Éste Vacheron Constantin Les Cabinotiers «Bid for the Louvre» es uno de esos proyectos de los que uno oye y de los que le gustaría formar parte, para instantáneamente asumir que eso no va a ser así, pero qué bonito si lo fuera. Lo lees, lo imaginas, lo paladeas.. y luego sales a comprar un boleto de lotería, a ver si…
Tras apoyar en 2016 la restauración del reloj denominado La Création du Monde (una obra maestra de la relojería de precisión del siglo XVIII, obsequiada al Rey Luis XV en 1.754 y depositada por el Museo National des châteaux de Versailles et de Trianon en el Louvre), Vacheron Constantin se estableció el año pasado como socio del Museo del Louvre, una asociación natural porque la manufactura siempre ha estado muy unida a las propuestas culturales. La asociación se traduciría, según se dijo en su momento, principalmente la forma de proyectos de relojería inspirados por las obras maestras del Louvre. Ahora llega el primer resultado de esa asociación, con este Vacheron Constantin Les Cabinotiers «Bid for the Louvre».
Les Cabinotiers es como una sección aparte dentro de VC, dedicada -por así decir- a extraer la esencia relojera de la casa y transformarla en obras que van más allá de la perfección mecánica para convertirse en obras de arte. Por eso es que, a menudo, producen piezas únicas. Basta pasarse por la sección dedicada en la web para darse cuenta de lo que digo. Y ahí no están todo lo que ha producido, ni mucho menos (repito: qué pena que las marcas no tengan un archivo de sus creaciones). A mí siempre me encantaron los medievales Savoir Enlumines, por ejemplo.
Yo nunca he podido traer los relojes de Les Cabinotiers con fotos en vivo (sólo una vez, en el SIHH 2017) porque son, como decía, siempre ediciones muy limitadas que si alguna vez llegan a España es porque hay un coleccionista que lo ha comprado y se le entrega directamente. Así que sólo los veo en persona en las ferias (¡ah, aquellos tiempos en los que había ferias relojeras!), y a veces ni eso. Es cuando lo tienes en la mano que te enamoras del trabajo que hacen estos artesanos.
El Vacheron Constantin Les Cabinotiers «Bid for the Louvre» será un modelo único realizado a medida, cuya esfera reproducirá mediante el esmalte en miniatura o esmalte grisalla una obra de arte conservada en el Museo del Louvre y a elección de su comprador. La venta online «Bid For the Louvre» está organizada desde el 1 hasta el 15 de diciembre por el Museo del Louvre y la casa de subastas Christie’s.
El afortunado -y entendemos que acaudalado- adquirente de la pieza realizará una visita privada al Museo del Louvre acompañado por su mejor experto, para poder elegir la obra que se reproducirá en la esfera entre las pinturas y esculturas que conserva el museo. Dependiendo de la elección de la obra y las preferencias del cliente, el maestro esmaltador de Vacheron Constantin aplicará la técnica de esmalte en miniatura o esmalte grisalla.
El esmalte en miniatura, en su versión conocida como la “técnica ginebrina” data del siglo XVIII, Uno de los principales desafíos consiste en componer una paleta de color de acuerdo con los tintes originales de la obra, teniendo en cuenta que las múltiples pasadas por el horno a más de 800°C son susceptibles de alterar su color y brillo. El esmalte grisalla es un arte que apareció en el siglo XVI y consiste en superponer toques de un raro esmalte blanco, llamado blanco de Limoges, en una capa de esmalte oscuro que cubre la base de la esfera dorada. Cada capa de esmalte se pasa después por el horno, respetando escrupulosamente un tiempo de cocción definido al milímetro.
Tras elegir la obra a reproducir en su Vacheron Constantin Les Cabinotiers «Bid for the Louvre», visitará la manufactura de Vacheron Constantin donde podrá elegir entre varias opciones de personalización: caja en platino, oro rosa u oro blanco, un grabado en la caja y el fondo transparente y una correa de su elección (material, color, cosido y marcado). El reloj estará impulsado por el calibre automático de la manufactura 2460 SC, con una masa oscilante de oro de 22 quilates esqueleto con forma de cruz de Malta, símbolo de Vacheron Constantin, así como acabados a mano, biselado, perlado y pulido. El movimento late a cuatro hercios y tiene una reserva de marcha de 40 horas.
Al final de esta exclusiva experiencia, el comprador recibirá su reloj, acompañado de dos certificados de autenticidad, uno de Vacheron Constantin y otro del Museo del Louvre, certificando la reproducción de la obra. Como decía al principio, un auténtico sueño. Enhorabuena al afortunado. Más información en VacheronConstantin.es.