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Longines Heritage Classic Tuxedo Chronograph. Fotos en vivo y precio

Así queda el Longines Heritage Classic Tuxedo Chronograph

Sin duda este Longines Heritage Classic Tuxedo Chronograph otro de los éxitos de Longines que, como ya he dicho en alguna ocasión, es la que mejor sabe reinterpretar sus modelos históricos. Longines fue fundada en 1832, siendo por tanto una de las marcas más antiguas de la industria relojera suiza que todavía sigue activa en la actualidad. Como tal, y siendo tan prolífica como siempre ha sido, es fácil imaginar que su colección patrimonial es grande y constituye una inmensa fuente de inspiración para los diseñadores de hoy. Hay innumerables relojes fascinantes producidos durante la época dorada de la relojería, de los años 40 a los 60, que merecen sin duda nuestra atención y, afortunadamente, también la de Longines.

El Longines Heritage Classic Tuxedo Cronógrafo actual junto a su antecesor de 1943

El Longines Heritage Classic Tuxedo Chronograph es una reedición moderna de un reloj histórico de Longines de 1943 con un diseño clásico bi-compax y esfera de dos tonos, típico de la época. Longines ha reeditado recientemente varios modelos históricos de forma muy fiel. Mientras que algunas marcas recurren a modelos más antiguos como inspiración para relojes modernos, ampliados y equipados con características modernas (como una fecha), Longines tiende a ser más preciso en sus reediciones y limita su intervención a mayores diámetros de caja y movimientos contemporáneos. No siempre, es cierto, pero suele ser la norma. Sin embargo, cuando se trata del diseño de la caja y el diseño de la esfera, la marca a menudo conserva todos los atributos de los relojes históricos. Tal es el caso del nuevo Longines Heritage Classic Tuxedo Chronograph.

La caja del Tuxedo tiene un razonable diámetro de 40 mm. Ciertamente es más grande que el reloj original de 1943, pero sigue siendo bastante compacto para los estándares modernos. Otra característica importante se refiere a las asas, que están muy bien curvadas y no son demasiado largas, algo que puede resultar problemático en algunos relojes Longines. Aquí, el diámetro de 40 mm y las asas ergonómicas lo convierten en un reloj que se adapta bien a la muñeca, con suficiente presencia pero también con respeto por los códigos antiguos. La altura es de aproximadamente 13,5 mm, no particularmente delgada, pero a la vez esperada para un cronógrafo automático.

También se ha respetado la forma del reloj de 1943; la caja tiene un clásico perfil de moneda, un diseño tipo Calatrava con un bisel plano escalonado y un cristal de zafiro en forma de caja muy abovedado en la parte superior. Las superficies están en su mayoría pulidas, con acentos cepillados en los bordes del bisel. La corona tiene un perfil de diamante al lado de la caja y los pulsadores son rectángulos redondeados, siguiendo las líneas de la caja. Todo está bien ejecutado, con una agradable sensación de solidez y pureza de líneas, aunque el tener todas las superficies pulidas le resta elegancia (compensada por la esfera).

Si la caja del Longines Heritage Classic Tuxedo Chronograph es agradable, la esfera es lo que le da a este reloj la mayor parte de su atractivo. En primer lugar y a pesar del mayor diámetro, Longines ha logrado mantener las proporciones casi intactas, principalmente la posición de los subesferas. Prueba de que un módulo de cronógrafo personalizado puede marcar la diferencia. En cuanto a la esfera, todo ha sido recreado fielmente, salvo lógicamente la pátina que se encuentra en el modelo de 1943, lo que explica el color plateado del Tuxedo de 2020. Fuentes, pistas, colores, acabados… El trabajo realizado por Longines aquí es excelente y da como resultado una magnífica esfera.

Hay, sin embargo, una enorme diferencia con el modelo original: las subesferas, con marco plateado, han intercambiado su posición. Pero no desmerece la belleza de la esfera ni un ápice.

La superficie plateada opalina con una textura ligeramente granulada de la esfera presenta un anillo horario en negro, con números arábigos Art Deco impresos. La esfera está enmarcada por una escala taquimétrica azul, fiel reproducción del original. Las horas y los minutos están indicados por agujas plateadas y pulidas con forma de hoja. Su ejecución está muy cuidada, con un cañón central biselado.

Las otras manecillas, para los segundos centrales y las subesferas, son de acero azulado y conservan la forma del modelo histórico. Para hacernos una idea del cuidado que pone Longines, se puede comparar este reloj con el Certina Chronograph que vimos en vivo, también inspirado en un modelo de los años 40.

Bajo el fondo de caja de acero macizo hay un movimiento familiar, el calibre L895 (también llamado ETA A31.L21). Basado en un calibre automático ETA de solo tiempo, este movimiento está equipado con un módulo de cronógrafo bi-compax especialmente diseñado por ETA para los relojes Longines Heritage: el espacio entre las subesferas se ha hecho según lo ha indicado la casa. Además, aunque la arquitectura base es familiar (ETA 2892), se ha actualizado con una espiral de silicio antimagnético (todavía con una frecuencia de 4 Hz) y una reserva de marcha de 54 horas (en lugar de 48 horas).

Es, en resumen, un reloj muy atractivo, con una construcción cuidada -como siempre en Longines- y que se lleva muy bien en la muñeca. Además, aun siendo una reproducción de un modelo de los 40, el reloj no ha exagerado los toques vintage que de por sí tiene (algo habitual en la industria), de manera que no parece que llevas puesto un «reloj de viejo», sino que se puede mover perfectamente entre ropa informal.

Como ya vimos en su presentación, hay también una versión tres agujas. El Longines Heritage Classic Tuxedo Chronograph se entrega con una correa de piel que se cierra con una hebilla también de acero. Su precio es de 2.900 euros y ya está disponible en la tienda electrónica de la marca y en los distribuidores autorizados. Hay más información en Longines.es.

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