Hacía más de un año que no veíamos cifras positivas en la exportación de relojes suizos. Recordemos que la caída interanual en 2020 fue del 20,8%, y no fue aún mayor gracias a que China se recuperó a tiempo de la pandemia y tiró del carro cuando el resto del mundo no hacía más que hundirse cada vez más. Y el año 2021 había comenzado con nuevas caídas, lo que puso un punto más de desánimo en la industria. Pero, afortunadamente, el comienzo de la vacunación, aunque lleno de tropiezos y parones, ha traído un soplo de optimismo a la sociedad, y eso se transmite a la economía: no me he muerto y hay posibilidades de que no me muera, así que vamos a celebrar que estamos vivos.
La caída de la exportación de relojes en febrero fue de sólo el 0,3% (no sé muy bien cómo está reflejado eso en la gráfica de aquí arriba, porque parece que crece), lo que daba esperanzas para un mejor marzo. Y así ha sido, afortunadamente. Nada menos que un 37,2% comparado con marzo de 2020, hasta llegar a los 1.900 millones de francos suizos. Y, si miramos por mercados, los datos en algunos casos son aún mejores.
De los 30 principales mercados para la exportación de relojes suizos en marzo, sólo Japón (-11,1%) registró un descenso. China (+100,5%) siguió impulsando el crecimiento, duplicando sus resultados en comparación con marzo de 2020. También estuvo significativamente por encima de su nivel de 2019 (+121,5%). Estados Unidos (+12,8%) y Singapur (+21,7%) también superaron sus niveles de 2019. Por el contrario, Hong Kong (+30,1%), los Emiratos Árabes Unidos (+10,3%) y toda Europa (+45,6%) se mantuvieron por debajo de esta línea de base, a pesar de un aumento constante en comparación con marzo de 2020. Según el mercado, un fuerte aumento no significa todavía una vuelta a la normalidad, sino sólo una compensación parcial de los importantes descensos sufridos el año pasado.
Los resultados del mes se apoyaron en todos los grupos de materiales, especialmente el acero y los metales preciosos, que en conjunto generaron más del 80% del crecimiento en valor. El número de relojes exportados siguió lógicamente la misma tendencia, aumentando un +33,7%, hasta 1,2 millones de piezas. Se trata del primer aumento en más de 30 meses. Las categorías de acero y otros metales fueron las que más crecieron, mientras que el grupo de «otros materiales» disminuyó.
Todos los segmentos de precios contribuyeron al crecimiento, con tasas de variación que varían entre el +40% y el +60% para los relojes de precio inferior a 3.000 francos suizos (precio de exportación). Los relojes de más de 3.000 francos vieron aumentar su valor de exportación en un 30,7%.
Así que, en conjunto, son muy buenas noticias. Queda muchísimo para recuperar la industria a niveles de 2019. Ese fue un año discreto -la exportación de relojes subió un 2,4%-, pero, a vista de hoy, parece el paraíso. Así que esperemos que la tendencia alcista se consolide. Eso sería muy bueno para la industria, por supuesto, pero también para la sociedad: significaría que estamos saliendo de este negrísimo túnel.