Esto es ya un lamentable día de la marmota. Mes a mes lo mismo, pero en algunos casos peor que en otros. En diciembre la caída fue del 2,5% y en noviembre fue del 3,2%, así que se esperaba que la tendencia negativa se suavizara o, milagrosamente, remontara. Pues no. La caída en enero ha sido del 11% lo que supone un palo aún mayor a la exportación de relojes.
Al igual que durante el segundo semestre de 2020, China (+ 58,2%) destacó por encima del resto de mercados principales con un crecimiento especialmente fuerte. Estados Unidos (-11,0%) se situó en torno a la media mundial, sufriendo un «efecto base» muy desfavorable. El efecto base es la distorsión en una cifra de inflación mensual que resulta de niveles anormalmente altos o bajos de inflación en el mes del año anterior, que puede dificultar la evaluación precisa de los niveles de inflación a lo largo del tiempo.
La situación en Hong Kong (-8,5%) se deterioró aún más, a pesar de una base de comparación que ya era muy débil en enero de 2020. Las medidas estrictas para combatir la pandemia tuvieron un impacto muy negativo en las exportaciones de relojes a Japón (-20,9%) y el Reino Unido (-20,2%). Singapur, por su parte, (-1,6%) casi no mostró cambios. Europa siguió siendo más afectada que otras regiones, y las exportaciones se desplomaron un 26,9% en enero.
Los relojes de acero experimentaron una fuerte caída y tuvieron un impacto negativo en el rendimiento general. En comparación, el volumen de negocios de exportación de relojes fabricados con metales preciosos se redujo a la mitad. Los principales materiales por volumen (Acero, Otros materiales y Otros metales) disminuyeron en más de 500.000 unidades, lo que confirma la tendencia general observada en 2020.
A LA FEDERACIÓN DE RELOJERÍA SUIZA SE LE HA IDO LA CABEZA
Pero estos números tampoco sorprenden tanto. La pandemia sigue ahí, el ritmo de vacunación es muy lento y la economía mundial está muy parada, con unas perspectivas muy poco claras y una amenaza de desempleo muy evidente. Ante eso, las compras de lujo locales se frenan e incluso detienen. Y como el turismo chino sigue sin llegar, el panorama es absolutamente deprimente. A ver si para el verano hay mejores noticias en algunos países (me temo que no en España) que ayuden a remontar el vuelo.
Pero lo que sí resulta incomprensible es la interpretación de los datos que hace la Federación de Relojería Suiza, que además que la elabora. Cito textualmente:
«No obstante, el resultado del mes solo tendrá un efecto limitado en la tendencia alcista observada desde el verano pasado y se espera un retorno a un crecimiento significativo en los próximos meses.«
En cuanto a la última parte de la frase, ojalá. Poco probable, pero ojalá. Pero ¿dónde ve la FHS una tendencia alcista desde el verano pasado? Diez puntos de caída desde junio de 2020 hasta febrero de 2021 ¿es tendencia alcista? Es increíble.
Lo malo no es que alguien tenga un optimismo que necesite tratamiento psiquiátrico; lo malo es que esa sea la opinión general de la industria, y que esa absurda visión impida que tomen medidas que de verdad afronten la gigantesca crisis por la que está pasando el sector.
No sé, no voy a ser yo quien enmiende la plana a una industria secular, pero perder contacto con la realidad te impide preparar el futuro, y eso puede ser mucho más dañino que una mala situación coyuntural Veremos.