Piaget es, junto a Roger Dubuis, la marca del Grupo Richemont que más tranquila ha estado durante 2020. En tiempos de tormenta hay que agarrarse a los pilares más resistentes, y para Piaget eso se traduce en reafirmarse en su vertiente creativa como joyero, más que relojero. Y eso que tiene uno de esos relojes que llamamos «iconos», el Altiplano, que es el más conocido entre los relojes ultraplanos (si bien últimamente ha cedido terreno ante el empuje del Bvlgari Octo (como estos Sandblasted que vimos en vídeo).
Si quieres conocer la historia del Altiplano, la tienes aquí, junto con fotos en vivo de los modelos del 60 aniversario.
Sin embargo el Altiplano sigue siendo un diamante al que se le siguen sacando nuevas facetas e impactantes brillos, que por ejemplo le llevaron a ganar nada menos que el premio al Mejor Reloj del Año en el Grand Prix d’Horlogerie de Ginebra 2020 (éste es el vídeo con todos los ganadores). Es la demostración de lo que hace un buen diseño: te permite tanto una ejecución clásica (como estas tres preciosidades) como otras mucho más atrevidas. Y eso son estos dos Piaget Altiplano Skeleton Ultra-Thin Automatic.
Comenzando por la caja, el Altiplano Skeleton es fiel a las líneas puras y esbeltas del modelo original. Con 38 mm de diámetro y solo 5,34 mm de altura, su diseño clásico combina un bisel delgado, asas rectas y delgadas (comunes a todos los modelos) y una pequeña corona estriada. A pesar de su perfil ultrafino, es resistente al agua hasta 30 m, lo que le dará la tranquilidad necesaria cuando use el reloj a diario; al fin y al cabo no es un reloj para ser guardado y admirado, sino para ser disfrutado cada día.
Al producir una versión esqueletada de este icono, Piaget hizo un gran trabajo incorporando un movimiento calado contemporáneo para crear un diseño limpio y moderno, con acabados cuidados y formas armoniosas, sinuosas y contrastadas,
Hay dos versiones del Piaget Altiplano Skeleton Ultra-Thin Automatic. El primero es un modelo de oro blanco elegante, contemporáneo y discreto, con un movimiento chapado en rodio y elementos negros en contraste. El segundo tiene una sensación más lujosa, con su cálida caja de oro rosa y un movimiento revestido en negro.
Como se puede ver, estos Piaget Altiplano Skeleton Ultra-Thin Automatic son en realidad su calibre (llamado 1200S), que lo es todo: motor y esfera a la vez. Es uno de los movimientos automáticos más delgados del mundo, con tan solo 2,45 mm de altura. Este movimiento -por supuestísimo de manufactura- es una versión calada del 1200P. Al funcionar a 3Hz consigue almacenar aproximadamente 44 horas de autonomía cuando el muelle está completamente enrollado.
Si miramos más de cerca el movimiento veremos un elegante acabado con un aire moderno y el uso de materiales más sofisticados de lo habitual. La masa oscilante de platino está grabada con el escudo de armas de Piaget, y se muestra en color oro rosa o en negro según la versión. Los puentes y la placa están decorados con un motivo de rayos de sol satinado, y están biselados y pulidos a mano.
La hora se lee gracias a dos manecillas Dauphine, más legibles en la versión de oro rosa que en la de oro blanco porque tienen más contraste, aunque en ambos casos y en según qué situaciones puede costar trabajo ver la hora. Pero esto ya lo sabe el que se compra un reloj esqueletado.
El Piaget Altiplano Skeleton Ultra-Thin Automatic se presenta con una correa de piel de aligátor con una hebilla a juego con el material de la caja. Como era de esperar, en la muñeca, el reloj es increíblemente cómodo y muy agradable de llevar. Con su diámetro de 38 mm y su perfil ligero, casi te olvidas de que está ahí. Pero al mismo tiempo tiene una fuerte presencia en la muñeca: su movimiento arquitectónico es excepcionalmente elegante.
El Piaget Altiplano Skeleton Ultra-Thin Automatic tiene un precio de 58.500 euros y se puede comprar por teléfono a Piaget, en sus boutiques o en sus distribuidores oficiales. Más información en Piaget.es.