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En vivo: Seiko Shogun en titanio. Una armadura ligera para el combate diario

Parece mentira, pero un reloj como el Seiko Shogun, que le debe su nombre al aprecio que se le ha tenido siempre en el resto del mundo, no estaba disponible para el mercado internacional hasta ahora. «Mi mundo, mis reglas», supongo que dirá Seiko. Quizá ya tiene suficientes referencias submarinas y prefería dejar esta para el mercado local o, como es a menudo el caso, la casa da sus pasos lentamente para no tener que levantar el pie una vez que carga su peso sobre él. El caso es que ha tardado once años en presentar fuera de sus fronteras a este «general del ejército» (que es lo que significa shōgun en japonés).

¿POR QUÉ SE LLAMA SEIKO SHOGUN?

Una armadura Shogun al lado del Seiko Shogun

Ya he explicado en alguna ocasión que los apodos de los relojes de Seiko no los pone la marca, sino los aficionados. El más popular ahora mismo es el Turtle (como estos King Turtle que vimos en vídeo), pero están los samurái (aquí en vídeo), los Sumo (aquí hay uno), Monster, Tuna, etc. Esto es una suerte inmensa para cualquier marca comercial, porque crea un vínculo con el usuario que convierte al producto en algo familiar y cercano, muy lejos de las frías referencias de los modelos.

Al igual que el Shōgun terminó siendo el que mandaba sobre los samuráis, podríamos decir que el Seiko Shogun (en español «sogún», que no tiene nada que ver con la palabra que significa «Conforme o con arreglo a») es una mejor versión del Seiko Samurái. Allí donde el Samurái tiene formas cortantes, el Shogun tiene unas formas más elaboradas, con unos cantos biselados que suavizan las formas angulares del Samurái.

Se ve cómo la caja se extiende por debajo del bisel y después crea una pendiente pulida hasta llegar al lateral o hasta el final de los protectores de corona. Salvo ese canto, las demás partes de la caja están perfectamente satinadas, y sus ángulos inclinados juegan con la luz.

Los cortes que componen el borde exterior del bisel, también específicos de este modelo, parecen hechos a espada, o también parecen simular las decoraciones que aparecen en los cascos de estos señores de la guerra.

Otro de los rasgos distintivos del Seiko Shogun es el diseño del brazalete. Normalmente los Prospex y Presage tienen brazaletes tipo Oyster, de líneas rectas. Sin embargo en este caso el diseño está basado en el Yabane, la pluma de halcón, águila u otras aves que se pega a la parte trasera de la flecha para darle estabilidad durante el vuelo. Todo esto, junto con la forma puntiaguda de las manecillas, hace que sea lógico relacionar el reloj con la armadura -y las armas- del general.

Sin embargo, hay un detalle que no cuadra, y que al parecer sorprende a los diseñadores de Seiko y les lleva a pensar que quien le puso el sobrenombre al reloj no había tenido el reloj en la mano: al contrario que la armadura del Sogún o el Samurái, que son de suyo pesadas para proteger a quien la lleva, el Seiko Shogun es extraordinariamente ligero porque está hecho de titanio. Nació en titanio y así se ha mantenido hasta ahora.

SEIKO SHOGUN TITANIO SPB191J1 Y SPB189J1

Y es una sabia decisión, porque el Seiko Shogun tiene un diámetro de 43,5 mm, una altura de 13,3 mm y un largo de 51 mm. Un reloj así, hecho en acero, tendría un peso más que notable. Y, sin embargo, el reloj se lleva como una pluma. Yo debo reconocer que me gusta notar el peso del reloj, pero en este caso lo he agradecido. El reloj se nota por sí mismo, así que no llevar una mancuerna atada a la muñeca lo convierte en la experiencia agradable que Seiko busca.

Seiko Shogun Referencia SPB191J1

Pero no sólo la caja está hecha en titanio: el bisel también. Además, al contrario que en versiones anteriores -y a excepción de los Zimbe-, está fabricado en dos colores. Los primeros quince minutos, esenciales en las inmersiones, se han dejado en negro, pero el resto tiene un color bronce/gris en la versión SPB189J1 (la de todo titanio) y color antracita en el SPB191J1 (con correa de caucho). Y el resultado es muy bueno: le da una viveza e incluso elegancia que no apreciaba en las versiones anteriores, y que permite al reloj aventurarse en medios más allá del puramente acuático. Es en la versión de esfera negra donde más destaca esta novedad.

El titanio está tratado con el recubrimiento creado por Seiko (DiaShield), que hace que el titanio sea mucho más resistente que el acero 316L habitual. El cristal es de zafiro, y la hermeticidad se mantiene en 200 metros. Es, por supuesto, un reloj de buceo certificado.

Seiko Shogun Referencia SPB189J1

Otro de los cambios destacables ha ocurrido en la esfera: los índices de y media y menos cuarto siguen siendo los monolitos que había antes, pero el de las doce estiliza la punta para parecerse más a un casco invertido. Y, sobre todo, los demás índices pasan a ser puntiagudos en vez de redondos, reafirmando así la personalidad del reloj. Además aparece la lupa de zafiro sobre la fecha, con lo que parece confirmarse la tendencia a que esté en todos los modelos (aunque quizá no en todas las variantes de cada modelo).

Un detalle más: en el modelo de esfera negra nos encontramos con un disco de fecha negro con numeral en blanco. Se agradece que Seiko se haya tomado la molestia de conjuntarlo con la esfera. Parece un detalle nimio, pero la percepción de calidad es mucho mayor, como lo es también el incluir una manecilla de segundero del mismo color que el bisel.

Y de paso te das cuenta de lo legible que es la fuente propia de Seiko (una personalización de la Bernino, que es a su vez una adaptación de la Bernini). Por supuesto, el tratamiento con LumiBrite es excelente.

Otra de las diferencias con el Samurái es el calibre, que es el 6R35. También late a 3 hercios y tiene cuerda manual y parada de segundero, pero con 70 horas de reserva de marcha. La variación diaria, según Seiko, es -15/+25. Ya sabemos que eso, en el caso de Seiko, es en el peor de los casos posibles. Yo qué sé, dentro del Monte del Destino de Mordor o algo así, porque los 6R que tengo yo están en +1 y +0,5. Y todo el mundo que tiene uno sabe lo bien que van.

Como siempre, el calibre está tapado por la ola de Tsunami que siempre (o casi siempre) aparece en los relojes de inmersión de la casa.

Aunque hemos visto Seiko Shogun con un color diferente al negro, particularmente en las versiones «Zimbe» hechas para Thailandia (Zimbe viene de Jinbe Zame, que es como se dice «tiburón ballena» en japonés), creo que es la primera vez que se presenta una versión con esfera blanca. Viene acompañada por una correa de silicona tan buena como siempre en la casa, y cuyas branquias superiores imitan la forma de los eslabones del brazalete. En ambos casos, como decía más arriba, el reloj se lleva muy bien en la muñeca, gracias a sus asas curvas y a su ligereza.

Tienen un precio de 1.420 euros con la correa y de 1.630 euros con el brazalete, y ya están disponibles en la boutique de Seiko y en los puntos de venta autorizados. Hay más información en Seiko.es.

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