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DB Kind of Two Tourbillon. La belleza de doble cara de De Bethune

De Bethune DB Kind of Two Tourbillon

Hacía tiempo que no sabíamos de De Bethune, y eso nunca es bueno. Sus diseños son tan singulares y, prácticamente siempre, tan seductores y distintos, que verlos a menudo es bueno para el espíritu. El nuevo De Bethune Kind of Two Tourbillon no es exactamente nuevo en sus dos caras, pero si lo es que estén juntas en una sola pieza.

Los relojes de doble cara no son una invención reciente. Durante más de dos siglos estos mecanismos han nacido de la mano de relojeros abiertos a las nuevas ideas del Siglo de las Luces y, a menudo, inspirados en la astronomía, las artes decorativas y la ingeniería mecánica. De hecho, la historia de la relojería ha estado marcada por ciertos logros importantes a este respecto. Ya durante el Renacimiento, los relojes de las torres, el más famoso de los cuales se encuentra en Venecia, tenían varias caras.

Torre dell’Orologio de Venecia

Un poco más tarde, ciertos relojes de mesa con sus esferas verticales de cuatro facetas también mostraban varias identidades dentro de un solo objeto (hoy en día Patek los sigue haciendo, por ejemplo). A esto le siguieron los relojes de bolsillo también con dos esferas, de los cuales seguramente el más conocido es el Henry Graves Supercomplication de Patek Philippe, vendido en una subasta en 2014 por más de 19 millones de euros. Aunque el más complicado es el Vacheron Constantin Referencia 57260, con 57 complicaciones.
Con la tentación de desarrollar modelos cada vez más complicados, las cajas de doble cara se volvieron cada vez más frecuentes, una solución que permite a sus creadores expresar todo el alcance de su experiencia estética y técnica al hacer posible mostrar un mayor número de funciones.


Debajo de la aparente simplicidad de este DB Kind of Two Tourbillon, el diseñador Louis Fragolet claramente no ha tomado el camino más fácil, ya que ambas esferas son muy distintas. El reloj es perfectamente reversible y se puede usar en cualquier lado según a uno le plazca. Este modelo alberga un mecanismo basado en un complejo sistema de engranajes y piñones dispuestos en la parte delantera o trasera del reloj, y que permite que las manecillas giren en la dirección correcta, independientemente de estén en lados inversos.

Segundero central en un lado, pero desplazar la visualización de esta indicación a las 6 en punto en la otra. Agregar un tourbillon que es invisible en el otro lado, optar por un diseño moderno o más tradicional… Este reloj plantea una serie de retos que van mucho más allá de lo que ofrece, por ejemplo, un Reverso Duo de Jaeger-LeCoultre (si lo tomamos como referencia actual de los relojes de dos caras). La inspiración inicial fue crear un reloj con dos identidades muy diferentes, cuyo aspecto estético guió el diseño técnico del nuevo calibre desarrollado íntegramente por Manufacture De Bethune en L’Auberson, en el Jura suizo.


Una de las caras del DB Kind of Two Tourbillon muestra una esfera con un diseño elegante y contemporáneo, con agujas centrales de horas y minutos, así como un tourbillon a las 6 en punto, complementado con una indicación de 30 segundos. El trabajo en la esfera es espectacular, ya que integra formas pulidas, curvas, componentes mates o brillantes, diferentes espesores y niveles, creando así una sensación de amplio espacio, dada la altura mínima disponible para un reloj tourbillon. Un nuevo tipo de puente en forma de deltoides, perfectamente simétrico, se coloca en el centro, como un triángulo isósceles que contribuye a la sensación general de armonía.

No es una esfera completamente nueva, porque el deltoides ya hace tiempo que reina en las esferas de la casa, como en este DB28 Yellow Tones que vimos con fotos en vivo.


El otro lado revela una esfera basada en una inspiración estética más tradicional, con una parte central con guilloché rodeada por los números que ya aparecen en las esferas de los modelos De Bethune como DB8 y DB10 (o este DB 29 Maxicrono que vimos en vídeo). El tourbillon se ha desvanecido, y en esta cara las horas, los minutos y, lo que es más sorprendente, las manecillas de los segundos están todas en posición central (no a las 6 horas, que es a las 12 horas, que es a lo que obligaría el tourbillon de la otra cara). Esto representa un desafío técnico que no es necesariamente perceptible a primera vista, y ahí radica la elegancia de este reloj.

El sistema de asas flotantes, una singularidad de los relojes de De Bethune, se presta particularmente bien al giro de la caja. Rediseñadas para la ocasión, estos elementos han sido equipados en cada lado con un mecanismo giratorio compuesto por 28 componentes. Por motivos de fiabilidad, se fabrican en materiales inoxidables como acero quirúrgico o titanio, lo que les permite soportar las agresiones externas del agua, la humedad, las variaciones de temperatura y el contacto continuo con la piel.
Gracias a una leva, una pequeña «muesca» permite que la caja del reloj se coloque de manera instintiva y perfecta en línea con las asas flotantes. La caja redonda gira sobre su eje central y se puede colocar, adelante o atrás, de una manera fácil, suave y completamente natural.

Conseguir que las manecillas giren en la dirección correcta en ambas caras significó el desarrollo de un sofisticado mecanismo de engranajes y piñones, que dio como resultado la creación de un calibre completamente nuevo desarrollado íntegramente en el taller de De Bethune. El calibre DB2579 está equipado con varias innovaciones patentadas de De Bethune: los barriletes gemelos autorregulables que ofrecen 5 días (120 horas) de reserva de marcha; el volante de titanio (azulado) con inserciones de oro; la espiral De Bethune con curva plana y el tourbillon ultraligero De Bethune de 30 segundos en titanio. El movimiento, de 256 piezas, late a 36.600 alternancias por hora y tiene 32 rubíes.

Este DB Kind of Two Tourbillon es, en resumen, uno de los relojes de De Bethune más deseables, y eso es mucho decir para una casa que hace auténticas maravillas. Por supuesto, está al alcance de muy pocos, porque su precio es de 215.000 francos suizos (200,000 euros al cambio) sin contar impuestos. Pero sin duda vale cada céntimo que cuesta. Más información en DeBethune.ch.

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