El negro en relojería es conflictivo: los relojes quedan muy bien en negro, son elegantes, acompañan perfectamente a los atuendos formales, son discretos pero tampoco pasan desapercibidos… Pero demasiado negro es un problema porque el reloj deja de ser una pieza discreta y elegante y pasa a ser un centro de atención más bien asociado con la ropa informal. Y encima pierde legibilidad, lo que desnaturaliza la esencia del instrumento, que es dar la hora. Aún así muchas marcas se han sentido tentadas a jugar con la idea de un «todo-negro»; incluida la propia Omega, que en 2015 lanzó el Speedmaster Moonwatch Dark Side of The Moon Black Black. Y ahora ha tomado esa denominación para lanzar el Omega Seamaster Diver 300M Black Black, otro reloj que, sin salirse del negro, consigue matizarlo y hacerlo legible.
El nuevo Omega Seamaster Diver 300M Black Black está alojado en una caja de cerámica ZrO2 que, a diferencia de otras cerámicas, tiene una alta resistencia a las roturas (que es el punto débil de este material). Tiene un diámetro de 43,5 mm y, como reloj de inmersión profesional, está equipado con una corona atornillada y una válvula de de helio cónica a las 10 en punto. Una de las características originales de esta edición es el bisel unidireccional en cerámica, con un inserto de cerámica que presenta un acabado graneado. Los índices y numerales están pulidos y en relieve positivo para realzar el contraste. Este acabado es el resultado de un proceso de ablación con láser. Al igual que en la edición Nekton, reemplaza el característico inserto brillante de la colección y aporta un aspecto más deportivo. Por supuesto la hermeticidad está garantizada hasta los 300 metros.
El aspecto de reloj se complementa con una esfera completamente negra, sin color añadido. También está fabricada de cerámica negra, presenta el patrón de ondas característico de la colección. Sin embargo, se opta por la versión de relieve positivo, una opción ya usada en uno de mis Seamasters favoritos, el Cerámica y Titanio que vimos en vivo. La esfera parte de un único bloque de cerámica del que se ha ido quitando material mediante el láser hasta dejar en positivo las ondas, la pista de minutos, el logotipo y el texto. Los índices aplicados de PVD negro tienen un pigmento antracita (pero que brilla en azul) para mejorar la legibilidad en la oscuridad. Lo mismo ocurre con las manecillas esqueletadas.
Sin embargo, el minutero se ilumina en verde, al igual que el punto en el bisel unidireccional. Otro detalle importante: no hay indicación de fecha, una elección que muchos agradecerán y que probablemente sea la mejor opción para una versión «full black». En general, la legibilidad sigue siendo sorprendentemente correcta para ser un dial oscurecido.
No hay sorpresas al darle la vuelta al reloj. El cristal de zafiro trasero muestra el calibre de manufactura 8806, con un bonito acabado con baño de rodio y Côtes de Genève en arabesco. Con un diámetro de 29 mm, este calibre automático está regulado por un escape coaxial y un volante con espiral de silicio. Funciona a 25.200 alternancias por hora y su reserva de marcha, procedente de un solo barrilete, es de 55 horas. Por supuesto tiene la certificación Master Chronometer, que incluye una resistencia a los campos magnéticos de hasta 15.000 gauss.
El fondo de caja presenta un borde ondulado. Está equipado con el sistema de bloqueo NAIAD que asegura un sellado hermético y un alineamiento perfecto, con todas las inscripciones ubicadas de manera exacta.
Este nuevo Omega Seamaster Diver 300M Black Black (ref. 210.92.44.20.01.003) se presenta una correa de caucho negra provista de una hebilla de cerámica. En la muñeca se siente cómodo para un reloj de este diámetro -como todos los Seamaster 300-, en particular gracias a las asas curvas, la perfecta integración de la correa y la ligereza de la caja. El precio es de 8.600 euros, y está disponible en la tienda online de la casa, las boutiques oficiales y los puntos de venta autorizados. Más información en Omega.es.
Todas las fotos del artículo son de Monochrome-Watches.com, usadas con permiso del autor.