edición de Credor Eichi II con una caja de platino y, por primera vez, una esfera azul.

UN POCO DE HISTORIA

En 1974 Seiko lanzó un nueva marca llamada Credor en la que agrupar todos sus «relojes especiales»; es decir, aquellos que estaban hechos en metales preciosos. Credor viene de la palabra francesa Crête D’Or, o Cresta de Oro, seguramente por influencia de la relojería suiza. Sin embargo el logotipo surgió a partir del símbolo Kanji de la montaña:

A las tres puntas se le unieron tres estrellas que se dirigen hacia el firmamento, como ejemplo del deseo de transcendencia de la marca y cómo símbolos de los principios que rigen la marca: Sensibilidad, Tecnología (siempre la más avanzada) y Habilidad (siempre con trabajo manual artesano). Curiosamente el diseño fue el primero realizado por un diseñador que acababa de entrar en la empresa a trabajar. El logotipo (un tanto pasado de moda en mi opinión) parece simple, pero se forma a partir de la conjunción de múltiples círculos que simbolizan las formas suaves de los metales preciosos.

El Micro Artist Studio surgió en la década de los 2000, de una forma peculiar: el entonces presidente de Seiko Epson, Hideaki Yasukawa, tenía un reloj con calibre manual ultrafino suizo estropeado, y no podía repararlo en la propia Seiko. Recordemos que los relojes de cuarzos, creados por Seiko, eran los reyes de la escena mundial, y se estaban perdiendo las artes relojeras también en Seiko. Por su parte, Kenji Shiobara, uno de los artesanos de la casa, estaba muy preocupado por esa muerte lenta, y fue a hablar con Hideaki. Éste tomó una decisión rápida: se iba a crear lo que acabaría llamándose Micro Artist Studio y que iba a reunir a maestros relojeros.

La idea era perfeccionar aún más la calidad de los relojes y especialmente las decoraciones. Su espejo era el fabuloso relojero Philippe Dufour, que de hecho recibió a unos artesanos en Suiza (después él mismo fue a Japón para continuar el trabajo) y les formó en la creación, pulido y decoración de las piezas. El aprendizaje fue tan bueno que ahora los alumnos compiten con el maestro de tú a tú. En 2004 se lanzó su primera colección, el Credor Spring Drive Skeleton, que se vendió instantáneamente. En 2006 se lanzó el Sonería, el primer reloj japonés con complicaciones, que tuvo su continuación en 2011 con un repetidor de minutos que suena así:

Lo más llamativo del reloj de sonería es que el sistema de sonido se encargó a Fujimaki Manufacturing Co., Ltd., que fabrica campanas para los altares budistas en la Prefectura de Toyama, que fabricó eso mismo: una campana. Integra unos martillos más pequeños y con la forma del badajo de las campanas budistas (también presentes en el repetidor de minutos). Esa es la razón por la que el sonido es tan distinto al de los repetidores suizos.

La campana del Credor Sonnerie

En 2008 aparece el primer Credor Eichi, un reloj absolutamente minimalista con una esfera de porcelana sobre la que se pintan los índices y el nombre. El éxito fue mundial. En 2014 se lanza el Credor Eichi II, que es el que más nos suena y que se vuelve aún más sobrio: desaparece la indicación de reserva de marcha (que en mi opinión interrumpía la estética) y el logotipo de Credor. Permanece la esfera y las larguísimas horas que lleva completar el reloj (sólo se hacen 25 al año).

Seiko Credor Eichi II

Sigue siendo uno de los relojes favoritos de los seguidores de Seiko y de los amantes de la más alta relojería. A mí, personalmente, me encanta. Siempre he querido tener uno. Eichi significa sabiduría, y el nombre le pega porque hay que ser muy sabio en relojería para hacer un reloj tan simple y sin embargo que parezca tan maravilloso.

SEIKO CREDOR EICHI II RURI

Ahora, para aumentar la melancolía de los que sabemos que nunca podremos tener uno, Seiko lanza este Credor Eichi II Ruri, que es como el negativo del actual: esfera azul y detalles blancos. El Eichi II original se ofrecía, hasta ahora, con una esfera blanca salpicada de índices y logotipos azules pintados a mano (en platino o en oro rosa). La nueva versión conserva la misma caja de platino 950 de 39 mm, pero la nueva esfera hace que te olvides rápidamente de la caja. La base es de un color azul profundo conocido en Japón como «Ruri» y entre nosotros como lapislázuli. En japón el Ruri ha sido apreciado como joya desde la antigüedad. Se almacenaba en la casa del tesoro de Shosoin y fue apreciado como un pigmento valioso para las pinturas japonesas. Como joya solo era propiedad de una pequeña parte de la clase aristocrática y superior, como el emperador, incluso en la época cuando el comercio con el continente estaba activo en Japón como la parada terminal de la Ruta de la Seda.

La base de la esfera está hecha de porcelana y se necesitaron más de dos años para desarrollar este tono particular de azul Ruri. Al igual que el esmalte, la porcelana se aplica a mano y se cuece repetidamente para obtener el color y la profundidad deseados. Al calentar el esmalte de porcelana a una temperatura muy alta se crea tensión superficial que comba la superficie de manera natural, obteniendo así una forma ligeramente abovedada. La propia naturaleza de la porcelana hace que el esmalte sea ligeramente más fino en el borde y el centro de la esfera, proporcionando un color degradado en los bordes. Por cierto que ya habíamos visto el uso de la porcelana en el vídeo de los Presage Arita.

A juego con el color de la esfera, el Credor Eichi II Ruri Blue se lleva con una correa de cocodrilo azul cerrada con un cierre triple de platino 950.

Dentro de la caja de esta referencia encontramos el mismo movimiento Spring Drive de cuerda manual magníficamente acabado que el Credor Eichi II blanco. Visible a través del fondo de caja, revela una decoración de auténtica alta relojería, realizada a mano en Micro Artist Studio. Por ejemplo, los ángulos no son planos sino «bercé», creando una superficie redondeada. Los orificios para los rubíes y los tornillos tienen un acabado de espejo y los tornillos están azulados y pulidos, en contraste con la sutil decoración satinada en vertical de los puentes. El barrilete tiene la forma de la campanilla, que es el símbolo de la ciudad de Shiojiri y todos los bordes están nuevamente biselados a mano. El movimiento se basa en la tecnología híbrida Spring Drive, que proporciona una precisión superior y un movimiento suave del segundero.

Es, como muchos habrán reconocido ya, el mismo calibre que lleva el Grand Seiko Kintaro Hattori, y por tanto tiene el mismo Sistema de Retorno de Par.

El Credor Eichi II Ruri GBLT997 estará disponible en enero de 2021 y su lanzamiento marca el comienzo de un año de celebración del 140 aniversario de la compañía. Tendrá un precio de 59.000 euros. No es una edición limitada, pero la producción se realiza en pequeñas cantidades. Seguro que ya hay lista de espera. Más información en Seiko.es.

Los tres Seiko Credor Eichi II
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