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Moser Swiss Alp Watch Final Upgrade. El último de la colección

Así queda el Moser Swiss Alp Watch Final Upgrade

Las marcas independientes como H. Moser & Cie., de suyo pequeñas en estructura y en número de piezas anuales vendidas (más de 2.000, menos de 3.000) necesitan llamar la atención de los posibles clientes luchando contra la poderosa máquina de marketing que manejan los grandes grupos relojeros (léase Richemont, Swatch, LVMH y, en menor medida, Kering) y las grandes marcas independientes (Rolex, Patek y Audemars Piguet). Para eso no sólo tienen que ofrecer productos innovadores e interesantes, sino que tienen que tratar de conseguir llamar la atención. Moser es una de las marcas que mejor lo hace en este sentido, porque siempre ha tenido campañas que, a menudo a través del humor, han tenido mucha repercusión.

El Moser Swiss Alp original

En 2016 Moser lanzó su primer Swiss Alp Watch, un reloj con la forma del Apple Watch, pero con corazón mecánico. Recordemos que el Apple Watch se había lanzado un año antes y, en ese entonces, la industria suiza reaccionó con dos ideas contrapuestas: un reloj electrónico podría hacer daño a la industria, pero no sustituiría nunca a uno mecánico. El tiempo ha demostrado que la primera premisa era cierta y la segunda también, pero no del todo: el Apple Watch -y el resto de relojes conectados- no sólo ha destrozado la industria en los segmentos inferiores (la de los relojes de cuarzo) sino que también ha sustituido a muchos relojes mecánicos de gama baja y media.

Como dije en la presentación del Moser Swiss Alp Watch, a mí la idea me parecía graciosa como forma de llamar la atención, pero en realidad era una prueba de la supremacía y el poder del Apple Watch. Moser lanzó el reloj como una manera de deshacerse de unos cuantos calibres rectangulares HMC 324 que le habían quedado tras la desaparición del modelo Henry Double Hairspring, así que la broma fue una buena idea: creo mucho ruido en las redes y además me deshago de stock. Brillante.

Swiss Alp Watch S

Pero es que nueve meses después lanzó el Moser Swiss Alp S, que era el mismo reloj pero con esfera azul y no limitado. El reloj era precioso, desde luego, pero ya no funcionaba como broma (cuántas veces puedes contar el mismo chiste y que siempre te haga la misma gracia). A la esfera azul se unió después una esfera llamada «Cosmic Green». Como las esferas de Moser son tan (pero tan) bonitas, el reloj era sin duda muy atractivo.

En 2018 el Moser Swiss Alp Watch dio un giro interesante: se lanzó una pieza única que era un repetidor de minutos con tourbillon volante, y con una esfera preciosa. Por supuesto el reloj estaba vendido el día uno que se presentó. Era éste:

Al año siguiente apareció el modelo sin duda más atrevido: el Concept Black, también un repetidor de minutos y tourbillon volante, pero sin manecillas. La indicación de la hora se obtenía puramente del sonido. En el artículo de presentación se puede oír cómo suena. El reloj tenía una esfera fabricada en Vantablack, el material más oscuro del mundo porque prácticamente no refleja la luz (la absorbe en un 99,965%). Ahora aparece el Moser Swiss Alp Watch Final Upgrade, que es la última versión que se va a hacer del reloj, y que también tiene la esfera hecha en Vantablack.

Sobre una esfera más negra que el pecado se han colocado dos manecillas con forma de hoja plateadas, que a pesar del contraste no siempre se ven bien. Pero, sobre todo, se ha creado una subesfera del pequeño segundero que recuerda a la animación que vemos cuando está cargando un archivo en el ordenador o en internet. Esto se consigue realizando unos cortes láser y poniendo por debajo un disco blanco, en vez de una manecilla tradicional.

De esta manera el Moser Swiss Alp Watch realmente parece que es una pantalla digital en espera. Es decir, se ha conseguido que el reloj imite perfectamente a un Apple Watch (salvo la ubicación y forma de la corona, que en reloj de Moser está a las 3 horas).

La caja es de acero con revestimiento de DLC negro, con unas dimensiones de 38,2 x 44,0 mm y una altura de 10,5 mm. El cristal es de zafiro. La parte trasera también tiene un cristal de zafiro que deja a la vista al culpable de todo esto: el calibre de manufactura HMC 324. Un movimiento de carga manual con una frecuencia de 18.000 alternancias a la hora (2,5 hercios), escape Moser intercambiable, espiral Straumann y ancora y rueda de escape de oro, además de una cómoda reserva de marcha de 4 días, con un indicador también sobre el calibre. Y, por supuesto, acabado y decorado a mano. Además está regulado en 6 posiciones, como los mejores cronómetros. Es decir, un calibre de alta relojería, en mi opinión digno de mejores esfuerzos.

El Moser Swiss Alp Watch se entrega con una correa de aligátor negra. Es una edición limitada a 50 unidades con un precio unitario de 27.000 euros, y está disponible en la tienda online de la casa y en los distribuidores autorizados. Veremos con qué nos sorprende Moser en el futuro. Más información en Moser.com.

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